Ensayo De Liderazgo En Educacion
mystofmagick5 de Marzo de 2012
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Ensayo sobre liderazgo Educativo
INTRODUCCIÓN
La pregunta sobre el tema de liderazgo educativo tiene numerosas aristas dentro del sistema educativo. Incluso como país deberíamos pensar en qué tipo de liderazgo se requiere para nuestras escuelas y específicamente para la formación de nuestros niños.
A través de la revisión de los conceptos de liderazgo, se pretende reflexionar respecto al rol del Director y del docente dentro de una unidad educativa, y el tipo de liderazgo que debe propiciar, sobretodo en la cultura escolar chilena marcada por el autoritarismo y el acatamiento.
Sin embargo esta reflexión no puede estar ajena a elementos de contextos del sistema educacional chileno, debido a la evolución que ha tenido en Chile el rol del docente que a partir de los años 80 pierde su categoría empleados públicos, quedando su labor supeditada a las condiciones del mercado.
A lo anterior, se agrega que el sistema educativo chileno se encuentra altamente segmentado por nivel socioeconómico y por consiguiente, los niños de los quinteles más pobres quedan marginados de acceder a una educación de calidad y a mayores oportunidades de mejorar su calidad de vida.
En este contexto la pregunta, adquiere relevancia qué tipo de liderazgo se requiere en las escuelas más pobres del país. Algunas pistas las pueden entregar la experiencia desarrollada por las escuelas efectivas, que analizando los factores de éxito en su gestión, uno de los aspectos clave ha sido el liderazgo pedagógico que ejercen tanto docentes como directivos de un centro escolar.
1. Contexto Histórico de la Formación del profesorado
En primer lugar se analizará los cambios que históricamente ha sufrido el profesorado en Chile.
En los años 60 y 70 la cultura docente, se percibían como “servidores públicos”, basados en su vocación y en sus valores profesionales. Este rasgo fue favorecido por la feminización del cuerpo docente (López, 1998). El desarrollo de la noción “trabajador de la educación” surgió en los años 60, y constituyó la transición hacia el desarrollo de una cultura profesional. (Núñez, 1990: 214- 222)
Otro rasgo de la cultura del magisterio son los valores de igualdad, integración nacional y democracia, que era expresado en el compromiso profesional o pedagógico con los alumnos y las familias, que se manifiesta en el plano del discurso y de la acción pública de sus organizaciones, que tomaron la opción de del desarrollo de una política pública como la ampliación de la oferta educativa, el carácter público de la escuela, que eran concebidos como instrumentos culturales de la construcción de la ciudadanía democrática.
Los profesores normalistas, eran principalmente mujeres cuyo sello, era su bagaje cultural o científico, servicio social, su compromiso con los más pobres y la entrega afectiva. En el ámbito profesional, lo más representativo era su carácter formativo antes que instruccional, se les reconocía como “formadores de formadores” por su eficaz práctica en las escuelas primarias.
En los 60, surgen las carreras de formación básica, radicada en las Universidades, que eran alumnos egresados de la educación secundaria. Los formadores de estos nuevos jóvenes no eran normalistas, sino especialistas en las distintas disciplinas de curriculares de las facultades. Este último modelo se acercaba a una imagen de nuevo profesor de Educación Básica, la imagen de profesional moderno, menos comprometido con las causas sociales.
La descentralización del sistema educativo en los años 80, debido a la tendencia internacional de flexibilización del mercado y precarización de las condiciones laborales, debido a la implementación de políticas neoliberales y el debilitamiento del sindicalismo; se creó un libre mercado de trabajo docente, en que la carrera y el monto de los salarios dependiera de las calificaciones y del rendimiento de los maestros y en que, la remuneración era decidida en el ámbito comunal. De hecho, los trabajadores de la educación del sector municipal y privado subvencionado, no tuvieron derecho a negociación colectiva hasta el año 1990. Un efecto de la aplicación de esta política, unida al fuerte deterioro del gasto público en educación a partir de 1983, fue que las remuneraciones de los docentes cayeron un 38% en el período 1981 – 1990, mientras que el promedio de la economía sólo lo hicieron en 3,8% (Rojas, 1998)
En régimen democrático se colocó en marcha “Estatuto Docente”, que básicamente buscaba incentivar la profesionalización en el ejercicio de la labor docente, mejorar la calidad de la educación mediante la creación de condiciones profesionales y laborales para proporcionar mayor estabilidad laboral, mejorar las remuneraciones, introduciendo un sueldo básico mínima nacional, complementada con un sistema de asignaciones en el sector municipal y de negociación colectiva en el sector particular y establece la asignación de desempeño difícil.
