Razones O Motivación De La Formación Administrativa En El Perfil Del Gerente De Instituciones Educativas

Razones o Motivación de la Formación Administrativa en el Perfil del Gerente de instituciones Educativas

Autor: Licenciado Ramón De Ávila Girado

Las instituciones educativas en Colombia para su funcionamiento requieren de diversos procesos organizacionales que verificados por el rector como representante legal constituyen o fortalecen lo que se conoce con el nombre de gestión escolar, particularmente le llamaría la dinámica institucional. Dentro de esta dinámica se aprecian en forma tangible e intangible las cuatro gestiones que establece el Proyecto educativo Institucional como son: la gestión académica o pedagógica, la administrativa y financiera, la comunitaria y la directiva.

Todas las gestiones de acuerdo a las políticas educativas vigentes conforman un todo y se apoyan una a la otra para lograr verdaderos procesos de calidad en las instituciones educativas. Sin embargo, existe una de tales gestiones que indiscutiblemente centra la atención de la siguiente reflexión, toda vez que ésta genera al interior de las instituciones todo tipo de reacciones de los sujetos inmersos en la comunidad educativa. Por un lado puede generar satisfacciones y por el otro, temores, inconformidades y contradicciones tanto a nivel personal como a nivel colectivo. Se trata nada más y nada menos que de la gestión administrativa y financiera.

Los protagonistas principales a los que le corresponde desarrollar esta gestión son los rectores de instituciones y centros educativos o directores rurales, personas que durante mucho tiempo han aportado su grano de arena, poniendo al servicio de la nación su experiencia pedagógica y su cumulo de conocimientos para lograr que sus organizaciones educativas sincronicen con los estándares mínimos de calidad que exige el Ministerio de educación Nacional. Esta gestión tan importante y que al mismo tiempo se convierte en el punto de enlace para que las demás gestiones dinamicen su accionar, es una responsabilidad de la mayor transcendencia por el impacto que de la misma se deriva tanto en lo institucional como en lo personal. Es importante afirmar que la atención oportuna y eficiente de las necesidades derivadas de los diversos proyectos que existen en una institución depende en un gran porcentaje de una adecuada programación y ejecución presupuestal. Muchos problemas que existen al interior de las organizaciones escolares y que repercuten en la calidad y eficiencia en la prestación del servicio educativo es causado por una indebida planeación y ejecución presupuestal. De una u otra forma, los rectores o directores se constituyen en los directos responsables de las consecuencias que puedan generar la no adecuada administración financiera y el no sometimiento a los parámetros legales que establecen las leyes educativas vigentes. De esta gestión depende la creación de un ambiente organizado en todos y cada uno de los los procesos del establecimiento educativo. En pocas palabras la buena administración de los recursos financieros que se reciben por recursos propios o del sistema general de participación, en el caso de los colegios oficiales y lo que recolectan las privadas por conceptos de matrículas y pensiones es lo que le da sostenibilidad, eficiencia, eficacia y éxito a todos los procesos que se desarrollan en las distintas instituciones educativas

Ante demasiada responsabilidad, os rectores deben tomar conciencia de que un abuso o extralimitación de las funciones que le competen como ordenadores del presupuesto puede ser de mucho perjuicio para su trayectoria laboral y profesional como para la organización que lidera. De ahí que éstos deben ser personas idóneas, capacitadas y actualizadas en los procesos de planeación y ejecución del presupuesto, así como también deben estar dispuestos a fortalecer la cultura de la transparencia, la justicia, la ética y la legalidad. Los demás sujetos inmersos en la dinámica de la escuela (docentes, Padres de familia y aun los mismos estudiantes o sus representantes en los diversos Consejos), sin olvidarse de cumplir a cabalidad sus propias funciones, deben también ser partícipes de manera crítica y constructiva en el desarrollo dinámico de la gestión administrativa y financiera.

El Ministerio de Educación Nacional ha puesto a la disposición de los establecimientos educativos capacitaciones en gestión administrativa y financiera, tomando como referencia las directrices del decreto 4791 de diciembre de 2008 que regula la administración de los recursos; de la misma manera dispone de una serie de guías o módulos que permiten facilitar aspectos tales como el manejo de los FSE, la caja menor, el reglamento de tesorería, los contratos de concesión de la tienda escolar, la organización y administración de los bienes muebles, las actas y el informe de gestión a la comunidad, entre otros.

En mi experiencia como docente en las instituciones educativas donde he prestado mis servicios profesionales he observado una serie de malas interpretaciones y aplicaciones de los parámetros establecidos por la ley en lo que respecta a la administración de los recursos financieros, Se observa el caso de rectores que abusan de las inversiones por concepto de adquisición de bienes y servicios. Citaré a continuación cinco situaciones que viví en carne propia y que se constituyeron en factores incidentes en la ruptura de las relaciones personales, hasta el punto que causaron mucha desmotivación y al mismo tiempo motivación para diligenciar traslado o cambio de institución.

En una ocasión observaba los abusos del contador contratado por una rectora, como lo estipula el numeral 11 del artículo 11 del decreto 4791 que hace referencia a la contratación de servicios técnicos y profesionales prestados para una gestión específica y temporal en desarrollo de actividades diferentes a las educativas, quien más bien parecía el ordenador del presupuesto. No se hacía nada que tuviera que ver con inversiones económicas solo hasta que el contador en mención se pronunciara en asamblea de docentes.

En otra ocasión presenciaba que la rectora de una de las tantas instituciones rurales del distrito de Cartagena de Indias daba a administrar la tienda escolar a personas que eran de sus afectos y lo producido por el alquiler no era reportado ni como caja menor ni como recurso de gestión propia, nunca se presentaba un informe de esta entrada y cada día crecía

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