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“Posturas Filosóficas”.


Enviado por   •  27 de Septiembre de 2016  •  Apuntes  •  6.466 Palabras (26 Páginas)  •  432 Visitas

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“Posturas Filosóficas”

Ensayo Final

Monterrey, N.L. a 5 de junio del 2016.

INTRODUCCIÓN

En el siguiente ensayo se analizarán algunas posturas de diversos autores respecto a la educación, así como algunos aspectos positivos y negativos; tanto como su aplicación dentro del aula y el contexto educativo. Después de haber analizado a los filósofos y autores en el semestre se elegirá una postura personal sobre la educación, la cual se basa en los ideales y criterios personales de cada una, así como se defenderá esa postura personal por medio de la construcción de ciertos argumentos a favor y en contra.  Se considera de suma importancia el conocimiento de las diversas posturas presentadas, pues son un análisis de las preferencias personales de las integrantes del equipo, esto da una imagen de lo que cada una considera como fundamental en la educación y en su práctica reflexiva. Cada integrante eligió a diferentes autores, los cuales son contrastados de diversas maneras y posturas dependiendo de los criterios de argumentación de otros autores investigados. Finalmente se contrastará la información por medio de la utilización de elementos y situaciones concretas de la práctica docente, que servirán para ejemplificar las posturas y argumentos presentados de manera teórica en el ensayo.


Posturas Filosóficas

Reporte

Después de haber leído y analizado las distintas posturas de los diferentes autores, me identifico más con la educación progresista de Dewey. No obstante, no es con la única que se está de acuerdo, pues creo que se debe de tomar lo mejor de cada una. Por lo tanto, las otras posturas con las también se está de acuerdo es con la educación liberadora de Paulo Freire y las ideas de Aristóteles. Éste último lo considero importante, porque fueron los griegos los primeros en insistir en que las instituciones, no sólo las personas, necesitaban ser perfeccionadas y que la reforma de las instituciones existentes sólo podría medirse y juzgarse por medio de los ideales como la justicia y la libertad. No obstante, una crítica en contra de Aristóteles es que resulta difícil que alguien sea perfecto, siempre se puede mejorar, pero nada es perfecto.

Asimismo, pensaba que era a través de la educación como se consigue el desarrollo perfecto del hombre y de la sociedad, en donde se actúa con ética y moral. Para este filósofo el objetivo de educar era preparar a los jóvenes para asumir a largo plazo posiciones de liderazgo en las tareas del Estado y de la sociedad. Dicho de otra manera, formar “buenos ciudadanos”. Los niños son el futuro de la sociedad, y por tal razón, es importante transmitir los valores a los niños.

Se sabe que los valores comienzan en casa, sin embargo, la educadora tiene que fomentarlos y estar en constante comunicación con los padres de familia, pues al trabajar todos los miembros de la comunidad educativa se obtienen mejores resultados. Esto lo he visto en el institución donde realizo mis prácticas. Como son pocos niños por cada salón, las maestras tienen mucha comunicación con los padres de familia. En las guardias de la entrada normalmente hablo con los padres sobre los avances de los niños, de eventos que se van a realizar y contesto sus dudas. Aunque existe la comunicación, a los niños les falta actuar con valores y a las maestras poner actividades de desarrollo personal y social. Por este motivo, trato de siempre trabajar las actividades en equipo involucrando a todos los alumnos.

En lo que se refiere a la postura de Dewey, esta se opone al esquema tradicional y su pedagogía se encuentra la idea de que existe una íntima y necesaria relación entre los procesos de la experiencia real y la educación. Menciona que la educación no debía ser meramente una preparación para la vida futura, sino que debía proporcionar y tener pleno sentido en su mismo desarrollo y realización. La crítica que Dewey hace hacia los tradicionalistas es el de no relacionar las asignaturas del programa de estudios con los intereses y actividades del niño. En la educación de nuestros días se requiere que los maestros realicen esta tarea extremadamente difícil que es reincorporar a los temas de estudio en la experiencia. En la última jornada de práctica realizada en el sexto semestre, se trabajó con un proyecto que era de acuerdo a las necesidades de los niños y de la comunidad. En este proyecto, el grupo con el que trabajé se involucró mucho, pues los niños vivieron la experiencia conocer los componentes de las plantas viendo a una físicamente y sembrar. A lo largo de los días, los niños han visto cómo su planta ha crecido. Este proyecto se realizó gracias a que se hizo un diagnóstico de la problemática existente, además de que se observó que los demás grupos se involucraron tanto, y hasta la fecha van al patio a observan cómo están las plantas.

Es importante resaltar que un problema que surge con esta teoría es que exalta a la libertad del alumno y se cree que puede llegar el maestro a perder autoridad. Aun así, creo que esto depende del docente. Esto es decir de su forma de trabajar, las actividades que proponga y sobre todo la relación que tiene con sus alumnos. Muchas veces me ha tocado que siento que les doy mucha libertad y que a veces pierdo esa autoridad. Pero me he dado cuenta de que no soy permisiva y que todo depende de qué tan claras sean mis instrucciones, del trato que les doy a los niños y de qué tan firme soy. A firmeza me refiero a tener la capacidad para establecer límites y hacer que se cumplan. Pues al darles cierta libertad, los niños son más autónomos, responsables, confiados, entre otras cosas.

Por último, se encuentra la postura de Freire, que es la educación liberadora. Él menciona que la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo. De la misma manera, menciona que es un acto de amor, de coraje; es una práctica de la libertad dirigida hacia la realidad, a la que no teme; más bien busca transformarla, por solidaridad, por espíritu fraternal. La educación que propone es eminentemente problematizadora, fundamentalmente crítica, virtualmente liberadora. Una de las razones por las que estoy de acuerdo con él es porque la sociedad necesita transformarse. Los alumnos tienen que tomar conciencia de lo que están aprendiendo. Alfabetizar, no es sólo enseñarle a leer y escribir, sino despertar la conciencia, es decir, cambiar su mentalidad comprendiendo la realidad en la que se está.

En una actividad, del mismo proyecto socioeducativo, se estaban viendo las plantas comestibles y de los frutos algunas plantas daban. Los niños al principio se quedaban pensando de qué tipo de plantas daba frutos. Me preguntaban mucho de cómo crecían las fresas, las piñas, las papas, entre otras. Y les presté algunos libros y la computadora para que investigaran. Esto creo que los niños la actitud de buscar en distintas fuentes y de no quedarse sólo con lo que yo les decía. Hubo en una ocasión en la que estaba incorrecto de dónde venían las cerezas, pues yo creía que crecían de arbustos y no era así, las cerezas crecen de los árboles. La frase de Freire que me quedo es la siguiente: “Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre”. Como seres humanos, siempre estamos en constante cambio, y sobre todo en constante aprendizaje. No podemos quedarnos con lo que ya sabemos, sino necesitamos indagar, analizar, comprender, criticar y tomar acción para transformar nuestra conciencia, y como maestros, nuestra práctica. En otras palabras, Freire nos dice que: “No perdemos nada si intentamos una nueva pedagogía. Por el contrario, podemos ganar una nueva sociedad, un nuevo hombre, un nuevo mañana.”

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