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Naturaleza sociedad y medio ambiente


Enviado por   •  10 de Mayo de 2018  •  Informes  •  10.192 Palabras (41 Páginas)  •  198 Visitas

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ÍNDICE:

Introducción:        2

Estructura del informe:        3

Marco Teórico:        4

I.        Sociología y medio ambiente:        4

II.        La contaminación, un hecho social:        8

Comentarios de las notas periodísticas:        12

a)        Oro negro y oro verde:        12

b)        El río Rímac y un peligro latente:        14

c)        Medio ambiente y supervivencia humana:        15

d)        Biodiversidad e importancia para los peruanos:        16

e)        Comunidades indígenas vs ingreso de petroleras y Camisea:        17

Casuística:        21

Conclusiones:        24

Recomendaciones:        25

Bibliografía:        26

Bibliografía utilizada por Rosa Valladares        26

Bibliografía utilizada por Christian Valderrama        26

Bibliografía utilizada por Noelí Zabarburú:        27


        

Introducción:

La sociología definida como la forma en que la sociedad se observa a sí misma (N. Luhmann), plantea para sus profesionales el hecho de ser los lentes por los que se filtran las problemáticas complejas y diversas (socioambientales, socioculturales) que la especie humana construye en el devenir de su vida, condicionada por las leyes naturales y la vida en grupo que determina su actuación social: la construcción de las “leyes” sociales.

La sociología, ampliando su mirada hacia una comprensión de la interpenetración constante entre sistemas medioambientales y sistemas sociales, debe dar cuenta de: los efectos físicos–biológico–culturales del proceso de la modernidad (proyecto económico–político tendiente a la homogeneización cultural y a la internacionalización de los procesos económicos) sobre grupos humanos y otros sistemas vivos en los efectos de cambio sociocultural–biológico–adaptativo y patológico–evolutivo.

Así pues una “sociología ambiental”, espacio social de construcción de categorías en el que nos desplazaremos, debe diagnosticar los problemas sociales (socio-psíquicos, ambiental-societal, ambiental-conservacional) desde la concepción y divulgación de los modos en que se enfrentarán estos como problemas de conocimiento, al igual que deberá seguir los procesos de aplicación de las categorías, los conceptos y “las políticas” que logren la cura social o el tratamiento en el tiempo de las anomias en pro de la reducción de los síntomas y de la prevención de nuevos impactos que generen sistemas vivos más saludables, al crear problemáticas y concepciones del mundo (modos cotidianos de actuar) cargados de sentido.

En estos términos, lo que se quiere es lograr conjuntos de actos–teorías que den cuenta de la construcción histórica de las problemáticas, la función social y ecosistémica de los seres vivos, y el papel de actores sociales, de constructores de historia colectiva de los grupos humanos, en especial de aquellos que dominados en los campos de juego sociales buscan una visión procesual ayudada por el “pensamiento complejo”, “la teoría del caos”, y “la ecología política” y no tanto lo funcional-estructural (modelo económico-político del liberalismo, desarrollo sostenible, sustentabilidad) de las producciones humanas desde/hacia los biosistemas).

En función a lo anteriormente expuesto, desarrollaremos el presente informe acerca de cómo influye la alteración de nuestro medio y naturaleza, en nuestra sociedad.

 

Estructura del informe:

La introducción está a cargo de Noelí Zabarburú, el marco teórico está a cargo de Rosa Valladares, la segunda parte en las que nos enfocamos por decisión grupal fue el desarrollo de la contaminación. El desarrollo de la contaminación como hecho social fue desarrollado entre Noelí Zabarburú y Christian Valderrama, los comentarios de las notas periodísticas fueron realizado en grupo, la casuística por distritos lo realizó cada integrante, asimismo después de reunirnos y tener una lluvia de ideas, obtuvimos las conclusiones y recomendaciones del informe.

 Finalmente, el trabajo lo ha unido Christian Valderrama.

No hemos tenido inconvenientes y hemos desarrollado el trabajo, sin mayores percances


Marco Teórico:

  1. Sociología y medio ambiente:

Existen razones que explican el descuido observado en la tradición sociológica hacia lo ambiental. Para los fundadores de esta disciplina el medio ambiente no aparece como objeto de reflexión, y algunos autores han notado esta ausencia al mismo tiempo que explican su reciente surgimiento como objeto de interés sociológico. Se le enfatiza como producto de la interacción social o de cambios profundos en el ser moderno.

