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ANTROPOLOGIA DEL DOLOR, RESEÑA


Enviado por   •  31 de Enero de 2023  •  Apuntes  •  2.094 Palabras (9 Páginas)  •  66 Visitas

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ANTROPOLOGIA DEL DOLOR, RESEÑA

Para comprender el dolor, el cuerpo, la mente y la cultura deben estar conectados. La antropología del dolor estudia la relación humana con el dolor, desarrolla una visión global y comparativa de cómo las personas piensan, entienden y responden al dolor a lo largo de su existencia para explorar el tema del dolor. Intenta explicar su subjetividad analizando no solo las dimensiones biológicas, sociales y culturales del dolor, sino también su naturaleza individual.

La percepción, tolerancia y respuesta al dolor no dependen únicamente de estímulos nocivos sino que están determinadas por las características personales del individuo, experiencias pasadas, creencias, expectativas propias, núcleo de la sociedad y cultura a la que pertenece. Todas las sociedades humanas incorporan el dolor en su percepción y le otorgan significado e incluso valor.

No todo el mundo responde al dolor y al sufrimiento de la misma manera, las respuestas dependerán de los recursos individuales y los antecedentes socioculturales. Las reacciones de algunas personas son dolorosas: se enojan, se lastiman, se desesperan, no confían, no creen en nada y no aman. Otros quieren deshacerse de él, pierden las ganas de vivir, la fuerza, el poder de acción, se vuelven letárgicos y cansados ​​​​de la vida. Se rodean de muros interiores, temerosos de enfrentarlo, de pelear, lo único que quieren es huir de él, atrapados en una forma de psicopatología que les impide escapar. Para otros, la respuesta es encogerse, viven con su dolor y se imponen al otro, exigen ser el centro de atención y ser mimados. Comparan su sufrimiento con el de los demás para convencerse de que sufren más que los demás. Por el contrario, algunas personas crecen ante las dificultades y crece su fuerza interior. Enfrentan dificultades, restauran la salud, maduran y abren nuevos horizontes en la vida.

Lo primero para saber afrontar el dolor es aceptarlo como algo que existe y que hay que afrontarlo: quien acepta esta situación convierte la verdad dolorosa en una tarea de reordenación de su vida Otra forma de reducir o atenuar el dolor es darle significado: superar el miedo que nos infunde.

La práctica médica ha demostrado que nada asusta más a los pacientes que el dolor inexplicable, por ejemplo, en pacientes con enfermedades crónicas, puede promover la aceptación del dolor. Entender el sentido de este sufrimiento dependerá de la existencia personal y arquetipo cultural de la persona a la que pertenece. El análisis antropológico nos lleva a pensar el dolor no solo como un síntoma clínico, sino también como un síndrome de la experiencia vivida, saturado de significados, interpretaciones e interpretaciones que estarán determinadas por la subjetividad cultural y personal, es decir, el significado y la simple intensidad de dolor.

El significado del dolor también depende de cómo el individuo percibe y cómo se comporta el cuerpo en su contexto social y cultural. Por ejemplo, las personas mutiladas por la guerra reaccionan de manera diferente a la pérdida de órganos (perder miembros por honor y salvar vidas) que los trabajadores en accidentes laborales, que significan destrucción, violencia y abandono.

Cita: No setratade una  cuali-dadinherentea los objetos exteriores, susceptible de seraprehendidaporun órgano específico. A veces le acom-_pañaunaimpresiónsensorial,  como  en  el caso  de  uncontactocutáneocon  un  objetocortanteo  ardiente,pero  no  esinherentea éstos. Ningúnórganosensorialestáespecializadoen  elregistrodel  dolor.  «Eldolor-diceJ.Sarano-no  es una  función,  sino  una  lesiónpadecidaporunafunciono1

Para poder comprender el dolor hay que conjugar el cuerpo, la mente y la cultura. La antropología del dolor aborda la relación existente entre el ser humano y el dolor, y realiza una interpretación global y comparativa de cómo el hombre, a lo largo de su existencia piensa en el dolor, lo comprende y le hace frente, con el fin de profundizar en el tema del dolor e intentar dar una explicación a su subjetividad, analizando, no sólo la dimensión biológica, social y cultural del dolor, sino también su impronta individual.

La percepción, tolerancia y respuesta al dolor no depende únicamente del estímulo nocivo o dañino sino que va a estar condicionado por las características personales del individuo, experiencias pasadas, creencias, expectativas propias y del núcleo socio-cultural al que se pertenece. Todas las sociedades humanas integran el dolor en su concepción, confiriéndole un sentido y hasta un valor.

No todo el mundo responde de igual manera ante el dolor y el sufrimiento, la respuesta va a depender de los recursos personales y del contexto sociocultural. Así, unos responden con amargura: odian, tienen rabia, hieren, se desesperan, desconfían, no creen en nada y no aman. Otros quieren deshacerse de él, pierden la voluntad de vivir, la fuerza, la capacidad de actuar, se vuelven apáticos y están cansados de vivir. Se rodean de murallas internas, tienen miedo de enfrentarse a él, a luchar y lo que quieren es huir de él, cayendo en algún tipo de patología psicopatológica que protege su huida. Para otros la respuesta es empequeñecerse; viven para su sufrimiento y se lo imponen a los demás, exigen ser el centro de atención y ser mimados. Miden su sufrimiento con los ajenos para convencerse de que sufren más que los demás.

Por el contrario hay personas que ante el sufrimiento se crecen, con él aumenta su fuerza interior, se enfrentan, se recuperan, maduran y se les abre una nueva visión de la vida. ¿Cómo hacer frente al dolor?

1º Lo primero que se necesita para saber qué hacer con el dolor es aceptarlo como algo que está ahí y tenemos que encarar: quien acepta esta situación, convierte el hecho doloroso en una tarea de reorganización de su propia vida contando con esa dramática verdad.

2º Uno de los modos de paliar el dolor o de aliviarlo es atribuirle un sentido: vencer el miedo que nos inspira. La praxis médica demuestra que no hay nada que más atemorice a un enfermo que el sufrimiento cuando proviene de causa desconocida, de ahí que el diagnóstico, en especial en los enfermos crónicos les pueda facilitar la aceptación del dolor.

3º Darle un significado: comprender el sentido de ese dolor que va a depender de la existencia individual de la persona que lo padece y del arquetipo de cultura a la que pertenece.

El análisis antropológico nos lleva a considerar al dolor no sólo como un signo clínico, sino como un síndrome de experiencias vividas, cargadas de significaciones, interpretaciones y explicaciones que van a estar mediatizadas por la cultura y la subjetividad individual, es decir por el significado e intensidad singular del que lo sufre. Más allá de sus condicionamientos culturales, sociales y grupales, cada individuo reacciona el dolor con un estilo propio gestado en el transcurso de su historia de vida.

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