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Unidad 1Marco Teorico Del Comercio Internacional

newyorker15 de Febrero de 2014

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UNIDAD 1”MARCO TEORICO DEL COMERCIO INTERNACIONAL”

1.1 Importancia del comercio exterior

La importancia que tienen las relaciones internacionales en el campo comercial, político o cultural ha alcanzado, a nivel mundial, un profundo significado, a tal grado que no se puede hablar tan sólo de intercambio de bienes sino de programas de integración.

La economía internacional plantea el estudio de los problemas que plantean las transacciones económicas internacionales, por ende cuando hablamos de economía internacional es vincular con los factores del comercio internacional.

Una economía abierta al comercio internacional tendría un desempeño superior a una cerrada, básicamente por tres motivos:

(i) Porque permite explotar cabalmente la posición de ventajas comparativas de un país y a través de ello conseguir una distribución óptima de recursos,

(ii) Una economía en competencia con otras, a través del comercio internacional, tiene la necesidad de elevar permanentemente los niveles de calidad de sus productos a fin de hacerlos competitivos en el mercado mundial, lo que favorece la aparición de procesos de cambio tecnológico que elevan la productividad de los trabajadores y de esta manera el crecimiento del nivel de actividad,

(iii) Aumentar las exportaciones implica conquistar mayores mercados, lo que permite explotar economías de escala en la producción.

La existencia del comercio entre los países se justifica par el prin¬cipio fundamental de que si existe una relación económica es porque reporta beneficios. No tenemos que ir muy lejos para encontrar la razón de estos beneficios o ventajas en el comercio internacional. ¿Por qué razón yo no fabrico mis propios zapatos, camisas, pan y demás artículos necesarios para mi actividad diaria? La razón es muy simple. Prefiero comprar zapatos hechos, porque, por ejemplo solo equivale a lo que yo gano en un día de trabajo. Si quisiera manufacturarlo yo mismo, tendría que com¬prar los materiales poseer las herramientas necesarias, y -teniendo todo esto- sin duda demoraría más de un día en producir un par de zapatos de muy inferior calidad y presentación a los que puedo comprar en una zapatería. Al nivel de los individuos, todos ganamos si hay una especialización en el trabajo.

1.2 Semblanza histórica del comercio internacional

Aunque el comercio internacional siempre ha sido importante, a partir del siglo XVI empezó a adquirir mayor relevancia con la creación de los imperios coloniales Europeos, el comercio se convierte en un instrumento de política imperialista. La riqueza de un país se media en función a la cantidad de metales preciosos que tuviera, sobre todo oro y plata. El objetivo de un imperio era conseguir cuanta más riqueza mejor al menor coste posible. Esta concepción del papel del comercio internacional, conocida como mercantilismo, predomino durante los siglos XVI y XVII.

El comercio internacional empezó a mostrar las características actuales con la aparición de los estados nacionales durante los siglos XVII y XVIII. Los dirigentes descubrieron que al promocionar el comercio exterior podrían aumentar la riqueza y, por lo tanto, el poder de su país. Durante este periodo aparecieron nuevas teorías económicas relacionadas con el comercio internacional.

1.3 TEORÍAS

1.3.1 VENTAJA ABSOLUTA.

* LA VENTAJA ABSOLUTA

Adam Smith publica, en 1776, su Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, donde expone nuevos principios e hipótesis sobre la economía internacional, claramente opuestos a las ideas mercantilistas. Smith incorpora los efectos reales del comercio internacional sobre el funcionamiento de la economía, valorando el bienestar que pueda reportar a los ciudadanos. Ello no significa que renuncie a los intereses generales de la nación, sino que éstos quedan asegurados con un mayor bienestar individual: lo que es bueno para los individuos, es bueno para la nación. Nótese que, aunque Smith se preocupó por aumentar la riqueza nacional, no identificó, como lo hicieron los mercantilistas, los intereses del Estado con los de la monarquía, sino con los del conjunto de la sociedad.

Así, para formular su pensamiento sobre el comercio internacional, Smith se basó en uno de los conceptos clave de todo su análisis, la división del trabajo, fuente del crecimiento de la productividad de los trabajadores y de la generación de riqueza. Este principio significa que cada individuo se especializa en la producción de ciertos bienes o servicios que, posteriormente, intercambiará por otros bienes y servicios para satisfacer sus necesidades. La división del trabajo logrará un abaratamiento de los costes productivos y economías de escala. Sin embargo, los beneficios de la especialización quedan limitados por la dimensión del mercado. Por ello, Smith propone la liberalización del comercio internacional, con el objetivo de lograr la mayor amplitud posible del mercado y permitir, así, un proceso de división internacional del trabajo más intenso. Esta ampliación de los mercados nacionales sería una importante función del comercio entre naciones, pero Smith también señaló que, además, el comercio internacional permite la colocación en el exterior de los excedentes productivos nacionales, infiriéndoles un nuevo valor.

