Evolución del pensamiento sobre lo indígena y su relación con la arqueología.

Evolución del pensamiento sobre lo indígena y su relación con la arqueología.

La concepción con respecto a lo indígena en nuestra sociedad esta basada en un  sinnúmero de costumbres católicas y europeas que son legados de la colonia y del pensamiento eurocéntrico, incluso aun algunas de estas continúan en vigencia.

El pasado precolombino era menos que relevante para los colonizadores españoles, pero cuando se inicio el proyecto de la nueva nación (colombiana) este tomo cierta Importancia, no como un tema de interés real, sino como una herramienta, para crear una identidad que ayudara a diferenciar este continente del europeo.

Entonces surgió un problema, ¿Cómo se puede construir una identidad con base en algo de lo que prácticamente no se sabe nada? Así es como entran en el juego el despojos materiales que dejaron los antiguos pobladores del continente, como una manera de interpretar los antiguos grupos humanos.

La arqueología a lo largo del tiempo a sufrido un sinnúmero de cambios basados en diferentes teorías, pero ya en el siglo XX se consolido como una disciplina científica y se establecieron parámetros específicos que de dieron mayor validez y exactitud a los datos arrojados por sus estudios.

En la conquista, los pueblos nativos se vieron enfrentados a afirmaciones acerca de ellos, basadas en los ideales del colonialismo y en la concepción de la iglesia católica, las cuales dejaron por sentado que los habitantes de estas tierras eran inferiores fisiológicamente y además todas sus expresiones culturales fueron catalogadas como demoniacas, por el clero.

Ya con el prejuicio anterior instaurado en el pensamiento de los colonizadores se inicio una cacería indiscriminada de material arqueológico con base en la idea de su procedencia demoniaca. Sin embrago, “Algunas personas pensaron que objetos que hoy se llamarían arqueológicos debían conservarse Porque ayudarían a averiguar cosas sobre las sociedades que los hicieron.” (Langebaek 2003, pág. 20). Así nace el ideal que a la larga llevaría a la  fundación de la arqueología como ciencia.

Aunque el ideal de que los objetos materiales podrían contribuir información acerca de los antiguos pobladores de américa era contradictorio con la concepción católica, Francisco Romero, quien tenia la tarea de destruir santuarios arhuacos

En la sierra nevada, “se tomó el trabajo de describir las ofrendas indígenas que se hallaban en ellos.” (Langebaek 2003, pág. 20). Antes de llevar a cabo su labor.

La concepción de los objetos indígenas, fue la de obras del demonio como lo relata el texto, “las estatuas de San Agustín no las habían tallado seres humanos, sino el mismo demonio” (Langebaek 2003, pág. 22), pero esa mentalidad encontraría una contradicción dentro de la misma iglesia.

José Domingo Duquesne, les atribuyo la autoría a los pueblos nativos de objetos, como las esculturas de San Agustín, pero además planto la hipótesis de que los antiguos habitantes de estas tierras tenían un sistema de calendarios, lo cual ya les daba cierto nivel de civilización.

La ilustración en el siglo XIII, desato una serie de cambios en los sectores económico, político y social en la época, Los cuales revolucionaron entre otras cosas el pensamiento acerca del continente americano, despertando un interés renovado hacia el nuevo mundo.

Estos nuevos ideales vinieron a este lado del océano de la mano de intelectuales como Humboldt y José Celestino Mutis.

Este interés hacia el continente desemboco en una seria de conflictos académicos entre dos bandos por decirlo así. Los euro centristas como, De Paw, Bufón y Robertson, Los cuales planteaban el ideal de la debilidad del medio americano, y de todo lo que se desarrollara o viviera en el. En el otro bando se encontraban los criollos que trataban de refutar dicho argumento trayendo a colación los trabajos de Francisco José de Caldas, Manuel del Socorro Rodríguez, entre otros naturalistas de origen americano.

Con el inicio del proceso de independencia “El término “americano” sufrió un cambio semántico notable. En vez de referirse a los indígenas, pasó a identificar a los nacidos en América” (Langebaek 2003, pág. 70). Con esto se evidencia el afán que surgió por diferenciarse de alguna manera de los europeos, pero aun manteniendo sus sistemas elitistas, ya que se trataba de crear una identidad en base a la historia de los pueblos indígenas antiguos (principalmente Muiscas y Taironas), pero se dejaban de lado los grupos aun existentes demostrando una vez mas una actitud excluyente.

Pero hay que saber que la mayoría de afirmaciones acerca del medio americano y de sus habitantes, estaban basadas en simples teorías sin fundamentos solidos, por ejemplo la mayoría de los defensores de la posición eurocéntrica, nunca habían pisado el continente, basaban sus teorías en relatos vagos como por ejemplo las crónicas de los conquistadores españoles, y los naturalistas criollos planteaban teorías desde su idea de dignificar la condición de americano, pero al igual que europeos carecían de pruebas contundentes.

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