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La Violencia Escolar Perspectivas Desde Naciones Unidas

copeticona27 de Octubre de 2012

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La violencia escolar perspectivas desde Naciones Unidas

Antonio Monclús Estella *

SÍNTESIS: Las Naciones Unidas, sobre todo a través de sus agencias especializadas en educación, infancia-adolescencia, o salud, es decir, unesco, unicef y oms, se han ocupado reiteradamente de llamar la atención acerca de un tema de preocupación y de presencia creciente como es la violencia escolar, y de proponer respuestas a los conflictos que esta provoca.

Las citadas organizaciones internacionales se han hecho eco de que muchos países van expresando cada vez más su preocupación por la violencia escolar, y buscan que sus escuelas sean seguras frente a robos, a acosos y a intimidaciones, a intrusión, a intimidación y a acoso sexual y/o racial, al temor a la victimización, a la violencia estudiantil contra alumnos y alumnas o contra el personal del centro, a vandalismo y a incendios provocados, a extorsión y a actividades relacionadas con las drogas por parte de grupos más o menos organizados, así como frente a la posible violencia de profesores y del personal, o a la que se presume que pueda ser ejercida por parte de padres contra estudiantes y contra el personal de la escuela.

Para responder a todos estos retos, en los últimos años se ha emprendido un número importante de programas y de proyectos pro-activos y pre-ventivos sobre violencia escolar. La unesco, con su enfoque de «buenas prácticas»; unicef, resaltando la violencia estructural, y, en particular, la que se produce por discriminación de género; y la oms, con su análisis detallado del tema de la violencia, plantean una serie de importantes propuestas al respecto.

SÍNTESE: As Nações Unidas, sobretudo através de suas agências especializadas em educação, infância-adolescência, ou saúde, quer di-zer, unesco, unicef e oms, se ocuparam reiteradamente de chamar a atenção para um assunto de preocupação e de presença crescente como é a violência escolar, e de propor respostas aos conflitos que esta provoca.

As citadas organizações internacionais fizeram eco de que muitos países vão expressando cada vez mais sua preocupação pela vida escolar, e pretendem que suas escolas sejam seguras contra roubos, perseguições, e a intimidações, a invasões e assédio sexual e/ou raciais, ao temor à vitimização, à violência estudantil contra alunos e alunas ou contra o pessoal do centro, ao vandalismo e a incêndios provocados, a estorção e a atividades relacionadas com as drogas por parte de grupos mais ou menos organizados, assim como diante a possível violência de professores e de pessoal, ou a que se supõe que possa ser exercida por parte de pais contra estudantes e contra o pessoal da escola.

Para responder a todos esses objetivos, nos últimos anos se empreendeu um número importante de programas e de projetos pró-ativos e preventivos sobre violência escolar. A unesco, com seu enfoque de «boas práticas»; unicef, ressaltando a violência estrutural, e, em particular, a que se produz por discriminação de gêneros; y a oms, com sua análise detalhada do tema da violência, planejam una série de imporantes propostas a respeito.

1. UNESCO

Con frecuencia, la unesco se refiere de manera explícita a la presencia creciente del fenómeno de la violencia escolar. Dentro de su sector de educación, ha desarrollado un programa de educación para la no violencia.

La educación para la no violencia, que evoluciona constantemente, para esta Organización internacional no consiste sólo en negar los sentimientos de cólera o de conflicto, sino que busca canalizar la energía subyacente hacia el objetivo de elaborar estrategias eficaces y respetuosas con los otros, excluyendo las actitudes de pasividad.

La no violencia, tanto en su teoría como en su práctica, supone para la unesco el rechazo de la agresión y de la violencia, y busca la resolución de los conflictos y la realización de objetivos comunes desde una perspectiva constructivista.

A lo largo del año 2001, dicho Organismo lanzó la iniciativa de una recopilación de ejemplos de «buenas prácticas» para la resolución de conflictos en el mundo escolar, tanto a nivel formal como no formal. Para ello sugirió la participación de numerosos colaboradores, tales como comisiones nacionales, organizaciones no gubernamentales, asociaciones, escuelas, instituciones de investigación, universidades, etc., para que contribuyeran enviando artículos en los que se relataran las experiencias sobre la prevención y la transformación de los conflictos.

