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La Relacion Alumno-maestro


Enviado por   •  17 de Octubre de 2013  •  1.724 Palabras (7 Páginas)  •  308 Visitas

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LA RELACIÓN ALUMNO-MAESTRO-CONTENIDO

ESCOLAR PRIMARIA

Naturaleza del dialogo educativo

El dialogo educativo presenta un carácter asimétrico, esto supondría un progreso paralelo de los interlocutores en el descubrimiento de un hecho, en la elaboración de un conocimiento, gracias al apoyo recíproco. Ahora bien, en el mejor de los casos, se trata de un movimiento dialectico nacido no de un enfrentamiento, sino de una investigación nutrida del choque de ideas contrarias, de un itinerario, por la confrontación de dos universos subjetivos y que desemboca en encuentros en la investigación de un conocimiento. En el diálogo, el educador necesita centrarse en el niño o el adolecente, aceptando las limitaciones de su propia posición.

El segundo caso de la asimetría del diálogo educativo proviene de la dimensión temporal.

El enseñante conoce el significado de su acción en un tiempo dado, porque ve ese tiempo en un conjunto, que está caracterizado por una dirección.

En resumen, el diálogo en la situación pedagógica presenta un carácter asimétrico, que resulta de la naturaleza de las funciones asumidas por cada uno de los interlocutores y de la dimensión temporal abierta hacia el futuro; el enseñante desencadena el proceso educativo y actúa según la percepción que tiene del porvenir del alumno. Aun cuando tenga por objetivo emancipar el niño y ayudarle a construir su itinerario personal, sigue siendo el protagonista de la situación.

El dialogo pedagógico se presenta en realidad bajo una configuración triangular, puesto que tiene por objeto el conocimiento, por finalidad la expansión de la persona, y por mediador el enseñante.

Es la formación de adultos donde tiende más hacia la simetría; los interlocutores, formadores y formados, por sus diversas experiencias, por sus diferentes maneras de analizar los problemas, se iluminan mutuamente, organizan confrontaciones de opinión, descubren la relatividad de sus juicios y se dirigen hacia la investigación, no de una verdad que sería impuesta por uno de ellos sino para dar sentido a su propia gestión. Sus relaciones se establecen sobre la base de una complementariedad funcional.

La transacción educativa

La palabra transacción ha sido entonces adoptada en el sentido de una operación económica concluida por un acuerdo entre esas partes, sobre la base de una mutualidad de ventajas mutuas a extraer de aquí.

La transacción educativa y el grupo de la clase.

Los recursos del enseñado residen en un saber adquirido, sus experiencias personales, y varían en función de las representaciones que se hace de sus necesidades de aprender, de desarrollarse, de cambiar, de lo que espera de la vida en clase, de la ayuda que puede recibir.

Los recursos aportados por el enseñante están constituidos por sus conocimientos, por el contenido de su enseñanza y por sus actitudes relacionales.

Según que el enseñante y los enseñantes tengan o no confianza en sus recursos recíprocos, según cómo los perciben, o incluso los deformen, el juego de la transacción se hace más o menos bien.

La transacción educativa, tal y como nos la presenta Bradford, se aproxima al sentido etimológico de la palabra permitiendo llevar a buen fin una operación, el aprendizaje del alumno, en el presente caso.

En el marco del funcionamiento general de la clase la transacción se opera repartiendo los roles según la naturaleza de las actividades. Corresponde al enseñante, por ejemplo, el rol de animador, cuando el grupo tiene necesidad de resolver un problema, un rol de consejero cuando se impone una organización de técnico del conocimiento cuando surge un obstáculo etc.

La transacción es, pues, un fenómeno social que resulta de intercambio; tiene por objetivo establecer las obligaciones respectivas de los interlocutores, de fijar las reglas del juego en la situación creada por un aprendizaje de grupo. Una vez reunidas las condiciones psicológicas, generales, las soluciones pedagógicas se diversifican.

j. Dewey piensa que el medio escolar debe permitir al niño vivir la experiencia de la vida social y de sentirse responsable en el grupo. Entonces el enseñante tiene por tarea organizar las condiciones de trabajo de manera talque cada alumno pueda vivir su propia experiencia social.

En c. freinet, encontramos dos modos fundamentales de transacción; transacción en el interior del grupo de clase, por la institución de un consejo de cooperativa, que conduce la vida del grupo y las relaciones funcionales, transacción entre el enseñante y el alumno por el contrato de trabajo establecido regularmente en común para fijar los objetivos alcanzados.

La transacción educativa y el alumno

La motivación del niño o el adolecente para realizar un determinado aprendizaje varía en función de las informaciones que él recoge sobre él mismo y sobre los demás.

El comportamiento de toma de decisión voluntaria está determinado por la percepción de los resultados probables de los actos sociales.

Los resultados probables en los actos sociales, tal como son percibidos, deben distinguirse de los resultados deseados, por que son factores de toma de decisión. Aunque las aspiraciones y los proyectos sean a veces los mismos para un individuo, esas construcciones afectivas y cognitivas difieren verdaderamente de su contenido y de su función.

Aunque el comportamiento voluntario depende de esas aspiraciones,

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