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La comunidad de San Patrignano


Enviado por   •  8 de Agosto de 2015  •  Ensayos  •  2.240 Palabras (9 Páginas)  •  621 Visitas

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La comunidad de San Patrignano es una comunidad operada y manejada por 2,000 drogadictos en proceso de rehabilitación, el jefe fundador Vincenzo Muccioli murió repentinamente en septiembre de 1995, dejando como sucesor a Andrea, su hijo de 31 años, abogado de profesión.

Los “huéspedes” de la comunidad era un grupo muy diverso, sus edades oscilaban entre los 13 y los 53 años, la mayoría adictos a la heroína, y muchos habían sido involucrados en el tráficos de drogas y en crímenes relacionados con esto. Los huéspedes participaban activamente en el mantenimiento de la comunidad, en menos de 2 años la comunidad se volvió la más grande del mundo en la rehabilitación de drogadictos.

Impulsado por ayudarlos, Vincenzo se acercó a los jóvenes drogadictos, estos lo rechazaban o lo ignoraban, pero durante todo un año siguió insistiendo, y lentamente llegó a conocerlos, pero durante todo un año siguió insistiendo, y lentamente llego a ellos. Estableció la tradición de invitar a algunos de ellos a pasar la Navidad con su familia en San Patrignano. Los invitó a vivir con ellos, peor con la condición de que dejaran el consumo de drogas y que no reclamaran ni una lira al estado o al gobierno local.

Para finales de 1985, se creó la fundación San Patrignano, Muccioli, dedicaba mucho tiempo a charlar con cada huésped, donde les daba la oportunidad de comprobar la determinación y el compromiso personal de cada persona para dejar la droga, sino también eran una oportunidad para dejar en claro las reglas de la comunidad. Muciolli agrego actividades de producción agropecuaria al trabajo realizado por los huéspedes, producían leche, carne, vino, detergente, jabón y champú que era vendido fuera de la comunidad. También surgieron actividades artesanales como cría de animales y un taller de litografía.

Se construyó un centro médico moderno, con 44 camas y dotado de equipos de la más avanzada tecnología, donde se atendía a los huéspedes con Sida de la comunidad. Durante todos sus años de existencia, San Patrignano había inspirado tanto admiración como reprobación por parte del mundo externo. En San Patrignano no hay un camino estándar para la rehabilitación. No hay  certeza en cuanto al tiempo necesario para concluir el programa, ni en cuanto a cuáles son los objetivos que hay que cumplir para salir de él.

Antes de ser admitidos en la Comunidad, muchos huéspedes participaban en un

Programa preparatorio en una de las asociaciones. En ellas, las personas eran preparadas por ex huéspedes graduados o por miembros de sus familias que ofrecían prestar servicio. San Patrignano no tenía ni terapeutas ni guardias. Los huéspedes recién llegados eran presentados a un grupo pequeño de personas que se convertirían en el núcleo de sus relaciones dentro de la Comunidad. La vivienda y los lugares de trabajo son compartidos con otras 5 a 10 personas. Entre éstas, a uno o dos de los huéspedes se le asignaba la responsabilidad de cuidar al nuevo huésped, una especie de ángel de la guarda. Adicionalmente, siempre había un huésped que se hacía responsable de cada dormitorio; éste se aseguraba de integrar a los recién llegados. A los huéspedes se les asigna un oficio sobre la base de sus experiencias previas y su personalidad, así como de acuerdo a las actividades en ese momento disponibles, dentro de una lista de más de treinta actividades posibles.

San Patringnano, fundada por Vincenzo Muccioli , mayor tasa de rehabilitación de 72%, costes anuales es 10,000 euros, aprenden una profesión dentro de la comunidad de 57 actividades diferentes, con política de autoabastecimiento y autofinanciación. Se ganó la confianza de los jóvenes drogadictos si familia, es por eso que enfoco en construir una familia. Se contrató viejos artesanos con el mismo pensamiento para que enseñaran sus habilidades y contribuir a la rehabilitación de la comunidad y autofinanciar la comunidad. La búsqueda de actividades profesionales que pudieran inspirar e involucrar a estos huéspedes a menudo significaba revivir actividades artesanales que habían sido casi olvidadas en el tiempo. El resultado final fue que se crearon talleres artesanales, “boutiques”, en donde se trabajaba manualmente desde finos tapices de papel pintado a mano hasta restauración de arte y libros antiguos. Los huéspedes fueron entrenados exhaustivamente para respetar el tratamiento personalizado dado a cada uno de los caballos bajo su responsabilidad, asegurándose de que cada día recibiesen la mejor atención posible.

Cuando falleció Muccioli, su hijo decidió continuar con su legado. Andrea Muccioli asumió el liderazgo de la Comunidad. Andrea inició una serie de actividades a lo largo de los años. Entre ellas estaban la mejora en la calidad del vino producido en la comunidad y la introducción de un evento hípico. Las relaciones con la prensa mejoraron y la Comunidad dejó de ser el foco de atención de los medios como lo había sido anteriormente. La Comunidad era una fundación, guiada por una Junta conformada por miembros prominentes de la industria, la medicina y la academia, la cual supervisaba y aprobaba su manejo. Administrativamente, la Comunidad estaba dividida en tres cooperativas de las cuales eran dueños los mismos huéspedes. Los ingresos en 1995 fueron de $21,3 millones, provenientes de las ventas de productos de la comunidad y de patrocinios. El costo promedio por huésped en 1995 era de

$10.000. En los años 90 había existido un creciente interés internacional por la

Comunidad San Patrignano como modelo terapéutico. Se habían fundado varias nuevas comunidades tomándolo como modelo. La inversión en proyectos fructíferos, como la producción de vino, había demostrado ser bastante rentable, y había muchas otras nuevas perspectivas para mejorar la situación económica de la comunidad.

A comienzos de 1999, la prestigiosa firma internacional de consultoría McKinsey & Company condujo un estudio acerca de la comunidad de San Patrignano, a fin de analizar un número de retos identificados por el líder de la Comunidad,

Andrea Muccioli. La primera recomendación del estudio fue separar el “rol de liderazgo” del “rol operativo” de la Comunidad, nombrando a Andrea presidente y creando simultáneamente un segundo cargo ejecutivo donde Micco fue el Gerente General. Con esta nueva estructura Andrea Muccioli podría enfocarse en la verdadera misión de San Patrignano, es decir, concentrarse en las actividades y relaciones externas relacionadas con el tema de las drogas, así como en la rehabilitación, prevención y reinserción de los huéspedes en la sociedad. También podría dedicar su atención a asegurar la integración efectiva de los nuevos huéspedes a la comunidad

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