El objetivo de esta iniciativa1 fue intentar informar sobre el problema a docentes, a formadores, a educadores, a padres, a jóvenes, y a alumnos, que, de una u otra manera, se encuentran afectados por situaciones de conflicto o de violencia escolar, o en el seno de sus agrupaciones educativas no formales. La intención de la unesco fue dar cuenta, ante todo, de aquellas experiencias relevantes a nivel internacional en el campo de la educación para la paz y para la no violencia, con atención prioritaria a aquellas que contribuyen con herramientas pedagógicas concretas a prevenir y a transformar la violencia en el trabajo cotidiano (Monclús y Saban, 2005).

Tal iniciativa dio lugar a una publicación, editada por Antonella Verdiani (2002), bajo el título Buenas prácticas en la resolución de conflictos en el medio escolar. Algunos ejemplos2. La unesco, como observatorio privilegiado de experiencias cultural y socialmente diferentes que provienen de multitud de países, tiene como uno de sus objetivos dar a conocer estas prácticas, y, dentro de lo posible, aquellas que hayan sido aplicadas. Con el fin de que cada vez más escuelas y más formadores se puedan beneficiar de la experiencia de otros colectivos, dichas prácticas podrían ser adaptadas conforme a los diferentes contextos, y servir de apoyo a otras soluciones frente a la violencia escolar. La selección de esos ejemplos se realizó a partir de su carácter innovador, pues se trata de medidas que ofrecen nuevas soluciones a viejos problemas, como el de la violencia entre los grupos o los conflictos interpersonales (Verdiani, 2002, p. 7).

A continuación resumimos algunas de las experiencias recogidas en esta guía.

1.1 Aprender a vivir juntos (Francia)

Se trata de un kit pedagógico dirigido a profesores y a alumnos de primaria incluidos dentro del sistema educativo formal, realizado en la Escuela de la Paz de Grenoble. Constituye un instrumento adaptable a cualquier contexto escolar o educativo, que permite poner en marcha una dinámica dirigida a mejorar la calidad de las relaciones en el aula, y a que los alumnos sean capaces de comprender el valor del aprendizaje compartido mediante el reconocimiento y la aprobación de valores co-munes.

Esta iniciativa va más allá de un enfoque pedagógico centrado en la transferencia de conocimientos. Por tal razón, se trata más bien de enseñar conceptos y de controlar las capacidades, de ofrecer los medios a los alumnos valiéndose de la libertad de expresión, para que tomen conciencia de sus actos y de lo que esos actos provocan en el otro3.

En definitiva, esta iniciativa se puede sintetizar en:

Ayudar a los alumnos a analizar sus comportamientos.

Hacer reconocer a cada uno, en tanto que individuo, el derecho de ser y de ser respetado por los otros.

Intentar construir en su imaginario las representaciones motivadoras y positivas de la vida familiar, social y escolar.

1.2 Utilizar la fuerza de los grupos de iguales para prevenir comportamientos violentos (Finlandia)

Este proyecto, financiado por la Academia finlandesa y dirigido por Christina Salmivalli (2002), abarca un total de 48 aulas en 16 escuelas de Helsinki y de Turku. Los docentes han contado con formación específica antes de poner en marcha el proyecto en el aula, que se centra en los mecanismos colectivos que intervienen en el maltrato, y, por consiguiente, en el trabajo a realizar sobre el aula entera.

La brutalidad es una forma de agresión común en la escuela, caracterizada por un acoso sistemático y repetido que implica un dese-quilibrio de poder. Para Salmivalli (2002, p. 41), ese desequilibrio supone que el agresor posee un estatus o una fuerza superior que le hace más poderoso que la víctima; es decir, que la brutalidad puede ser directa (golpes e insultos), o indirecta (expandiendo rumores para manipular al grupo contra el blanco y aislarlo). Pero, en cualquier caso, las víctimas corren el riesgo de sufrir daños psicológicos y que ellos perduren, incluso, en ocasiones, durante varios años.

Otro aspecto que hay que destacar del comportamiento brutal es su carácter de «grupal». Contrarios a otras manifestaciones de la agresividad, los comportamientos brutales tienen lugar en presencia del grupo, convirtiéndose dicho grupo en una especie de apoyo para el agresor. Este programa de intervención se centra sobre todo en la actitud de esos otros, del grupo, es decir, en los testigos.

La intervención se basa en un enfoque participativo. No es suficiente transformar el comportamiento del «tirano», sino que hay que ser capaz de modificar la conducta de los alumnos que juegan otro rol participante: los supporteurs o los outsiders, en definitiva, los «defensores» de ese comportamiento.

1.3 La mediación escolar (Francia)

Se trata de una experiencia llevada a cabo en el Colegio Edouard Vaillant de Gennevilliers, desarrollada gracias al apoyo del Centro de Mediación y de Formación para la Medicación

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