Wall-e. Implicaciones del gasto energético en la salud y su relación con la Educación Física

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Wall-e. Implicaciones del gasto energético en la salud

y su relación con la Educación Física

Wall-e es una película que no deja indiferente con una clara denuncia al maltrato de la naturaleza, la deshumanización a través de la tecnología, el consumismo y al actual estilo de vida sedentario.

El largometraje se inicia con unas imágenes de un planeta tierra desolado por la contaminación y convertido en un gran vertedero de basuras en el que no hay rastro de vida humana ya que no es posible sobrevivir en tales condiciones. Los únicos supervivientes son un pequeño robot humanizado y programado para limpiar la basura de la tierra y una cucaracha que lo acompaña a todas partes. Inevitablemente, esta visión de la tierra nos lleva a reflexionar sí es realmente este el camino hacia donde nos dirigimos con la cantidad de residuos que generamos en la actualidad. Aquí vemos que un mundo sostenible en equilibrio con la naturaleza no se consigue sólo a través del uso de energías renovables (Wall-e se carga a través de la energía solar) sino que requiere una transformación mucho más profunda de nuestros hábitos de consumo, entre otros.

Wall-e se muestra como un robot amable, tranquilo y entrañable, muy motivado en su trabajo a través de sus propios intereses como coleccionar piezas curiosas y recambios para sí mismo. Su vida cambia cuando aparece Eva, un robot sofisticado enviado a la tierra en busca de una señal de vida natural, lo cual significaría que la tierra puede ser nuevamente habitada por la humanidad. Wall-e se enamora y decide compartir todo con Eva como una planta que ha aparecido entre las montañas de basura. Con ello, Eva consigue su objetivo y es devuelta al espacio a donde Wall-e decide seguirla; el amor, la amistad, el contacto con los demás (Eva, la cucaracha) como la gran motivación que nos anima a seguir adelante.

Una vez en el espacio, aparece ante nosotros un nuevo mundo completamente tecnificado; un crucero de lujo donde viven los seres humanos ante la imposibilidad de habitar la tierra. En este mundo, las personas viven sentadas en sillas sin necesidad de hacer nada porque los robots lo hacen todo por ellos generando un sistema de dependencia completa. El estilo de vida de toda la población es sedentario, viven aletargados sin apenas realizar gasto energético; no hay un correcto balance entre lo que se ingiere y se gasta. La falta de movimiento y actividad física, así como los malos hábitos alimenticios generan problemas de salud en la población. Se observa como todos ellos han sufrido una severa pérdida ósea y se han vuelto extremadamente obesos.

La película es una llamada de atención sobre los peligros y consecuencias de llevar una vida sedentaria. Aunque nuestro desarrollo tecnológico no ha llegado aún a los extremos de la película, ya vemos como el sedentarismo aumenta entre la población con los peligros para la salud que ello supone. Es por ello necesario que la Educación Física esté presente en las escuelas que no pueden olvidar el papel fundamental que juegan a la hora de promover la práctica de la actividad física y favorecer hábitos de vida saludables y activos que perduren a lo largo del tiempo incluida la etapa adulta. La película nos muestra la necesidad de movimiento en el cuerpo para participar de la sociedad de manera funcional.

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