REFLEXION EN LA ACCION

ENSAYO SOBRE REFLEXIÓN EN LA ACCIÓN

John Dewey, fue uno de los primeros pensadores educativos que se preocupó e hizo contribuciones con respecto al pensamiento reflexivo del maestro, asimismo otra persona importante en este ámbito es Donald Shön, quien fue un precursor de sus ideas. Estos autores hablan sobre el papel del docente en la realización de su trabajo enfocado a ser una persona profesional reflexiva, ya que no sólo es quien debe transmitir conocimientos y saberes a sus estudiantes sino que tiene que diseñar las estrategias más adecuadas para realizar de la mejor manera su labor. En este sentido, lo que favorece su desempeño en el aula son sus experiencias, que no sólo se limitan a lo aprendido en la escuela, también a la forma en que resuelve los problemas que se le presentan día a día; por lo tanto un maestro reflexivo es quien participa en la formulación de propuestas, tiene claro sus objetivos y mejora sus métodos de enseñanza, es decir, no se conforma con seguir automáticamente un programa que muchas veces no se ajusta a su contexto. De igual forma Perrenoud retoma estos puntos haciendo énfasis en que aún la figura del docente no es vista como un profesional en comparación con otras como la ingeniería o medicina, ya que considera haría falta que los enseñantes asumieron riesgos y dejaran de protegerse detrás del sistema.

El filósofo y escritor americano John Dewey, manifestaba una distinción entre la acción reflexiva y la rutinaria, afirmando que la acción rutinaria está motivada por la inercia, la tradición y la autoridad, de igual forma, que en las instituciones educativas existe un código colectivo a través del cual los problemas, metas y medios para lograrlas son establecidos de forma muy específica debiendo seguir las normas establecidas para no crear algún tipo de dificultad. Mientras que definía a la acción reflexiva como la acción que supone una consideración activa, persistente y cuidadosa de toda creencia

o práctica, teniendo en cuenta las razones que la sostienen y las consecuencias que puede tener a futuro. Así tenemos por un lado, los tipos de maestros que son irreflexivos sobre su enseñanza que aceptan la cotidianidad en sus escuelas sin oponer la más mínima resistencia y se ajustan a los códigos, perdiendo de vista los propósitos y fines que motivan su labor cerrándose a encontrar soluciones más creativas y dejándose llevar por lo ya implantado hacia un problema determinado. Y el tipo d maestro que se pretende conseguir a través de un proceso que requiere ir más allá de los procesos racionales y lógicos de resolución de problemas en los cuales se encuentran inmersos intuiciones, emociones, y pasiones, sentimientos que se involucran al estar reflexionando.

Para lograr este proceso nos enseña las fases del pensamiento y que son:

a) Un estado de duda. b) Un acto de busca de vacilación, de perplejidad, de dificultad mental en que se origina el pensamiento de caza, de investigación, para encontrar algún material que esclarezca la duda, que disipe la perplejidad.

Asimismo otros aspectos que se deben tomar en cuenta en la acción reflexiva son tres: mente abierta, responsabilidad y honestidad; que son factores esenciales para el maestro reflexivo.

A continuación resumiremos cada uno de ellos: Con referencia a la mente abierta nos dice que debe existir un deseo activo de escuchar diferentes puntos de vista estar atentos a las alternativas y reconocer también, que se puede estar equivocado en nuestras creencias, los docentes que la tienen siempre examinan las razones que fundamentan en cuanto a lo que es natural y correcto, estos maestros continuamente se cuestionan así mismos el por qué de sus decisiones.

La responsabilidad es una actitud que implica tener en cuenta las consecuencias de cada acción. En este punto las preguntas que se plantean son: ¿por qué actúan? En lugar de ¿funcionará esto? Están más preocupados en cómo funcionará, por qué y para quién funciona. Esta actitud requiere que se tomen en cuenta tres tipos de consecuencias de la enseñanza de un maestro: a) personales: los efectos de su enseñanza sobre los autoconceptos de los alumnos; b) académicas: los efectos de su enseñanza sobre el desarrollo intelectual del estudiante, y c) sociales y políticas: los efectos proyectados de sus enseñanzas en las oportunidades para varios alumnos.

En cuanto a la honestidad cada maestro debe examinar y ser crítico del resultado de sus acciones, tener la actitud de que siempre se aprende algo nuevo a pesar de no lograr los resultados esperados, están en constante búsqueda de comprender que su enseñanza influye en gran medida en los alumnos, es decir, toman conciencia de su propio desempeño con la finalidad de mejorar.

Otro pensador que retomó las ideas de Dewey sobre el pensamiento reflexivo fue Donald Schön, quien declara que la reflexión se puede ver desde dos aspectos diferentes. Primeramente, puede darse antes y después de la acción, y la llamó reflexión sobre la acción, que se da antes de la clase, cuando planeamos y pensamos en lo que impartiremos, y después de la instrucción, al evaluar lo que ha ocurrido. La reflexión también puede darse durante la acción. Con frecuencia, los profesionales se acercan de forma reflexiva a la resolución de problemas, intentan definirlos y resolverlos en el momento en que surgen.

Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje se da con frecuencia

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