PEDAGOGIA INSTITUCIONAL

PEDAGOGIA INSTITUCIONAL

El sistema educativo como cualquier otro “campo de trabajo” se ha visto en la necesidad de ir evolucionando de acuerdo a las necesidades de sus momentos y para quienes lo conforman.

Primeramente la escuela tradicional en su momento se consideró buena, aunque actualmente podemos ver como reprimía la capacidad de los alumnos, el maestro solo se organizaba para él, para su trabajo, sin tomar en cuenta a los alumnos. Sin embargo esto no demeritaba el trabajo del docente, ya que era el “estilo de enseñanza” en esos tiempos. No se tomaba tanto en cuenta la situación personal de alumno, no importaba conocer tanto su ámbito social y mucho menos su situación emocional, la escuela solo se concentraba en darle al alumno los conocimientos, que estos los aprendiera. Así han surgido diferentes formas de trabajo, buscando mejorar la calidad de la enseñanza-aprendizaje.

Actualmente se encuentra la llamada “Pedagogía Institucional” que es el nombre que se le da a la nueva manera de trabajar en las escuelas.

Esta trabaja buscando involucrar directamente al alumno en su trabajo de aprendizaje de manera personal.

Esta manera de trabajo no es tan fácil considero, ya que a pesar de que los resultados dependerán en la mayor parte de la respuesta de los alumnos; en el maestro deberá tomar en cuenta las situaciones externas de sus pupilos y solo estará como guía en su proceso de estancia en la escuela.

El sistema educativo esta establecido por una forma o línea, la cual en ocasiones no va acorde a las necesidades existentes (instituido), por lo que el maestro deberá implementar acciones necesarias para cubrir esas necesidades, para obtener mejores resultados (instituyente) (Loureau). Estos ajustes siempre son fundamentados por los maestros, porque cada alumno como situaciones grupales varían por situaciones personales y sociales.

La corriente renovadora de Celestin Freinet, según R. Hess, es el “crisol en el que habría de elaborarse la pedagogía institucional de los sesenta”.

Con la pedagogía institucional se rompe la pedagogía tradicional, ya que es opuesta.

En la institucional los pedagogos se dice que pierden poder al momento que le dan libertad al alumno de ser ellos quien dirijan su manera de aprender.

El cambio de la pedagogía positiva, es en donde resalta la influencia del adulto sobre el niño, a la pedagogía negativa donde la influencia del adulto no es de autoridad (Loureau).

Con esta nueva forma se ha creado una confusión, tanto en los alumnos como en los padres de familia y los propios maestros. Ya que como se dice, el maestro cae de su pedestal (poder tradicionalista) su palabra pierde fuerza hasta en sentido de credibilidad en diversas situaciones.

Los padres pierden la responsabilidad del manejo de sus hijos, no hay quien equilibre esa situación, ya que la misma institución ha perdido la “fuerza y el poder” para poder poner orden.

Los alumnos tomados de ese “poder” que se les ha otorgado, van en camino equivocado tomando actitudes negativas en su proceso, no haciendo útil esa libertad que se les ha otorgado para dirigirse, decidir y/o formar su futuro con una visión propia, encaminada a una buena formación de vida, mas allá de los académico.

Sin embargo esta pedagogía institucional bien llevada por sus principales actores puede considerarse altamente efectiva, porque en ella se plantea la participación activa, clasificada, organizada, etc., de sus puntos para un mejor resultado, poniendo cada uno potencial para alcanzar sus propios objetivos.

Así mismo, esta pedagogía institucional pretende buscar una transformación en los individuos, muy parecido a lo terapéutico, pero en diferente dirección.

Esta pedagogía facilita la maduración de los niños “normales” y les brinda una alternativa a los niños con diversos problemas, además de establecer relaciones auténticamente humanas entre sus maestros.

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