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La violencia en Colombia. TÁCTICAS Y NORMAS DE LOS GRUPOS EN ARMAS

raul agudeloEnsayo27 de Marzo de 2016

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Ética y Cultura Política

Ponencia – La Violencia en Colombia Cap. VII y VIII

Raúl Horacio Agudelo Barrera

Martes 18:15 (Grupo 20133)

Programa de Contaduría Pública – Semestre I

Corporación Unificada de Educación Superior – CUN

Bogotá. Colombia

311 5023125

raul.agudelo@cun.edu.com

Profesor: Camilo Ernesto Bravo Gómez

LA VIOLENCIA EN COLOMBIA

Cap. VII – TÁCTICAS Y NORMAS DE LOS GRUPOS EN ARMAS

Los grupos “alzados en armas” utilizaron las zonas montañosas o sectores productivamente grandes, de manera estratégica, por factores de seguridad y financiación. Dentro de los grupos armados se generaron normas o reglas, algunas más informales que otras, como el boleteo.

BOLETEO

Esta práctica utilizada inicialmente en el Valle y Caldas, para agredir a sus enemigos, es la más utilizada, y consiste en anónimos que ordenan al destinatario, el abandono de las regiones, estipulando el plazo en días u horas, que tienen para el desalojo. Utilizando un vocabulario ofensivo y mal redactado, y casi siempre acompañado por emblemas bélicos como armas, ataúdes o puñales.

Cuando el boleteo, no tiene efecto en la victima, o la organización necesita agilizar el propósito del mismo, Esta es atacada en la noche, por encapuchados que arremeten con insultos y disparos, casi siempre terminando con la víctima y en ocasiones su familia; sirviendo esto a su vez, como lección para la vereda, de las consecuencias de hacer caso omiso a los “boletos”.

OTRAS TACTICAS INFORMALES

        Como medio de comunicación utilizaron pequeños pitos con los cuales simulaban el canto de aves, y a través de silbidos especiales que en la selva, perturbaban a los militares, ya que estos lo interpretaban como una señal de peligro.

        Utilizaban el cuerno, para alertar sobre peligros, o convocar a reunión, y se comunicaban entre sí, con mensajes ocultos en ramas, corteza de los árboles, con consignas tales como:

  • “Con el ejército no”
  • “Echen pal morro” (avancen)
  • “Pase Muerte” (si pasa, morirá)
  • “Aquí empiezan”
  • “Aquí acabamos”

Se generó una red de espionaje desde el poblado a las veredas, que fue optimizándose de acuerdo a las necesidades del conflicto.

        A pesar de tener algunas normativas generales en las diferentes zonas, en muchas ocasiones se dictaban órdenes específicas, generadas por las circunstancias del grupo o lugar, estas estipulaban el cese de ataques, la motivación de las fuerzas, el castigo para los desobedientes de las mismas, controles de suministros y munición. Estas comunicaciones se debían presentar a todos los puestos a orden de dicho comando, porque no cumplirlas, se interpreta como una infracción que será castigada severamente.

        El Coronel Gustavo Sierra Ochoa, interpreto algunas de las tácticas guerrilleras especialmente de los llanos orientales:

  • “Los bandoleros” se pueden movilizar con facilidad gracias a su equipo rudimentario y liviano.
  • Nunca marchan en grupo de día, lo hacen en grupos de 3 a 7 hombres.
  • Se movilizan por caminos poco convencionales, siempre lo más cerca al monte posible y tratando de no dejar evidencia de su paso.
  • Prefieren movilizarse entre 3 am y 6 am.
  • Solo hacen recorridos largos, cuando van a caballo, y buscan siempre un camino alterno al convencional.
  • Para evitar inconvenientes de logística de alimentación y alojamiento, solo se reúnen para atacar.
  • Sus provisiones para marchar, se componen de tajadas de plátano, carne fría, panela, básicamente alimentos poco perecederos.
  • Sus ataques siempre tienen como objetivo, conseguir armas, suministros, ropa o eliminación de enemigos o no simpatizantes de su causa.
  • El factor sorpresa es su fuerte.
  • No utilizan su nombre de pila, lo hacen a través de remoquetes.
  • Nunca combaten si no están seguros de que conseguirán la victoria.
  • Utilizan tácticas terroristas, para lograr un efecto psicológico.
  • Siempre referencian la persecución política.
  • Manifiestan constantemente, su gran número de “revolucionarios”, armamento, poder y el valor de sus líderes.
  • Procuran no utilizar armas de fuego, prefieren las armas blancas, y cuando ya han tomado todo lo que necesitan, se retiran a zonas alejadas, apoyadas por un servicio de desprendimiento que los protege.
  • Utilizan las zonas montañosas para emboscar a las tropas que van en comisión.
  • Cuando no logran tener éxito en sus ataques, dan la señal acordada para dispersarse entre el monte, se organizan nuevamente y continúan permanentemente las emboscadas.
  • Utilizan ríos y bosques como obstáculos naturales, que apoyen sus ataques.
  • Su combate es defensivo, para mantener sus áreas de influencia.
  • Tienen especialistas en armamento pesado, francotiradores y explosivos.
  • Se movilizan rápidamente y recorren grandes distancias, esto genera una sensación de que son numerosos efectivos, y varios frentes de lucha, desconcertando a las tropas.

