Delincuencia Juvenil En Colombia Durante El Siglo XXI

Delincuencia Juvenil Colombiana en el Siglo XXI

Yalenis María Carmona Giron

Universidad de Cartagena

DELINCUENCIA JUVENIL COLOMBIANA EN EL SIGLO XXI

Actualmente en el mayor de los casos, los jóvenes colombianos se encuentran envueltos en delitos debido a la educación, formación y o crianza que les brindan sus padres o tutores. Una definición general que le podríamos dar a la delincuencia es, conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden público. Esta definición permite distinguir entre delincuencia (cuyo estudio, a partir de una definición dada de la legalidad, considerada la frecuencia y la naturaleza de los delitos cometidos) y criminología (que considera la personalidad, las motivaciones y las capacidades de reinserción del delincuente). Como mencioné anteriormente el significado de delincuencia, ahora lo delimitamos al adjetivo juvenil, pues desde este punto de vista, quiere decir lo relacionado con los jóvenes.

La delincuencia juvenil para todos los criminólogos no tiene el mismo significado, está se define básicamente en dos puntos:

• 1) Determinar la edad a partir de la cual se puede hablar de delincuencia juvenil.

• 2) Determinar cuáles deben ser las conductas que dan lugar a calificar a un joven como delincuente.

Dependiendo de la edad que tenga el delincuente, podemos referirnos a la delincuencia juvenil, participamos del criterio de estimar como tales a los que cuentan con más de 14 años de edad, un menor infractor lo podría ser hasta los 14 años de edad a partir de este límite, debería ser considerado como delincuente juvenil, teniendo claro qué la delincuencia juvenil se encuentra en la edad más o menos entre los 14 hasta los 17 años, edad en la cual los niños se están formando como seres humanos buenos o malos, tolerantes o intolerantes, pasivos o agresivos, dependiendo de la formación que reciban desde su hogar, su comunidad, su escuela o entorno donde se desarrollen diariamente además este es un periodo en el cual el menor tiende particularmente a relacionarse con chicos de su edad.

Los delitos cometido por jóvenes han sido un fenómeno muy representativo desde el siglo pasado (XX), es unos de los problemas criminológicos que crece cada día más en nuestro país y el mundo entero; este fenómeno se extiende desde los rincones más alejados de la ciudad industrializada hasta los suburbios de las grandes ciudades, desde las familias de clase alta o ricas hasta las familias de clase baja o pobres, es un problema que se da en todas las capas sociales y en cualquier rincón de nuestra civilización.

En la familia los factores que con más frecuencia se encuentran asociados al delito en los jóvenes son: el tener familiares directos que también sean delincuentes, violentos, agresivos y/o que abusen de sustancias; otros jóvenes son poco supervisados y otros maltratados por sus padres; los dejan solos, a su libre albedrio, y cuando los padres están presentes, los maltratan. Los jóvenes actualmente evitan asumir la responsabilidad de sus actos, construyendo casi siempre una justificación que suele ser exitosa para librarlos “es que cuando era niño me maltrataban”. El menor, adolescente o joven se forma atendiendo a los “imputs” que recibe, tanto de su entorno familiar, en la escuela, por sus amigos y por otros aspectos ambientales y hábitos. En el primer entorno mencionado anteriormente (la familia), las normas de disciplina y la relación con los padres juegan un papel vital en el comportamiento social (en este caso, antisocial) del menor; tan perjudicial puede ser una actitud demasiado laxa y falta de interés de los progenitores como una actitud autoritaria que merme la comunicación. En el segundo entorno (la escuela), el bajo rendimiento y el fracaso escolar favorecen la delincuencia; la colaboración entre el centro y los progenitores es básica. En el tercer entorno (las amistades), el contacto con “malas influencias” aumenta el riesgo, aunque el menor proceda de un ambiente socializado;

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