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Ensayo De Liderazgo En Educacion


Enviado por   •  5 de Marzo de 2012  •  4.057 Palabras (17 Páginas)  •  975 Visitas

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Ensayo sobre liderazgo Educativo

INTRODUCCIÓN

La pregunta sobre el tema de liderazgo educativo tiene numerosas aristas dentro del sistema educativo. Incluso como país deberíamos pensar en qué tipo de liderazgo se requiere para nuestras escuelas y específicamente para la formación de nuestros niños.

A través de la revisión de los conceptos de liderazgo, se pretende reflexionar respecto al rol del Director y del docente dentro de una unidad educativa, y el tipo de liderazgo que debe propiciar, sobretodo en la cultura escolar chilena marcada por el autoritarismo y el acatamiento.

Sin embargo esta reflexión no puede estar ajena a elementos de contextos del sistema educacional chileno, debido a la evolución que ha tenido en Chile el rol del docente que a partir de los años 80 pierde su categoría empleados públicos, quedando su labor supeditada a las condiciones del mercado.

A lo anterior, se agrega que el sistema educativo chileno se encuentra altamente segmentado por nivel socioeconómico y por consiguiente, los niños de los quinteles más pobres quedan marginados de acceder a una educación de calidad y a mayores oportunidades de mejorar su calidad de vida.

En este contexto la pregunta, adquiere relevancia qué tipo de liderazgo se requiere en las escuelas más pobres del país. Algunas pistas las pueden entregar la experiencia desarrollada por las escuelas efectivas, que analizando los factores de éxito en su gestión, uno de los aspectos clave ha sido el liderazgo pedagógico que ejercen tanto docentes como directivos de un centro escolar.

1. Contexto Histórico de la Formación del profesorado

En primer lugar se analizará los cambios que históricamente ha sufrido el profesorado en Chile.

En los años 60 y 70 la cultura docente, se percibían como “servidores públicos”, basados en su vocación y en sus valores profesionales. Este rasgo fue favorecido por la feminización del cuerpo docente (López, 1998). El desarrollo de la noción “trabajador de la educación” surgió en los años 60, y constituyó la transición hacia el desarrollo de una cultura profesional. (Núñez, 1990: 214- 222)

Otro rasgo de la cultura del magisterio son los valores de igualdad, integración nacional y democracia, que era expresado en el compromiso profesional o pedagógico con los alumnos y las familias, que se manifiesta en el plano del discurso y de la acción pública de sus organizaciones, que tomaron la opción de del desarrollo de una política pública como la ampliación de la oferta educativa, el carácter público de la escuela, que eran concebidos como instrumentos culturales de la construcción de la ciudadanía democrática.

Los profesores normalistas, eran principalmente mujeres cuyo sello, era su bagaje cultural o científico, servicio social, su compromiso con los más pobres y la entrega afectiva. En el ámbito profesional, lo más representativo era su carácter formativo antes que instruccional, se les reconocía como “formadores de formadores” por su eficaz práctica en las escuelas primarias.

En los 60, surgen las carreras de formación básica, radicada en las Universidades, que eran alumnos egresados de la educación secundaria. Los formadores de estos nuevos jóvenes no eran normalistas, sino especialistas en las distintas disciplinas de curriculares de las facultades. Este último modelo se acercaba a una imagen de nuevo profesor de Educación Básica, la imagen de profesional moderno, menos comprometido con las causas sociales.

La descentralización del sistema educativo en los años 80, debido a la tendencia internacional de flexibilización del mercado y precarización de las condiciones laborales, debido a la implementación de políticas neoliberales y el debilitamiento del sindicalismo; se creó un libre mercado de trabajo docente, en que la carrera y el monto de los salarios dependiera de las calificaciones y del rendimiento de los maestros y en que, la remuneración era decidida en el ámbito comunal. De hecho, los trabajadores de la educación del sector municipal y privado subvencionado, no tuvieron derecho a negociación colectiva hasta el año 1990. Un efecto de la aplicación de esta política, unida al fuerte deterioro del gasto público en educación a partir de 1983, fue que las remuneraciones de los docentes cayeron un 38% en el período 1981 – 1990, mientras que el promedio de la economía sólo lo hicieron en 3,8% (Rojas, 1998)

En régimen democrático se colocó en marcha “Estatuto Docente”, que básicamente buscaba incentivar la profesionalización en el ejercicio de la labor docente, mejorar la calidad de la educación mediante la creación de condiciones profesionales y laborales para proporcionar mayor estabilidad laboral, mejorar las remuneraciones, introduciendo un sueldo básico mínima nacional, complementada con un sistema de asignaciones en el sector municipal y de negociación colectiva en el sector particular y establece la asignación de desempeño difícil.

La Jornada Escolar Completa, fue pensada para el fortalecimiento docente, ya que permitio la posibilidad que un mayor número de docentes, pudiera permanecer más tiempo en un establecimiento, mejorando condiciones de trabajo y el fortalecimiento de la gestión pedagógica en su escuela. Esto último no ha sido evaluado como política pública. Sin embargo, no se puede desconocer que un grupo de docentes se vio afectado negativamente, ya que al perder una fuente laboral, vieron reducidos sus ingresos.

El Colegio de profesores como asociación gremial ha sido critico a esta políticas, sus demandas se han sido principalmente temas saláriales. Otro punto de tensión actual ha sido la incorporación de la evaluación docente.

2. La Misión del profesor

La misión del maestro es contribuir al crecimiento de los alumnos, ya sea, desde espacios estructurados para la enseñanza sistemática e incorporando dimensiones biológicas, afectivas, cognitivas, sociales y morales. Su función es mediar, asistir, guiar y orientar, y despertar el interés en el proceso por el cual los niños y niñas desarrollan sus conocimientos, capacidades, destrezas, actitudes y valores en el marco de un comportamiento que valora a los otros y respeta los derechos individuales y sociales.

Esto permite definir el perfil del docente, y los elementos que le permitan desempeñarse bien, entre los que se encuentran:

Comprometerse con la tarea educativa y con el desarrollo de aquellos a quienes educa,

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