Educación para la paz

CAMPO PROBLEMÁTICO: EDUCACIÓN PARA LA PAZ (DERECHOS HUMANOS)

¿Por qué la educación para la paz es un campo problemático?

La educación para la paz constituye un campo problemático ya que la situación actual, los conflictos interétnicos e interculturales, la exclusión y la marginalidad, las sociedades pobres y las ricas son cuestiones que reclaman una educación para la paz y es en este campo donde se engloban muchos problemas esto debido a que vivimos en una época bastante conflictiva, violenta, intolerante, injusta e inestable, con frecuentes y graves problemas de convivencia, donde en nuestra sociedad se esta perdiendo la dignidad humana a causa de la desigualdad, la violación de los derechos humanos y la crisis de valores, estos problemas sin duda son de gran importancia para ser abordados dentro de la investigación, como lo menciona Victoria Camps “la educación para la paz es una urgencia que no puede ser abandonada…” por ello la educación para la paz la consideramos como un campo problemático en el cual a través de su estudio hay que aprender a comportarse para favorecer la transición de una cultura de guerra y de fuerza a una cultura de paz. Se trata de ayudar a todos los ciudadanos a observar y reflexionar sobre el conjunto de la tierra y de quienes la habitan, de escuchar a los demás y de ser escuchado.

Para seguir conociendo más sobre este campo problemático es necesario conceptualizarlo desde diferentes conceptos y de esta manera tener nuestra propio concepto. Al respecto la UNESCO (2001) nos dice que “La educación para la paz es por tanto un proceso que debe estar presente en el desarrollo de la personalidad. Como proceso debe ser continuo y permanente, para enseñar a "aprender a vivir en la no violencia", y que confía en la creación de ámbitos de justicia, de respeto, de tolerancia y felicidad.” Mas que nada educación para la paz es el medio por el cual hemos de pasar a la cultura del diálogo y participación, solidaridad, compromiso, tolerancia y respeto, es decir es necesario construir otro mundo en el que podamos asegurar a nuestros descendientes el futuro en el que este en constante cambio pero fomentando siempre la paz y no la violencia; con respecto Xesús R. Jares (1999) nos menciona “La educación para a la paz es un proceso educativo continuo y permanente, asentado en el concepto amplio y procesual de derechos humanos --como tal ligada al desarrollo, la paz y la democracia--,que pretende desarrollar la noción de una cultura de los derechos que tiene como finalidad la defensa de la dignidad humana, de la libertad, de la igualdad, de la solidaridad, de la justicia, de la democracia y de la paz.” Por eso es necesario hablar y conocer sobre la educación para la paz como un campo específico que forma parte del desafío educativo y que dentro el ámbito informal se debe empezar fomentándolo en la familia, en los medios de comunicación y la sociedad en general.

Por lo anterior es de vital importancia conceptualizarla y situarla en el contexto en el cual queremos estudiarla, Zaragoza Mayor Federico (2003) también dice “La educación para la paz es un proceso de participación en el cual debe desarrollarse la capacidad crítica, esencial para los nuevos ciudadanos del mundo. Se deben enseñar y aprender soluciones a los conflictos, a la guerra, a la violencia, al terrorismo, a la explotación de género, a compartir al daño ambiental y oponerse a todo lo que sea contrario a la vida.” es así que con el estudio de este campo problemático podremos de alguna manera llegar a conocer de la gran necesidad que existe de alcanzar una educación integrada en valores como la tolerancia, la justicia, el respeto a las diferencias, por mencionar algunos, es decir una educación que genere la paz y no la violencia.

A partir de los conceptos señalados y para este proyecto entendemos que educación para la paz es el conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto de la vida, de la persona y de la dignidad humana, de todos los derechos humanos, el rechazo de la violencia en todas sus formas y la adhesión a los principios de la democracia, libertad, justicia, solidaridad, cooperación, pluralismo y tolerancia, así como la comprensión tanto entre los pueblos como entre los grupos y las personas sin importar sexo, etnia, religión, nacionalidad o cultura.

Más que nada la educación para la paz debe enseñar no solo los beneficios de la concordia y del entendimiento sino a desaprender la violencia, conductas de predominio e intolerancia; para que los ciudadanos entiendan el complejo mundo en el que viven, lo hagan democráticamente, usen racionalmente los recursos naturales y construyan y defiendan un sistema de valores en el que esté integrada la tolerancia, la justicia, el respeto a las diferencias es decir, la paz y no la violencia. Por todo ello en conclusión la educación para la paz debe incluir la educación para la democracia, la justicia, el desarme, los derechos humanos, la tolerancia, el respeto a la diversidad cultural, la preservación del ambiente, la prevención de los conflictos y la cultura de paz, siendo esta educación una necesidad que debe ser intercultural y alcanzar a todos los rincones del mundo para ser «todos libres, todos iguales en dignidad», como establece el artículo primero de la declaración universal de los derechos humanos.

ANTECEDENTES HISTORICOS Y EVOLUCION

La educación para la Paz es iniciada después de la Segunda Guerra Mundial en el año de 1945, persiguiendo la reducción de la violencia y con el fin de buscar conocer los mecanismos y dinámicas de los conflictos para encontrar vías de solución pacifica de los mismos.

Entre los años 1948 y 1950 las Naciones Unidas van construyendo aumentando sus bases de entendimiento en un espacio político, a través de las distintas agencias que se crean, para atender diferentes temas que hacen el bien común de la humanidad tales como la UNICEF, dedicada a la niñez, Unesco, a la educación, la ciencia y la cultura, la FAO a los alimentos, entre otras.

Además que en este periodo se crea el primer instrumento universal en Derechos Internacional, la “Declaración de los Derechos Humanos Universales”, en el cual se tomaba a la paz como la no guerra, no conflicto, no ejercicios armados, listos para combatir al otro, al menor incidente.

En los años 60 surge La Educación para la Paz como disciplina científica. En 1959 se constituye en Oslo el Instituto de Investigación Social y en 1964 el IPRA (Asociación Internacional de Investigación por la Paz), que recoge las ideas de Johan Galtung sobre violencia estructural y las propuestas de P. Freire que ligan la educación

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