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Desde la antigüedad, Turquía fue escenario de glorificadas épicas


Enviado por   •  15 de Junio de 2018  •  Apuntes  •  1.372 Palabras (6 Páginas)  •  72 Visitas

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Desde la antigüedad, Turquía fue escenario de glorificadas épicas que los cantos de la literatura transmitieron de generación en generación. Los protagonistas de estas gestas eran guerreros. La expresión estética de la belleza por medio de la palabra o el arte ocultaba la cultura militar del dominio. El más grande conquistador fue Alejandro Magno. Un sarcófago conservado en Estambul lo muestra luchando en una de sus cruentas batallas. El escultor Lisipo representó a Alejandro con la energía de un dios. Pero, como el caballo de Troya, que tiñe de mito la legendaria ciudad de la que tomó su nombre, la guerra llevaba en sus entrañas a su adversaria, la paz, deseosa de acabar con la gloria conseguida con tanto sufrimiento. Turquía, espacio de conquistas y asentamientos, es, por encima de todo ello, lugar de cultura, de encuentro, de superación, En Turquía se entreveran tierras y mares en los que desembocaron afluentes del saber humano universal. Dos maravillas del mundo antiguo, el Templo de Artemisa y el Mausoleo de Halicarnaso, se construyeron en este territorio para cimentar el esplendor de estas asombrosas ciudades. Dídima, Éfeso, Esmirna, Mileto, Priene, Troya, Halicarnaso, Constantinopla. Constantinopla es hoy Estambul y en ella está Santa Sofía, uno de los muchos prodigios que ofrece Turquía. Sofía era la diosa de la Sabiduría. Y hoy, en el museo que reúne su pasado cristiano y musulmán, se congrega gente proveniente de todos los mundos, de todas las ideas y religiones para sorprenderse ante su magnificencia y rendir tributo a la inteligencia y al esmero. Con sus 779 452 kilómetros cuadrados, y alrededor de 70 millones de habitantes, Turquía es una república laica donde conviven todas las creencias. Musulmanes, cristianos, agnósticos, escépticos conforman un país que debe ser un puente de entendimiento y progreso por el que, necesariamente, ha de transitar la contemporaneidad. Cantos árabes Recordar, volver a sentir en el corazón lo ya pasado. Vivir de nuevo sentimientos, imágenes, voces que fluyen en el espacio en el que habita el tiempo. Dicen que la memoria es selectiva y que filtra los recuerdos haciendo que estos se distancien de lo realmente acontecido. Pero los recuerdos pertenecen a los territorios de la intimidad y la verdad del pasado solo germina en ellos. El recuerdo es subjetividad, como la voz en off de una narración. O como la mirada diversa de un viajero. Solo las ciudades profundas atesoran en su interior, como las personas, el dulzor o la amargura de los recuerdos. (SUSURRA) Estambul es una ciudad íntima. Es recuerdo y agua. Suenan gotas de agua Agua de manantiales y vertientes subterráneas guardada con mimo para regar la árida península que albergaría una de las ciudades imperecederas del mundo. Agua transportada por acueductos romanos, almacenada en cisternas bizantinas, espiritualizada en fuentes otomanas. Agua de sed, de recreo, de meditación. Agua de mar que en el Estrecho del Bósforo une Occidente con Oriente, por la que navegaron civilizaciones, en la que hallaron sustento y riqueza los habitantes de la ciudad. Aguas que vinculan Europa y Asia. Porque Estambul, que fue Constantinopla, que fue Bizancio, siempre ha tenido vocación de convergencia. El poeta Nedim exclamó: "¿Será posible un día, Estambul, describirte? No". Ante tanta grandeza, se impone la sencillez de la vida cotidiana porque los recuerdos, a veces, abruman. Su gente sobrevive a la nostalgia del tiempo en una ciudad de encanto impregnada con su melancólico pasado, pero impulsada por las ansias de vivir. Viajar es experimentar, conocer. A través del viaje, se alientan relaciones entre gente de diferentes costumbres. Europa y Asia, que en Estambul se unen, son mundos fronterizos. Pero ¿qué es una frontera? ¿Cuál es la visión que tienen los habitantes del otro lado de las personas que viven tras ella? La mirada abierta y sensible desmonta muchos prejuicios, da la vuelta a las expectativas hasta las fronteras difusas donde desaparecen los obstáculos y el miedo a lo desconocido que a menudo impregnan la mutua desconfianza. Las personas de todos los mundos comulgan sus deseos. La felicidad, la pasión y el deseo, la tristeza por

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