Autores como Buttel, aducen que la sociología occidental puede ser vista como el reflejo de una doble relación respecto a la biología, la ecología y el medio ambiente no humano que afecta el ulterior desarrollo de esta disciplina. Por una parte, la sociología estuvo altamente influida por imágenes biológicas y ecológicas, por ejemplo, adoptó métodos biológicos en una etapa de su desarrollo. Por otra parte, se vio forzada a reaccionar contra el reduccionismo biológico presente en algunas escuelas del pensamiento, particularmente el darwinismo y el determinismo ecológico. La ambivalencia de la sociología respecto de la biología y de la ecología tiene que ver con el hecho de que la sociedad humana es a la vez parte de la cadena natural de la vida y una creadora particular de un medio ambiente social compuesto de símbolos y de cultura. La sociología ha sido pensada como una ciencia moderna o como la ciencia de la modernidad (Habermas, 1985; Giddens, 1984; Beck, 1992). Como tal, personifica todas las principales características del periodo histórico moderno y todos los principios que hacen de la modernidad una forma particular de organización de la vida social. Parte de esta definición incluye los principios de democracia, libertad y libre albedrío, así como la fe en el pensamiento racional, en la ciencia, la tecnología, la industria y el progreso. La naturaleza, en este contexto, existe como algo para ser controlado, dominado y utilizado para la satisfacción de las necesidades y objetivos humanos. De acuerdo con Hannigan (1997), una de las explicaciones de la no inclusión del medio ambiente como un objeto de reflexión analítica para la sociología, parte del hecho de que la mayoría de los sociólogos piensan que las sociedades humanas, a diferencia de las sociedades de otras especies, están exentas de principios y restricciones ecológicas. En el ámbito de la sociología se argumenta (Dunlap y Catton, 1989) que los sociólogos aceptan la premisa del continuo desarrollo basado en el in-cesante progreso técnico sin mayor preocupación por las consecuencias ecológicas de tal progreso. Algunos sociólogos y pensadores modernos (Inkeles y Smith, 1974) mostraban que parte de la definición de modernidad tenía que ver con el control de la naturaleza, restándole importancia al medio ambiente físico. En el pensamiento marxista, la naturaleza fue conceptualizada como algo destinado al dominio humano y al ejercicio más claro del poder del hombre sobre su vida. En la perspectiva marxista (1975), el control de la naturaleza por medio del desarrollo de las fuerzas productivas constituye un medio para la realización humana. De acuerdo con los mencionados fundadores de la Escuela de Frankfurt, Marx pensaba la naturaleza como insumo para la producción, como recursos naturales disponibles para ser objeto de la explotación por parte del trabajo humano. Muchos marxistas modernos descalifican las demandas ambientales por considerarlas una distracción de lo que consideran como los factores más decisivos del cambio social en la sociedad moderna: la lucha de clases. Como parte de su evolución para constituirse en una disciplina científica distinta, la sociología se vio en la necesidad de separarse de campos teóricos como la biología y la psicología (Benton, 1994). Este proceso implicó la exclusión de las relaciones entre naturaleza y sociedad como objeto de preocupación analítica. Como apunta Goldblatt (1996), si la sociología quería emerger como un cuerpo de conocimiento distinto, entonces su objeto de estudio, la sociedad, tenía que “ser amputado” del reino de la biología y de la naturaleza. No obstante, algunos autores (Redclift y Woodgate, 1999) mencionan que aun cuando los padres fundadores de la sociología ignoraran los límites ambientales de la acción humana, estos límites constituyen los principales retos que enfrenta actualmente la sociedad. En el pasado, dado que el medio ambiente no fue considerado como social, no fue objeto de reflexión sociológica. Marx insistió en la idea de que, entre los dos componentes del proceso de la producción, el de valorización y el de trabajo, sólo el primero interesaba a las ciencias sociales. De acuerdo con Marx, el proceso de trabajo establecía los vínculos más estrechos entre el hombre y la naturaleza. Marx afirmaba que esta relación no era relevante para su crítica de la economía política (Marx, 1975). La atmósfera científica del siglo XIX estaba dominada por el modelo biológico. Éste aparecía como la forma más adecuada de reflexionar científicamente en torno a cualquier fragmento de la realidad. Los fundadores de la sociología reaccionaron contra esta tendencia general creando una ciencia social que, a pesar de usar algunas analogías biológicas, demarcaba un punto de vista distintivo para el análisis de los hechos sociales. Este contexto histórico explica parcialmente esa especie de tabú que impidió a la teoría social incorporar lo ambiental como variable analítica. Aun cuando el sociólogo alemán Ulrich Beck piensa que la sociología es la ciencia de la sociedad moderna, propone una explicación diferente del porqué de la exclusión de la naturaleza