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SALUD Y EDUCACIÓN FÍSICA.


Enviado por   •  12 de Junio de 2016  •  Tareas  •  3.517 Palabras (15 Páginas)  •  305 Visitas

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Salud y educación física

Unidad III

Cuando juegan los niños ¿Qué aprenden?

Semestre: 7°.

 

UNIDAD III. CUANDO JUEGAN LOS NIÑOS, ¿QUÉ APRENDEN?

Introducción

Se considera que el alumno en el jardín de niños, se dedica solamente a jugar; y en la escuela primaria se le sanciona si juega. Pero en realidad ¿Qué sucede con las actividades lúdicas?, ¿Cuál es el concepto de juego que tienen los maestros?, ¿Cuándo es apropiado utilizar el juego en la escuela primaria?, ¿para qué le sirve el juego al niño?, ¿Qué aporta el  juego a los aspectos físico y cognoscitivo.

En esta unidad se reflexionara sobre la importancia del juego como una actividad que permite al niño tomar conciencia de su cuerpo y el entorno en que se desenvuelve.

Los textos de Wallon y Chateau, dan cuenta del papel que desempeña el juego en el desarrollo del niño, de su vinculación con el entorno y del significado de la imitación en el juego.

Actividad previa

Realizar un escrito de dos cuartillas sobre “el juego y su importancia en la infancia”

Según Ch. Buhler, el juego es una etapa de la evolución total del niño que se divide en periodos sucesivos. En el primer estadio se manifiestan los juegos estrictamente funcionales, luego aparecen los juegos de ficción, de adquisición y de fabricación.

Los juegos funcionales pueden ser de movimientos muy simples, como extender y encoger los brazos o las piernas, tocar objetos, producir ruidos o sonidos. En los juegos de ficción, como jugar a las muñecas, montar un palo como si se tratara de un caballo, interviene una actividad cuya interpretación es ya más compleja. En los juegos de adquisición, el niño es todo ojo y oídos, se esfuerza en percibir y comprender cosas y seres, escenas, imágenes, cuentos, canciones. En los juegos de fabricación, el niño disfruta acoplando y combinando objetos, modificándolos, transformándolos y creando otros nuevos. La ficción y la adquisición actúan a menudo en los juegos de fabricación. Para el adulto, el juego fundamental es un reposo y por ello se opone a esa otra actividad seria que es el trabajo.

Herbert Spencer considera que el juego es el resultado de una actividad superabundante, según Janet, el juego es estimulante y busca triunfos fáciles. Según Stanley Hall, variando con la edad, los juegos son una reviviscencia de las actividades que el transcurso de las civilizaciones ha hecho que se sucedieran en la especie humana.

Los juegos difieren en el niño y en la niña, prestando sus características al papel que cada uno deberá desempeñar más tarde. En la interpretación de los juegos, la teoría de Freud contradice las teorías de la recapitulación y de la anticipación funcional. Las trampas, que son demasiado frecuentes y demasiado espontáneas, sobre todo en los niños, plantea la cuestión del triunfo.

   En todos los tiempos se ha combinado el azar con el juego, el azar mezcla los placeres funcionales con un cierto sabor de aventura. La ficción forma parte del juego por naturaleza, Janet ha demostrado que el niño no se engaña con los simulacros que utiliza.

El niño repite en sus juegos, las experiencias que  acaba de vivir. Para los más pequeños, la imitación es la regla del juego, la única que les es accesible. El sentimiento de rivalidad que puede experimentar el niño hacia las personas que imita explica las tendencias opuestas a los adultos, de las que a menudo hace gala en sus juegos. La forma que toma la agresividad puede recordar los más antiguos conflictos que han enfrentado al niño con el adulto.

Niños que juegan “a papá y a mamá” o “a marido y mujer” evidentemente buscan reproducir las acciones y los gestos de sus padres, pero su curiosidad los empuja a querer experimentar los motivos íntimos de lo que imitan, no hace mucho tiempo que el objeto preferido de sus exploraciones era su propio cuerpo, luego el de otros. Por ello se profundiza la oposición entre el niño y el adulto y se confirma la intuición de que hay juegos prohibidos.

Conclusión

Para el ser humano en general es importante contar con momentos de esparcimiento que le permitan olvidarse, por un momento del día, de sus obligaciones y responsabilidades, sobre todo como adultos, que nos centramos en proveer lo necesario para el hogar, olvidando el disfrute y relajación que proporciona una actividad lúdica a la vida. Sobre todo a los niños, que su esencia es jugar, inventar, imitar,  entre otras actividades que dan luz a su vida. El juego resulta por tanto, importante en cualquier etapa de la vida, juega un papel relevante para el equilibrio emocional de los estudiantes.

