Relatoria aprendizaje por proyectos
Bayron GilEnsayo25 de Abril de 2019
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EL APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS Y SU RELACIÓN CON EN EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS ASOCIADAS AL TRABAJO COLABORATIVO
Gil-Bohorquez, Bayron*
RESUMEN
A través del tiempo se han propuesto y hoy se siguen creando numerosos métodos de enseñanza y aprendizaje, buscando que el estudiante vaya más allá de la memorización de conceptos o teorías y pueda analizar e interpretar el mundo de forma crítica y responsable. El aprendizaje basado en proyectos aparece como una de esas estrategias que tienen como propósito guiar de forma constructiva un desarrollo grupal del conocimiento, a través de una interacción estructurada, orientada y formativa. Teniendo en cuenta la complejidad y los objetivos del método en cuestión y considerando que el trabajo colaborativo se da cuando existe una reciprocidad entre un conjunto de individuos que saben diferenciar y contrastar sus puntos de vista de tal manera que llegan a generar un proceso de construcción del conocimiento, mediante este documento se pretende abordar la siguiente pregunta problema: ¿Cuál es la relación del aprendizaje basado en proyectos con el desarrollo de competencias asociadas al trabajo colaborativo? Posterior a la revisión bibliográfica se determina que el aprendizaje basado en proyectos permite identificar en el aula, mediante la organización y el trabajo por grupos, lo único diferente y diverso que es cada ser humano, donde cada sujeto, de acuerdo con su propia meta u objetivo común, en pro de resolver una tarea o un problema, debe trabajar de forma colaborativa durante todo su desarrollo.
INTRODUCCIÓN
Hoy el mundo requiere de nuevas metodologías de educación que impliquen el desarrollo de habilidades para la resolución de problemas, la toma de decisiones, la capacidad de trabajo colaborativo y la adaptación flexible a los cambios rápidos que se producen en la sociedad de la información (Cenich y Santos, 2005). Por lo tanto, uno de los objetivos principales del proceso de aprendizaje es formar personas capaces de interpretar los fenómenos y los acontecimientos que ocurren a su alrededor (Maldonado, 2008) a través de numerosos métodos que buscan que el estudiante vaya más allá de la memorización de conceptos o teorías y pueda analizar e interpretar el mundo de forma crítica y responsable. Desafortunadamente la comunidad educativa con frecuencia asume que dichas innovaciones curriculares son adoptadas por los profesores sin mayor esfuerzo y que tienen efectos rápidos, visibles y directos en las prácticas de enseñanza, sin embargo, Carbonell (2006) indica que los procesos de cambio educativo suelen ser paulatinos y plantean varios desafíos en las prácticas pedagógicas.
Una de esas metodologías de trabajo es el aprendizaje por proyectos, que según Sanmartí y Márquez (2017):
Parte de aprender alrededor de temáticas complejas que generen interés y tengan sentido para los estudiantes, tiene una larga historia de más de 100 años desde John Dewey, que habló de una enseñanza centrada en el aprendiz o activa y William H. Kilpatrick, que la sistematizó en 1918, pasando por Ovide Decroly, Celéstin Freinet y Lawrence Stenhouse, entre otros muchos. También confluyen con estos planteamientos propuestas como las de “Aprendizaje basado en problemas” y, más recientemente, en el marco del nuevo currículo de Finlandia, se habla de “Aprendizaje basado en fenómenos”. Pero además se están planteando nuevas propuestas de formatos de aprendizaje como las relacionadas con la “Clase invertida” o las llamadas “Rutinas y estrategias de pensamiento” de David Perkins, etc. Por tanto, nos encontramos ante un amplio abanico de propuestas metodológicas, cada una con objetivos específicos y fundamentaciones teóricas particulares dentro de un amplio marco común que tiene como finalidad replantear la actividad educativa. (p.2)
De acuerdo con Lee y Tsai (2004), dicha metodología didáctica es útil especialmente para aquellos cursos o asignaturas de estudios de educación superior que tienen un enfoque general claramente aplicado ya que promueve el desarrollo de conocimientos con una alta probabilidad de transferirse fuera de los contextos académicos. Pero, el aprendizaje basado en proyectos es una estrategia que tiene como propósito orientar de forma positiva y constructiva un desarrollo grupal del conocimiento, a través de una interacción estructurada, orientada y formativa, sin importar el nivel de escolaridad. Basándonos principalmente y tomando como guía el documento “Aprendizaje por proyectos: una vía al fortalecimiento de los semilleros de investigación” de la autora colombiana Mujica-Rodríguez (2012), el método en cuestión de aprendizaje basado en proyectos emerge de una visión de la educación en donde los estudiantes toman una mayor responsabilidad frente a su propio aprendizaje y aplican en proyectos reales las habilidades y conocimientos adquiridos en el salón de clase. Resulta ser un modelo de aprendizaje en que el estudiante, no solo crece intelectualmente, sino también como persona, vinculado a una familia, a una sociedad, a un mundo; aprende a aprender, a valorarse, a valorar a los otros y a ver más allá de lo estandarizado. Si nos referimos al hecho de aprender a valorar a los otros, Guitert y Jiménez (2000) consideran al trabajo colaborativo como una metodología de enseñanza que se da cuando existe una reciprocidad entre un conjunto de individuos que saben diferenciar y contrastar sus puntos de vista de tal manera que llegan a generar un proceso de construcción del conocimiento, es decir, hacen referencia a un proceso en el que cada persona aprende más de lo que aprendería por sí solo, producto de la interacción de los integrantes del grupo de trabajo.
