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Quién es quién o las incertidumbres de la burguesía. En La era del imperio: 1875-1914 (pp 151-173). Buenos Aires: Crítica.


Enviado por   •  9 de Junio de 2018  •  Apuntes  •  1.515 Palabras (7 Páginas)  •  309 Visitas

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Hobsbawm Eric (2015). Quién es quién o las incertidumbres de la burguesía. En La era del imperio: 1875-1914 (pp 151-173). Buenos Aires: Crítica.

El presente capitulo forma parte del libro “La era del imperio: 1875-1914” escrito por Eric Hobsbawm. Allí el autor comienza advirtiendo que el eje de la discusión está en aquellos que veían la democratización como una amenaza. Estos son los hombres de negocio, los funcionarios y las profesiones liberales, que no aspiraban a conseguir un status aristócrata, ni a recompensas materiales de los más ricos pero cuya posición estaba por encima de quienes comprar significaba olvidarse de otras cosas.

El autor habla la paradoja burguesa, que es que su forma de vida llego tarde a ser burguesa y que esta transformación se produce desde la periferia al centro. El nuevo estilo de vida se empezó a centrar en la casa y jardín en un barrio residencial, este estilo procedía de Gran Bretaña. Estos barrios aparecieron en las afueras de las ciudades centroeuropeas y descendieron en la escala social hasta los suburbios de clase media baja, en el laberinto de pabellones no planificados. La casa ideal de la clase media no era una casa de ciudad sino más bien una casa de campo urbanizada o suburbanizada (villa o cottage) en un parque o jardín en miniatura. Estas estructuras estaban diseñadas para la vida privada y no para el brillo social. Función opuesta de la casa de campo o castillos tradicionales, que eran revestimientos de poder, diseñados para poner en relieve los recursos y el prestigio de un miembro de la elite dirigente ante los demás miembros y las clases inferiores.

Para el autor fueron 4 factores los que impulsaron a la aparición de un estilo de vida menos formal y más privado. El primero de ellos fue la democratización de la política que socavo la influencia publica y política de todos los burgueses, excepto los más importantes. La burguesía liberal en algunos casos debió retirarse obligadamente de una política dominada por las masas o por unas masas que se negaban a reconocer su influencia. El segundo factor fue el debilitamiento entre la burguesía y los valores puritanos. En la burguesía instalada el dinero ya había sido conseguido y podía proceder como un pago regular que reportaban como inversiones cuya naturaleza podía ser oscura; ese dinero también era heredado o distribuido entre hijos y parientes femeninos que no trabajaban. La burguesía de finales del siglo XIX era una clase ociosa. Gastar dinero paso a ser una actividad cuando menos tan importante como ganarlo. Aprendieron a gastar para conseguir comodidad y diversión. El tercer factor fue un cierto relajamiento de las estructuras de la familia burguesa que se reflejó en una cierta emancipación de la mujer y en la aparición de grupos de edad entre la adolescencia y el matrimonio como una categoría separada y más independiente de jóvenes que ejercieron un poderoso influjo en el arte y la literatura. No solo adoptaron el ocio del turismo y las vacaciones sino que intensificaron la importancia del hogar burgués como lugar de las mujeres de esa clase. Y el cuarto factor fue el incremento del número de aquellos que pertenecían o aspiraban a ser de la clase media como un todo. Algo que los vinculaba era cierta idea de un estilo de vida fundamentalmente doméstico.

 Para el autor resulta difícil realizar una definición de la burguesía y ello se dificulto más cuando la democracia y la aparición del movimiento obrero condujeron a los que pertenecían a la burguesía a negar su existencia como clase en público. Además con la movilidad social y el declive de las jerarquías tradicionales que determinaban quien pertenecía a determinada capa, los límites de la zona intermedia se hicieron borrosos.

Una de las grandes causas de esto fue la expansión del sector terciario – empleo de oficinas públicas y privadas-, donde el trabajo era subalterno y asalariado pero no era manual y se necesitaba una formación educativa formal. Los trabajadores de estos puestos, sobre todo hombres, llevaban el estilo de vida de la respetable clase media, por ende, se negaban a considerarse parte de la clase obrera. Esta nueva línea de clase media baja de empleados y el nivel elevado de las profesiones liberales y empleos cada vez más ejecutivos planteo nuevos problemas.  Entonces, ¿Cuáles eran los criterios para definir a alguien como burgués? Primeramente se esperaba que los miembros de la burguesía contaran con un capital o con ingresos provenientes de inversiones. También que actuaran como empresarios independientes o como miembros de una profesión libre. Pero esos criterios perdieron su utilidad. No todos poseían capital pero, al menos en un principio, tampoco lo tenían muchos individuos de indudable posición burguesa que sustituían su carencia con la educación superior.

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