Dentro de las instituciones educativas el papel del juego es vital para la motivación estudiantil, se respira un poco de libertad en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El niño, juega porque básicamente es la manera de aproximarse a su realidad de manera despreocupada, además de la curiosidad que interviene como motivante, la imitación de sus hermanos, primos, amigos, padres, tíos y todo ser humano o mascota que les rodea. Los medios de comunicación juegan un papel importante en cuanto a que el niño pueda observar y desear, juegos electrónicos, series, películas y caricaturas que influyan en su vida, por lo que es importante sugerir a los padres y alumnos el tipo de recreación que favorezca un sano desarrollo físico y mental.

El juego sano fomenta la integración grupal, el aprendizaje dinámico y significativo, debido a que asocia un hecho agradable, no impuesto y se permite dejar un poco de lado la formalidad estricta de la educación para hacerla relajada y divertida.

Tema 1. El niño y el juego

Investigación en internet

Es claramente reconocido por diferentes autores la importancia que el juego tiene en el desarrollo del niño. Ya sea desde el punto de vista funcional, estructural como afectivo, se impone como una actividad posibilitadora del desarrollo. Es de esperarse que los niños jueguen y que a través de ese juego se haga posible la aparición de conflictos, las compensaciones, la realización de anhelos, la socialización y el intercambio.

Veremos desde la perspectiva Piagetiana la evolución de los juegos en el niño y a la vez como dicha evolución se relaciona con los principios del desarrollo de las estructuras cognoscitivas. Piaget clasifica y explica la evolución de los juegos partiendo del periodo sensoriomotriz. Partiendo de esta base elabora tres grandes categorías que le permitirán dar luego su explicación e interpretación del juego según la estructura del pensamiento del niño.

La clasificación de los juegos.

  1. El juego de ejercicio. Esta primera etapa se caracteriza por el hecho de prolongar la ejecución de alguna acción por el puro placer funcional. Comienza en el subestadío II del periodo sensoriomotriz. Lo común en estas actividades de pensamiento es que el niño no tiene para Piaget ningún interés real por el contenido del pensamiento y cuando el interés surge estas ejercitaciones derivan hacia el juego simbólico. A partir de la aparición del lenguaje también va disminuyendo aunque reaparece con cada aprendizaje o el ejercicio de una nueva función. El juego de ejercicio evoluciona y como dice Piaget: “…se transforma tarde o temprano en una de tres: primero, se acompaña de imaginación representativa y deriva entonces hacia el juego simbólico; segundo, se socializa y se orienta hacia el juego de reglas; tercero, conduce a adaptaciones reales y sale así del dominio del juego para entrar en el de la inteligencia practica o en los dominios intermediarios entre estos dos extremos.    
  2. El juego simbólico. Forma parte de una de las cinco conductas que surgen como expresión de la función simbólica o semiótica. Dicha función se desarrolla durante el periodo preoperatorio. Entonces tenemos que en el preoperatorio se va a reconstruir en otro plano lo ya logrado en el nivel sensoriomotriz, el pensamiento del niño es todavía no sistemático impreciso y falto de la movilidad que le otorgará luego la reversibilidad operatoria. El mundo en el que se desenvuelve el niño es el mundo y el lenguaje de los adultos y en este sentido el juego simbólico y la creación de significantes construidos por él, le permiten una forma de expresión acorde a sus necesidades.
  3. El juego reglado. El juego de reglas implica relaciones sociales o interindividuales, donde la regla supone una regularidad impuesta por el grupo y cuya transgresión merece sanción. A partir de los 11 o 12 años disminuye el simbolismo de manera correlativa a una mayor adaptación social. Este tipo de juego es el único que para Piaget persiste en la edad adulta siendo la actividad lúdica del ser socializado. La regla además de construir una regularidad implica una obligación, distinguiéndose dos tipos de reglas: las transmitidas que se institucionalizan y surgen del contexto social y las reglas espontáneas que suponen convenios momentáneos. Entre estas tres formas del juego que son de aparición sucesiva, veremos que surgen relaciones diversas respecto de los juegos de construcción, para Piaget señalan una transformación que orientan la actividad hacia formas de representación más adaptada.

Piaget concibe al juego ligado al pensamiento del niño, siendo su aparición la expresión de una predominancia que es la de asimilación sobre la acomodación. Desecha la idea del juego como una función aislada y lo pone en relación con los procesos del desarrollo constructivo.

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