La Jornada Escolar Completa, fue pensada para el fortalecimiento docente, ya que permitio la posibilidad que un mayor número de docentes, pudiera permanecer más tiempo en un establecimiento, mejorando condiciones de trabajo y el fortalecimiento de la gestión pedagógica en su escuela. Esto último no ha sido evaluado como política pública. Sin embargo, no se puede desconocer que un grupo de docentes se vio afectado negativamente, ya que al perder una fuente laboral, vieron reducidos sus ingresos.
El Colegio de profesores como asociación gremial ha sido critico a esta políticas, sus demandas se han sido principalmente temas saláriales. Otro punto de tensión actual ha sido la incorporación de la evaluación docente.
2. La Misión del profesor
La misión del maestro es contribuir al crecimiento de los alumnos, ya sea, desde espacios estructurados para la enseñanza sistemática e incorporando dimensiones biológicas, afectivas, cognitivas, sociales y morales. Su función es mediar, asistir, guiar y orientar, y despertar el interés en el proceso por el cual los niños y niñas desarrollan sus conocimientos, capacidades, destrezas, actitudes y valores en el marco de un comportamiento que valora a los otros y respeta los derechos individuales y sociales.
Esto permite definir el perfil del docente, y los elementos que le permitan desempeñarse bien, entre los que se encuentran:
Comprometerse con la tarea educativa y con el desarrollo de aquellos a quienes educa, reconociendo y valorando su diversidad.
Tener apropiación del conocimiento, de las disciplinas curriculares que enseña, como de las estrategias que usa para que sus educandos aprendan.
Disponer de condiciones y estrategias para asumir con responsabilidad la gestión y evaluación del aprendizaje de sus alumnos y alumnas.
Estar en condiciones de continuar aprendiendo a lo largo de su vida profesional, a partir de una reflexión crítica y sistemática sobre su trabajo docente.
Reconocerse como miembro de una profesión docente, colaborando con sus colegas en el ámbito de la unidad educativa y ser copartícipe en las tareas destinadas a mejorar tanto su desempeño profesional, como el de la educación nacional.
Uno de los instrumentos que permiten conocer, evaluar y establecer estándares de desempeño, es el Marco de la Buena Enseñanza[1], en este instrumento se establecen los criterios para evaluar el desempeño de los docentes. Los estándares son patrones o criterios que permiten emitir en forma apropiada, juicios sobre el desempeño docente y fundamentar las decisiones que deban tomarse. Descansan sobre la base de dos elementos conceptuales importantes, los conocimientos y capacidades requeridas para un buen ejercicio docente y los elementos constitutivos del proceso de enseñanza aprendizaje.
En Chile, además, se ha incorporado la evaluación docente cuyo principal objetivo es el fortalecimiento sostenido de la profesión docente, específicamente del desempeño profesional, potenciando los procesos pedagógicos mediante el reconocimiento de sus fortalezas y el mejoramiento de sus debilidades, con el fin de favorecer mejores aprendizajes de los niños, niñas y jóvenes. En este sentido la evaluación, tiene un carácter fundamentalmente formativo. Además, la evaluación aportara valiosa información al Sistema de Formación Inicial y Continua de los docentes.
3. Problemas Estructurales del Sistema Educativo
En Chile existe una diversidad de dependencia de establecimientos educacionales, se encuentra el sector municipal, particular subvencionado, financiamiento compartido ( a partir de 1993) y particular pagado. Con esto, se buscaba la descentralización administrativa de los colegios.
Sin embargo, este sistema ha aumentado la segmentación social, según el Mideplan ( 2000), esto tiene directa relación con el nivel de ingresos de los padres. En el año 2000, el 80,9% de los alumnos que asisten a enseñanza básica y el 72,1% de los alumnos que asisten a la enseñanza media en establecimientos municipales pertenece a los deciles uno al cinco. Por tanto, el sector municipal atiende preferentemente a la población de menores ingresos del país.
En cambio, el 82,9% de los niños y niñas que asiste a enseñanza básica y el 79;7% de los adolescentes que asiste a enseñanza media en establecimientos con dependencia particular pagada, pertenece a los deciles octavo, noveno y, especialmente al décimo, que corresponden a los hogares con los ingresos más altos.
A los establecimientos educacionales
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