LA MISTICA GUERRILLERA

        Un elemento poderosamente llamativo es el la “mística del guerrillero”, los jefes guerrilleros, son elegidos o designados por los “muchachos” en consejos de iguales, son considerados amigos, siempre van adelante, comparte como igual los peligros del grupo, se le respeta por su valentía, cualidades de liderazgo o despiadada crueldad.

“La fuerza del guerrillero no es el arma física que lleva al hombro o le pende al cinto, sino la fuerza moral conquistada dentro de sí mismo, en medio del fuego. Es la unidad superior del hombre que toca los linderos de los dioses.” (Germán Guzmán-Campos, 1962, pag. 228)

Cap. VIII – MANIFESTACIONES CULTURALES DE LOS GRUPOS EN CONFLICTO

        En este capítulo se registran aspectos culturales de los grupos armados, que quizá por su trivialidad son omitidos en los estudios y ensayos sobre la violencia, estos aspectos tienen una importancia sociológica significativa.

FINANCIACIÓN

        El grupo en armas, debe atender el factor económico que compete a su propia subsistencia, mediante la utilización vandálica de cultivos y ganadería, luego que el comercio tradicional se desapareciera.

Es entonces cuando los jefes deciden implementar los aportes forzosos, obligando a los campesinos, copartidarios o en ocasiones a toda la ciudadanía, a generar dichos aportes, para mantenerse como “organización” o “movimiento”.

Otros como los “comisarios”, de la organización comunista rural, vivieron de los tributos impuestos a los labriegos.

Todos estos grupos explotadores imponen como alternativa al agricultor: “O paga, o es muere o, o se va”. A los ricos les exigían altas sumas de dinero, a través de chantajes de muerte.

Fue tan trágica la situación, que existen testimonios como: “Tengo tres fincas muy buenas, y me estoy muriendo de hambre”.

En Chocó el tráfico de mujeres se constituye como fuente de ingresos, principalmente para Adriano Romaña (“El Teniente”), Pablo Córdoba (“El Cabo”) y Narciso Mosquera.

Posiblemente por problemas de financiación los violentos se ensañaron con el área cafetera, en épocas de alta producción de café, la violencia aumentaba de manera significativa. Los grupos interesados ocupan fincas, destierran a sus propietarios y se benefician del fruto. Se ha asegurado que hubo tráfico de armas, a través del intercambio de estas por café y semovientes, o dinero de los aportes forzosos.

LA DOTACIÓN BÉLICA Y EL VESTIDO

        Es mentira que los grupos revolucionarios se equiparan de armamento moderno, o por lo menos no, en el primer periodo de violencia. Sus armas eran escopetas de fisto, pistoletas y bombas caseras, que demostraban la inventiva de los campesinos.

        Gradualmente los grupos se armaron, con las dotaciones arrebatadas a las tropas, atacando patrullas del Ejército, y despojándolas del armamento pesado como fusiles y ametralladoras. En algunos sectores, por ejemplo Cundinamarca, se distribuyeron entre los campesinos, los fusibles disponibles durante el 9 de Abril de 1948.

        El guerrillero solo lleva la mochila de fique con munición, alimentos, el revolver o el machete al cinto, va “a pata limpia”, con apenas cotizas o tenis livianos, usa camisa, pantalón caqui o dril, y un sombrero de alón de paja.

INSIGNIAS Y SÍMBOLOS

         Se observó dentro de los grupos cierto uso de insignias y símbolos que sirvieron para identificarse e incrementar la moral de los miembros. Así los liberales del sur del Tolima “limpios”, llevaban en el hombro derecho, la cruz latina sobre un corazón y las palabras “Dios y madre”. Muchos “comunes” comunistas alardeaban con un tatuaje en el brazo izquierdo con la hoz y el martillo y el nombre del capitán.

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