Teniendo en cuenta lo anterior, mediante la presente relatoría se busca determinar cuál es la relación entre el aprendizaje basado en proyectos con el desarrollo de competencias asociadas al trabajo colaborativo. A continuación, se aborda la pregunta en cuestión a través de un desarrollo argumentativo centrado en los planteamientos de Mujica-Rodríguez (2012), seguido de autores que aceptan su postura y para finalizar, se establecen una serie de conclusiones asociadas al objetivo de la ponencia.
DESARROLLO ARGUMENTATIVO
Ante las necesidades que plantea la actualidad, existen retos en la formación de los estudiantes, requiriendo de metodologías innovadoras y participativas relacionadas con el mejoramiento de la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, según los objetivos o metas a las que el docente quiera llegar con el estudiante. Como se mencionó previamente, de acuerdo con la proposición de Mujica-Rodríguez (2012):
Se ha visto que este tipo de aprendizaje por proyectos permite al estudiante aprender a investigar, llevando la aplicación de estos conocimientos a otras situaciones; motivarse para que sea quien resuelve los problemas, plantee y dirija su propio proyecto; se convierta en un descubridor, integrador y presentador de ideas. (p.4)
Así mismo, promueve el uso de la tecnología, el trabajo colaborativo, y, por ende, un desarrollo de habilidades sociales relacionadas con el trabajo en grupo y la negociación (Instituto Tecnológico y de estudios Superiores de Monterrey, 2006). Invita, además, a una participación de todos los actores del aula y propicia la formación integral de los mismos, es por esto último que es necesaria la aplicación conjunta del aprendizaje colaborativo, que se funda como un proceso de construcción grupal, a través de la interacción entre los estudiantes, el docente, el contexto y aquello que se quiere comprender. Todo a favor del desarrollo de la habilidad y la capacidad del ser humano de saber interpretar y apreciar el contenido de la mente de los otros, para poder así entender su propia mente y aprender para y con los demás (Maldonado, 2007a). En este proceso, es fundamental tener en cuenta las opiniones, críticas, comentarios y argumentos de todos los integrantes, para así cumplir logros de forma conjunta, de modo que se favorezcan tanto el crecimiento individual y grupal como sus habilidades, no solo cognitivas, sino también actitudinales y sociales.
De acuerdo con ello, el aprendizaje colaborativo es parte esencial del aprendizaje por proyectos, donde se deben organizar grupos de trabajo, a los cuales les corresponde aprender a producir en conjunto en pro de una pregunta de investigación y/o hipótesis. La organización de los grupos de trabajo, como lo plantea el aprendizaje colaborativo, permitirá una mejor ejecución de las tareas de investigación y búsqueda de la información; logrará que el grupo de trabajo sea más eficiente, proponga y desarrolle su proyecto de manera acertada y según el tiempo estipulado (Mujica-Rodríguez, 2012); además, permitirá a los estudiantes conocerse y aprender a trabajar entre ellos, en busca del cumplimiento de objetivos comunes.
Antes de sustentar y discutir la posición del autor fuente, vale la pena señalar que para Vygotsky (1988), la construcción del conocimiento en primera instancia se da gracias a esa interacción social en un contexto de colaboración e intercambio, para luego, individualmente, internalizar los conocimientos adquiridos en grupo y reconstruir los propios. Para Harwell (1997) este modelo de aprendizaje busca desarrollar actividades interdisciplinarias, de mediano a largo plazo, centradas en el estudiante y desde el apoyo del docente como mediador. El planteamiento por proyectos tiene sus orígenes en el constructivismo, que evolucionó a partir de los trabajos realizados por psicólogos y educadores, tales como Lev Vygotsky, Jerome Bruner y John Dewey. Fue este último quien centró su atención en el poder de usar problemas intelectuales y prácticos como vehículo para la enseñanza y el aprendizaje (Dewey, 1929).
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