Rendimiento Laboral

DESARROLLO

Podemos definir factores de rendimiento, como aquellos elementos y/o circunstancias que intervienen en la productividad de un trabajador y que inciden en parte de la producción y beneficios de una empresa.

Por otra parte cabe destacar, cómo una buena gestión de los recursos humanos por parte del empresario, tendentes a estimular tanto las capacidades internas de los empleados como los factores externos, tales como ofrecer perspectivas de desarrollo y metas profesionales , propiciar un buen clima laboral o incentivar y reconocer el trabajo realizado, repercutirá de forma decisiva en la libertad para demostrar sus habilidades, desplegar todo su talento y aumentar como consecuencia su productividad.

No siempre se ha considerado al trabajador como elemento primordial en el resultado final de la cadena productiva.

En la mayoría de los casos, los puestos y lugares de trabajo han sido pensados y diseñados basándose exclusivamente en criterios de reducción de costes y beneficios para la organización. De la misma manera, a los recursos tecnológicos y de capital se les ha considerado los únicos responsables del éxito de las organizaciones, sin tener en cuenta el capital humano de la empresa y su repercusión en los beneficios de la misma.

Sin embargo, a lo largo de nuestra historia reciente, se han elaborado numerosos estudios que demuestran que el trabajador no es solamente una fuerza de trabajo más, sino que su aportación como elemento humano a la empresa u organización, desarrolla, sostiene y mejora, determinados niveles de productividad y por tanto de rentabilidad, por lo que cada vez son más las empresas que tienen en cuenta qué factores intervienen en el rendimiento del trabajador a través de sistemas de evaluación del rendimiento, lo que permite aplicar un modo de gestión y unas políticas empresariales dirigidas a aprovechar las habilidades del trabajador para alcanzar los objetivos de la empresa.

Éstos factores se tienen en consideración , desde la selección del personal, (cuyas expectativas radican en la idoneidad del empleado en función del puesto a ocupar, teniendo en cuenta que éste se adapte a las necesidades y objetivos de la empresa, siendo elementos decisorios su capacitación, formación y experiencia, así como otros rasgos potenciales más relacionados con la personalidad, carácter y motivación del trabajador), hasta la inversión económica que realiza el empresario en potenciar las facultades de sus empleados, favorecer un buen clima laboral o invertir en otros factores externos, tales como unas instalaciones adecuadas que proporcionen unas condiciones físicas que minimicen los riesgos de problemas de salud derivados del trabajo, como la fatiga laboral, problemas posturales, de visión, concentración etc.…que inciden de manera negativa en el resultado productivo del empleado, sin perder de vista que se establezca un adecuado equilibrio entre calidad, productividad y coste, es decir que se obtenga finalmente un nivel de eficiencia óptimo con un nivel de inversión posible.

Analicemos más detenidamente qué factores son determinantes en el rendimiento tanto desde el punto de vista del empleado como del empleados

LA CAPACIDAD DEL RENDIMIENTO.

La capacidad de rendimiento es el talento o la inteligencia que una persona presenta para realizar una actividad (en este caso laboral).

Esta capacidad se sustenta en dos pilares básicos: El relacionado con la tarea y que depende de la formación, la experiencia o ambas cosas, y el relacionado con la personalidad.

En lo relacionado con la tarea, diferenciamos la formación previa del aspirante al puesto y la formación una vez dentro de la empresa que puede venir por dos cauces diferentes, o bien por iniciativa del trabajador o bien a propuesta del empresario y son aquellas herramientas que dotará o mejorará las habilidades del empleado como son los programas de capacitación, de formación continua y otros cursos específicos dentro de su ámbito profesional. Otra circunstancia que influye en el rendimiento es la experiencia laboral, ya sea a nivel general o la obtenida en ese mismo sector u otro similar y su duración en el tiempo.

En lo referente a la personalidad del trabajador y cómo ésta repercute en el rendimiento existe un término dentro del cual se pueden distinguir dos grandes grupos en función de la capacidad que tiene un sujeto para afrontar los problemas, superar los obstáculos y controlar el rumbo de su vida ya sea en el terreno personal o en el terreno laboral. Hablamos del Locus del Control. Distinguimos dos tipos, el LC interno y el externo.

En el ámbito laboral, un trabajador que tiene Locus externo se manifestará inseguro, atribuirán a factores circunstanciales o del entorno tanto sus logros como sus errores y fracasos. Son personas con poca confianza en sí mismos ya que no creen que sus acciones pueden determinar el rumbo de los acontecimientos, pero sí al contrario, concediéndole protagonismo al azar, la suerte, el destino o las decisiones de otros. Son personas fácilmente dirigibles pero carentes de iniciativa y de carácter emprendedor por lo que su rendimiento se verá más condicionado por las órdenes de los superiores que por su propia iniciativa.

Por otro lado, el trabajador cuya personalidad se ajuste más a un Locus interno, presentará un carácter más emprendedor, ya que se sienten responsables en cierta medida de lo que acontece como parte activa, es decir con la responsabilidad y propiedad de cambiar la dirección de los acontecimientos. Son personas que toman el control de su vida en todos los aspectos dando poco margen a las circunstancias o la suerte. Su rendimiento dependerá más de sus expectativas y su afán de superación.

Actualmente muchas empresas tienen en cuenta el tipo de Locus de un aspirante o trabajador a la hora de atribuirle una u otra tarea, o bien tratan de adecuar este locus en función de sus expectativas a través de los departamentos de R.R.H.H.

LAS CONDICIONES DE ORGANIZACIÓN GLOBAL

Las condiciones de organización global son las situaciones que se pueden dar en la empresa y que influyen de manera directa o indirecta sobre el rendimiento de los trabajadores.

En estas condiciones influyen:

 El estilo de mando o liderazgo

 Las condiciones laborales

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