Stevia Rabaudina como sustituto de la sacarosa

En estos tiempos ha quedado evidenciada la habilidad que posee el ser humano de innovarse e influir de igual manera al mundo que lo rodea. Constantemente ocurre el descubrimiento de nuevas tecnologías con el objetivo de mejorar el bienestar humano, y todo esto es posible gracias a la evolución constante e inmensa curiosidad del mismo. Todos estos avances tienen una dirección establecida: la explicación de la vida misma, así como también prolongarla evitando el consumo de alimentos poco saludables.

La sacarosa, importante fuente de calorías en la dieta alimenticia moderna, siendo consumida en cantidades equilibradas favorece al aporte rápido de glucosa al cerebro y al músculo. Sin embargo, un consumo sin control de esta puede favorecer el sobrepeso y la obesidad, incrementar los triglicéridos en la sangre, incrementar la demanda de las vitaminas del grupo B, dar lugar a la aparición de caries dental e incluso aumenta el riesgo de enfermedades del corazón.

En vista de esto han surgido variedades de edulcorantes, aquella sustancia que se añade a un alimento para otorgarle sabor dulce, que presentan menos inconvenientes a la hora de su consumo y su dulzor puede ser incluso mayor al de la sacarosa. La finalidad de estos sustitutos del azúcar es mejorar la calidad de vida de aquellas personas que por una u otra razón deben prescindir de la ingesta de sacarosa.

El 73% de la producción total mundial de la sacarosa es producida a partir de la caña de azúcar, planta en la que se basa en su totalidad la producción azucarera en el territorio nacional. Los orígenes de esta planta en continente americano provienen directamente de la época de colonización y conquista de los españoles. Junto al tabaco, el cacao, el añil y el café, fue uno de los rubros agrícolas que constituyeron la base de la economía venezolana desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XX. Así, a partir de su introducción a comienzos de la época colonial y hasta el siglo XIX, el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar fue una de las actividades económicas fundamentales en varias regiones del territorio venezolano, dando lugar al establecimiento de numerosas unidades de producción.

Las personas que requieren una dieta baja en carbohidratos o dieta baja en glúcidos restringen la ingesta de hidratos de carbono, por lo general para el control del peso o para el tratamiento de la obesidad y la diabetes. Actualmente, se conoce que las dietas ricas en sacarosa pueden provocar un aumento excesivo de peso y resistencia a la insulina, lo cual predispone a padecer diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) y complica cualquier tipo de diabetes. A nivel mundial, entre 2000 y 2016, hubo un aumento del 5% en la mortalidad prematura por diabetes, además de que, en las Américas, en 2019, la diabetes fue la sexta causa principal de muerte, con un estimado de 244.084 muertes causadas directamente por la diabetes.

Existen unos atractivos compuestos químicos que son los precursores de diversos edulcorantes ya en el mercado, estos son conocidos como glucósidos de esteviol, los cuales llaman tanto la atención debido a que han sido considerados de 30 a 320 veces más dulces que la sacarosa y estos no inducen respuesta glucémica en la sangre cuando son ingeridos, lo que los hace un substituto del azúcar natural muy atractivo, en especial para pacientes diabéticos.

La stevia, planta de la especie Stevia rabaudiana y de la cual se obtienen los glucósidos de esteviol, es una planta que necesita del sol. Partiendo de esto se pueden observar diversos aspectos que le dan a un país tropical como Venezuela ventajas derivadas de la inexistencia de estaciones frías, nevadas y heladas a la hora de la cultivación de esta interesante planta.

En lo ecológico se trata de un cultivo donde no hace falta la deforestación de extensas áreas, los requerimientos

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