Bajo estas premisas, Smith propone qué es lo que debe y no debe producir cada nación, en consonancia con el comportamiento eficiente de una economía doméstica. Así de contundente lo expone: “La máxima de cualquier prudente cabeza de familia es no intentar hacer en casa lo que le cuesta más caro que si lo compra. El sastre no intenta fabricar sus propios zapatos, sino que se los compra a los zapateros (...). Lo que es prudencia en la conducta de una familia, suele serlo en la de un gran reino. Si un país extranjero nos ofrece una mercancía más barata de lo que nos cuesta producirla, será mejor comprarla a cambio de una parte de la producción de nuestra propia industria, debiendo dedicarse ésta a sectores en que tengamos alguna ventaja”.

De esta manera, Smith establece la “teoría de la ventaja absoluta”, bajo la cual un país exportaría (importaría) aquellas mercancías en las que tuviera ventaja (desventaja) absoluta de costes respecto a otro país. Esta ventaja vendría dada por un menor coste laboral en el primer país, asumiendo que el trabajo es el único factor productivo empleado y que es homogéneo internacionalmente.

Por lo tanto, Smith defiende el libre comercio porque algunos bienes se producen más eficientemente en el extranjero, dadas las diferentes ventajas naturales que cada país tiene. El proteccionismo que propugnaban los mercantilistas favorecería la producción interna de bienes que requerirían el empleo de mayor cantidad de recursos que si se produjesen en el exterior, por lo que no sería beneficioso para la riqueza nacional, según Smith. El ahorro que supondría para cada país importar productos a un precio inferior que producirlos aumentaría no sólo su propio bienestar, sino la eficiencia escala mundial. De esta forma, Smith asume otra concepción del comercio internacional totalmente opuesta a la mercantilista, ya que se desprende que del libre comercio podrían beneficiarse todas las economías simultáneamente.

1.3.2 VENTAJAS RELATIVAS.

* LA VENTAJA COMPARATIVA

La contribución de Smith a la comprensión de la existencia y beneficios del comercio internacional resultó decisiva. Sin embargo, no estaba exenta de deficiencias, principalmente en su criterio para lograr la especialización internacional. En este sentido, a principios del siglo XIX, varios autores, entre los que cabe destacar a David Ricardo, realizaron aportaciones novedosas y valiosas para profundizar en la teoría del comercio internacional.

Ricardo parte de una serie de hipótesis, de las que cabe destacar las siguientes. Al igual que Smith, parte de la teoría del valor-trabajo, es decir, el valor de los bienes depende de la cantidad de trabajo que éstos incorporan; además, el trabajo se considera en las proposiciones de Ricardo publicadas en 1817 en su obra Principios de economía política y tributación, que aporta la superación del principio de la ventaja absoluta smithiano por el de la ventaja comparativa.

La productividad es constante dentro de cada país, pero puede variar internacionalmente debido a la utilización de diferentes técnicas productivas. Hay competencia perfecta, los costes unitarios son constantes, los costes de transporte no se tienen en cuenta y no existen obstáculos al comercio internacional.

Bajo estos supuestos, Ricardo establece la teoría de la ventaja comparativa (o de la ventaja relativa), por la que un país debe especializarse en la producción y exportación de aquellos bienes cuyo coste relativo respecto a otros bienes en el propio país sea menor al correspondiente coste relativo existente en otro país. Nótese que, de este modo, las mercancías que un país debe exportar no tienen necesariamente que ser las de menor coste internacional, como proponía Smith.

1.3.3 LIBRECAMBISMO.

Práctica económica que fomenta los intercambios comerciales entre países, eliminando cualquier tipo de trabas aduaneras. Suelen fomentarla los países con una fuerte industria y, por tanto, interesados en exportar.

El librecambismo se inició en el siglo XVIII (fundamentalmente en Inglaterra) y se extendió como doctrina económica a lo largo del XIX. Sustituyó all mercantilismo, que inspiró la política económica de los estados europeos desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII.

El librecambismo es contrario

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