Identidad Latinoamericana

La identidad latinoamericana es un proceso que está en constante construcción, involucra a toda nuestra comunidad e implica la interacción de muchas identidades individuales que en su conjunto forman una identidad colectiva. El estudio de este fenómeno es muy complejo y requiere de la ayuda de muchas disciplinas para ser comprendido. Particularmente resulta aún más difícil hablar de una identidad latinoamericana ya que esta fue sometida a un proceso histórico de dominación europea marcado por la imposición violenta de una cultura que dio como resultado el desarraigo de nuestras costumbres y tradiciones anteriores a la llegada de los colonizadores.

Aun así, este ensayo tratará de demostrar que sí podemos hablar de un conjunto de características comunes que pertenecen al territorio latinoamericano que se han mantenido a pesar de que nos encontramos en una cultura globalizada en la que cada vez es más difícil afianzarnos a nuestras raíces.

La respuesta a la pregunta planteada es sí. Existe una identidad latinoamericana porque poseemos ciertos rasgos comunes que nos hacen únicos en el planeta y podemos de alguna manera diferenciarnos de aquellos que no pertenecen a nuestra identidad colectiva. Para fundamentar esta tesis se hará referencia a los autores que han planteado su posición acerca de esta afirmación y se refutarán algunas de sus ideas también. Con el propósito de orientar el tema que se va a desarrollar es necesario tener claro los conceptos que se presentarán y explicarán en este ensayo.

La identidad está directamente ligada con la concepción que se tiene del mundo que nos rodea, y nos permite actuar y orientar nuestra conducta. Esta concepción está, entonces, determinada por la influencia de nuestras condiciones de vida y de nuestros grupos de pertenencia. Este especial modo de organización que le damos al mundo se hace explícito a través de la cultura, de esta forma tenemos un “mapa mental” que nos ayuda a enfrentarnos a distintas circunstancias, en determinado momento y lugar. Es por esta razón que es importante conocer la cultura en la que vivimos y reconocer aquellas que no son la nuestra. Es en esta diferenciación donde nace el concepto de “otredad” que alude directamente a los que pensamos que marcan una diferencia importante porque no son igual a nosotros. No podemos hablar de identidad dejando al margen la idea alteridad, es decir, de aquellos en los que encontramos algún parecido o los otros que nos son totalmente ajenos.

Teniendo claros estos conceptos, se nos permite formular nuestra propia hipótesis sobre si existe una identidad latinoamericana o no. Esta afirmación exige estudiarla bajo distintas perspectivas y también hay que tener claro que la respuesta a la pregunta que se nos plantea puede ser muy amplia y no es en ningún sentido absoluta.

Para apoyar esta tesis nos basaremos en la teoría histórica – cultural que es aquella que más se acerca a la explicación de una identidad cultural como un proceso en constante construcción, adaptándose a las situaciones históricas en las que se encuentren. De este modo, la identidad cultural no se puede encontrar totalmente definida.

A lo largo de sus más de 500 años de existencia, América Latina ha pasado por varios procesos de crisis en los que ha tenido que definir su identidad, partiendo por el trauma que significó la violenta imposición de una cultura occidental en el proceso de La Conquista. A causa de esta dominación europea nuestro continente ha quedado resentido, afectando directamente nuestra autoimagen. Es en esta premisa donde confluyen tanto los autores latinoamericanos como los historiadores, en la mayoría de los casos América Latina es el “otro” inferior que está sujeto a una dependencia respecto de Europa y de los Estados Unidos cuyos patrones culturales son los dominantes en nuestro mundo. A grandes rasgos, se puede decir que este fenómeno de desarraigo de las identidades nacionales se le conoce como globalización y se caracteriza por el predominio de una cultura global conducida por aquellos que son conocidos en nuestro mundo como los más poderosos. Este proceso se ha visto agilizado con el surgimiento del modelo capitalista, los medios de comunicación masivos y transportes vastamente efectivos que han propiciado el abandono de nuestra cultura nacional para pertenecer a una global.

Por otro lado, tenemos a otros que afirman que la globalización también se puede entender como un impulsador de la valoración de nuestras culturas, debido a que los grupos étnicos, para enfrentar este proceso se apegan a sus localidades y buscan afianzar y reforzar aquellas características que nos hacen ser distintos de los otros.

Al analizar cuidadosamente la historia latinoamericana podremos percibir que existen varios procesos en los que se encuentra una importante similitud en su desarrollo, dentro de esta descripción cabe mencionar los cuatro procesos que se dieron de manera simultánea dentro de nuestro continente. En primera instancia, está el período de La Conquista en el que caemos bajo el dominio de los europeos quienes implantan su cultura y nos obligan a aceptarla, por lo que dejamos de lado la nuestra. Otro período coexistente que se da particularmente en América Latina es el de La Colonia que se extiende durante un siglo, seguidamente se da paso al proceso de independencia de las colonias europeas en América, esta fase se da homogéneamente en nuestra región a principios del siglo XVIII. El último proceso que se desarrolla en forma paralela en todo nuestro territorio es el de formación de las incipientes repúblicas, lo que acarreó problemas propios de las naciones principiantes, como por ejemplo, la dependencia económica y cultural.

Estas singularidades son propias de América Latina ya que en ningún otro continente del mundo se da esta homogeneidad en los procesos de formación de las repúblicas. Otras de las particularidades plantean la existencia de un lenguaje predominante en nuestro territorio que sería el castellano y una peculiar religión católica, ya que esta se encuentra sincretizada con los elementos indígenas.

Así como existen estos elementos que hacen posible definir una identidad latinoamericana, también están aquellos que sostienen que no se puede hablar de tal identidad ya que América Latina es demasiado heterogénea porque hay presencia de subculturas. Claramente cuando se habla de identidad cultural nos estamos refiriendo a la línea predominante. Otras tesis también plantean que América Latina está en permanente cambio y sería imposible hablar de una identidad totalmente definida. Basándonos en la teoría histórico – cultural, es exactamente en estos cambios en los que se construye la identidad por lo que este argumento no sería del todo válido.

Por otra parte,

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