en la explicación sociológica. Argumenta que la sociología no es la ciencia de la sociedad sino de la sociedad burguesa en particular: Sus problemas y sus polaridades reflejan los problemas y polaridades de este tipo histórico de sociedad y de su época: el problema de clase, el antagonismo entre capital y trabajo o entre cultura y su base material, sus movimientos sociales y sus partidos, sus diferencias étnicas, el Estado nación, el Estado benefactor, etc. (Beck, 1995:119). De acuerdo con Beck, la sociología se ha visto restringida a este marco conceptual aun cuando analiza nuevas dimensiones de una noción más general de sociedad. Beck menciona que, en la medida que la sociedad burguesa ha dependido del desarrollo del trabajo, el cual transforma los recursos de la naturaleza en mercancías, la ciencia de esta sociedad, la sociología, tiene que analizar el proceso de abstracción de lo natural implicado en su transformación por el proceso de trabajo. Desde este punto de vista, la sociología es incapaz de reflexionar en torno al medio ambiente, primero, porque no es una de las principales contradicciones de la sociedad burguesa y, segundo, porque se requieren cambios fundamentales en la sociedad moderna para que lo ambiental surja como un problema (Beck, 1995).Dunlap y Catton (1994) quienes se cuentan entre los primeros pensado-res sociales que incluyeron al medio ambiente como un objeto de reflexión sociológica, señalan que un conjunto de supuestos, a los que ellos llaman “el paradigma del exepcionalismo humano” (PEH), evitó que la naturaleza fuera incorporada en la tradición sociológica. De acuerdo con este paradigma, y en el contexto de la sociología de la visión antropocéntrica de la cultura occidental, los seres humanos aparecen separados y por encima del resto de la naturaleza. La evolución ulterior de la sociedad occidental durante los siglos XIX y XX, de una sociedad rural a una urbana e industrial, reforzó esta imagen de la sociedad independiente de la naturaleza. Dunlap y Catton proponen una alternativa teórica para el PEH, lo que ellos llaman “nuevo paradigma ambiental” (NPA). En él, los seres humanos son vistos como una de las muchas especies interdependientes en el mundo. Dentro del NPA los seres humanos son pensados como parte de un mundo finito que es afectado por acciones humanas con consecuencias no intencionadas. Para estos autores, a fin deconstruir una sociología ambiental, es necesario pensar a la sociedad humana en el ámbito del mundo natural y analizar cómo las sociedades interactúan con la naturaleza y los impactos que de ahí derivan. Uno de los principales problemas en la conceptualización del medioambiente en el ámbito de la sociología tiene que ver con la definición del objeto de estudio. De acuerdo con Hannigan (1997), a finales de los años setenta, Catton y Dunlap plantearon una nueva ecología humana cuyo principal interés analítico sería la relación entre el medio ambiente físico, la organización social y la conducta humana. Otro influyente pensador social, Schaiberg, en su obra El medio ambiente: de la abundancia a la escasez, afirma que debido a que las comunidades ecológicas y humanas están regidas por fuerzas distintas, deben ser analizadas con marcos teóricos diferentes (Schaiberg,1980). Buttel y Taylor (1992) en un intento por reconciliar la naturaleza física con el carácter social de los problemas ambientales muestra que: La construcción global de los problemas ambientales es tanto o más un asunto de la construcción social y política del conocimiento, como reflejo de la realidad biofísica (Buttel y Taylor, 1992:39).Para algunos sociólogos el principal factor explicativo de la emergencia reciente de la reflexión sociológica de lo ambiental es la severidad del daño y deterioro que tiene lugar actualmente en los recursos del mundo. Hannigan (1997) advierte que la ciencia social comienza a poner atención al medioambiente durante los años sesenta y ochenta, cuando los problemas apenas se perciben como urgentes. Por ello, afirma, cuando los sociólogos comenzaron a pensar en el medio ambiente, la imagen ambiental que prevalecía entre ellos era la del daño físico ambiental. No obstante, existe el desacuerdo considerable en torno a las causas de la emergencia ambiental, tanto como objeto de preocupación como de reflexión sociológica. Algunos autores mencionan que para que los problemas se conviertan en objeto de preocupación, deben de infringir un daño significativo tanto a los seres humanos como a la naturaleza. En contraste, Douglas (1982) y Beck (1995) mencionan que la emergencia de la preocupación ambiental no está automáticamente relacionada con la magnitud del daño causado por un problema ambiental, sino más bien con el significado que éste tiene para la sociedad. Beck afirma que la emergencia de tal preocupación tiene que ver con los cambios que actualmente se dan en la estructura social y en las instituciones de la sociedad moderna. Beck argumenta que para estudiar la relación entre daño ambiental y conciencia es necesario analizar el simbolismo que los relaciona.

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