Proyecto participacion estudiantil

UNIDAD EDUCATIVA PARTICULAR “FERNANDEZ SALVADOR VILLAVICENCIO PONCE” FESVIP.

SOCIOLOGÍA

INDAGAR SOBRE LOS VENDEDORES AMBULANTES EN QUITO

“VENDEDORES AMBULANTES EN QUITO”

SR. JOSEPH RICARDO CÓRDOVA CEVALLOS

TERCERO DE BACHILLERATO GENERAL UNIFICADO “B”

QUITO-ECUADOR

2017-2018

JUSTIFICACIÓN

El ensayo tiene como finalidad, exponer las situaciones que tienen que vivir muchos vendedores ambulantes, realizando actividades ilícitas para subsistir, viéndose envueltos en muchos problemas legales y en si con otros vendedores, también argumentar lo dura que se vuelve su situación cuando las autoridades entran en acción, éstas situaciones pueden empezar desde una discusión hasta llegar a la violencia física, así como ya hemos visto muchas veces donde existe abuso de autoridad.

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Investigar y argumentar sobre la vida diaria de los vendedores ambulantes y como subsisten pese a las duras condiciones que se les presentan diariamente, recopilando información mediante la observación de sus acciones.

OBJETIVO ESPECIFICO

• Indagar sobre la vida de los vendedores ambulantes.
• Exponer la situación en la que venden su mercancía éstos individuos.
• Argumentar cómo se enfrentan a ésta situaciones de violencia los vendedores.

MARCO TEORICO

Los vendedores ambulantes, son mercaderes o comerciantes que se enfocan en vender su mercancía en la calle, a pie, en auto, incluso en bicicleta, para subsistir, teniendo así un ingreso económico y mantener a su familia, el problema radica en que sus fines son ilícitos, ya que no cuentan con las regulaciones y normas legales necesarias para vender sus productos, cumplir otras normas laborales respecto al código de trabajo, no realizar el pago respectivo de impuestos que requiere el negocio y otros problemas, así que por más que deseen, siempre habrá alguna causa por la que éstos vendedores no podrán legalizarse, lo que degenera en que ellos tengan que recurrir a realizar éstos actos ilícitos.

En nuestro país por muchísimos años se han llevado a cabo éstas ventas ilegales, en cada plaza, parque, calle y barrio siempre ha habido por lo menos una persona que esté vendiendo su mercancía, desde dulces, tabacos y chicles, hasta artesanías y baratijas, que atraen demasiado a los turistas y sirven también demasiado a nosotros como compatriotas, si requerimos de la compra de algún dulce para nuestro hijo, o disfrutar de un cigarrillo, incluso en caso de que tengamos hambre puede aparecer un vendedor ambulante que disponga en la situación de un seco o arroz, para almorzar cuando tenemos el tiempo justo en el trabajo, ésta gente que colabora de forma activa a la sociedad con curiosos artículos ornamentales que atraen a los turistas, con una pintoresca sonrisa, actitud amable y disposición de servir las necesidades de su cliente, enamoran a sus compradores, generándoles un cariño enorme por ellos mismos y el trabajo que realizan para nuestra sociedad y nuestro hermoso país también.

Éste es un factor determinante en los estratos de nuestra sociedad y se ha vuelto parte relevante de la vida cotidiana de todos los ciudadanos de nuestro país,  incluso llegando a la conclusión de que el vendedor ambulante así como el encebollado se ha vuelto un factor insignia que nos distingue de otros continentes.

Un total de 2,7 millones trabajan en la informalidad en Ecuador, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). La encuesta de empleo, publicada el 16 de julio, establece que del total de personas con empleo en el país (7 098 584), el 39,31% está en condiciones de informalidad. La proporción de trabajadores en el sector informal en junio del 2014 fue de 38,89%, menos de un punto porcentual que este año. Los informales, según la entidad, son quienes trabajan para o constituyen una empresa que no tiene Registro Único de Contribuyentes (RUC) o que no tributa bajo el Régimen Impositivo Simplificado Ecuatoriano (Rise). Desde junio esta es la única condición para determinar a los empleados bajo esta categoría. Para ello se basaron en el mecanismo de medición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Dejando ese aspecto de lado y enfocándonos en la vida de éstas personas, podemos plantear que pese a la buena voluntad de la gente por querer tener un trabajo digno y no recurrir a la delincuencia como hacen muchos otros, no pueden recibir por completo su legalidad, teniendo así que realizar sus ventas sin tratar de afectar a nadie, reciben una extensa cantidad de abusos por parte de xenófobos, que no respetan la integridad de las personas, llegando incluso a la violencia, otros vendedores, que por “irrespeto” de su territorio o “robo” de clientela pueden llegar a recibir agresiones que llegan a degenerar en asesinatos, y el más común de todos que es el abuso por parte de las autoridades pertinentes, éstas suelen recurrir a retirar o destruir la mercancía de los vendedores, agredirlos, llevárselos presos dejando a la familia del vendedor sin un medio por el cual subsistir, los ecuatorianos recordamos esa época en la que los Policías metropolitanos abusando de su autoridad se llevaban los productos de los vendedores para consumirlos posteriormente entre ellos de forma gratuita, donde salían en videos agrediendo a las señoras que se pasan un arduo día de trabajo bajo el sol vendiendo verduras o dulces, mientras el reto de personas tratando de parar esa injusticia también recibían parte del castigo del yugo autoritario injusto e inútil. Pese a que en la actualidad ya no se presencian tanto estos casos, existen otros más fuertes, con la llegada de personas migrantes de Venezuela se ha podido observar un cambio significativo en las calles, con la entrada de vendedores venezolanos con nuevos productos, y el desplazamiento de vendedores ecuatorianos que por una diferenciación de precios se quedan sin el ingreso de capital con el que contaban para subsistir de forma satisfactoria. Deben compartir sus lugares de trabajo con éstas personas arrancadas de su patria, que aunque igual que los ecuatorianos, muy amables, han tenido altercados por su falta de amabilidad, y agresiones hacia nuestros compatriotas; recordando que hay una gran división entre quienes trabajan honradamente como quienes no, así como los insultos de degradación, discriminación y racismo que han ofendido a más de uno. La mayoría de los trabajadores, que forman parte del sector informal en el Ecuador, es jefe de hogar, está casado o en unión libre, tiene instrucción primaria o secundaria y vive en Guayaquil. “Sus dueños contratan personas que no pueden acceder a un trabajo formal, pero requieren ingresos para mantenerse”. Para el representante de este gremio con sede en Cuenca, la informalidad es una importante amenaza para las empresas que cumplen la Ley, porque no pagan impuestos, no capacitan a sus trabajadores. Además, no se conoce si tienen menores de edad o no cuentan con mano de obra calificada que demandaría un mayor sueldo. Ni siquiera se conoce si pagan, por lo menos, el sueldo básico o cumplen las 40 horas de trabajo que están establecidas en la normativa del Ecuador. 

...