Tarea Escritura creativa

Dedico esta obra de teatro

a mi madre, que es mi motor,

motivo y fuerza para seguir

adelante.

ACTO PRIMERO

(Las paredes blancas y níveas de la habitación de Clara. Almohadas almidonas y suaves. Mueblería antigua y color madera. El día de su cumpleaños y la emoción del sonido de la puerta siendo tocada por su madre por la mañana.)

(Clara se caracterizaba por ser alguien sumamente extrovertida y soñadora, protectora y muy unida a su madre, de piel nívea y ojos color castaño claro, tenía una luz en su mirada profunda, cumplía los veintiún años ese día.)

(Doña Luz reflejaba el paso de los años en sus cabellos grises, siempre sonriente y con la piel blanquecina que luego le heredó a su hija, era la hija menor de ocho hermanos, provenientes de la provincia de Cajamarca.)

(Entra su madre, Doña Luz, y se apoya en el marco de la puerta)

DOÑA LUZ. —¡Feliz cumpleaños, hija! ¿Hoy iremos al cine?

CLARA.       —(Se despierta llena de emoción y con los ojos adormilados) Hay una película muy buena, pero tengo que ir al trabajo ahora, la llamaré cuando salga para encontrarnos en el cine.

DOÑA LUZ. —(Verificaba el estado de la alcoba de su hija para tomar las prendas sucias del cesto) Esta bien, hija, sería bueno que ya usemos la mascarilla, dicen que ya hay dos infectados por ese nuevo virus. (Apoyo las manos en su cintura)

CLARA.         —No creo que llegue a más, seguro será controlada como la gripe aviar o la gripe porcina.

DOÑA LUZ. —Tal vez es una cortina de humo para ocular otras noticias.

CLARA.         —Es lo más seguro, no nos preocupemos.

(Clara se movió fuera de la cama sentándose al borde para luego ponerse de pie y dirigirse a tomar un baño como si fuese un día normal, un día como cualquier otro, mientras Doña Luz se llevaba el cesto y salía tarareando una canción de aquella habitación. Clara quiso ver por la ventana del baño un momento y en el marco encontró algo horroroso, una mariposa esfinge de la muerte que la dejo con un mal presentimiento.)

Telón

ACTO SEGUNDO

(El desayuno estaba servido y madre e hija disfrutaban de los alimentos con la televisión encendida, se anunciaba el estado de emergencia y la entrada a cuarentena a partir del dieciséis de marzo, las personas solo podían salir a comprar artículos para necesidades básicas y solo estaba permitida la salida de una persona por familia.)

DOÑA LUZ. —¡Los muertos aumentaron a cuarenta y nueve en pocos días! ¡Aún así irás a trabajar?

CLARA.    — Mi jefa me dijo que haremos home office debido a las restricciones.

DOÑA LUZ. — Que bueno que tu puedes seguir trabajando así, las personas ahora están alteradas buscando un medio de transporte para llegar a sus trabajos.

CLARA.            —Seguramente en un mes todo se normalizará.

DOÑA LUZ.   — (Con tristeza y ansiosa) Pues no sé, pero a este gobierno no le tengo mucha fe.

CLARA.            — Es lo más seguro, mamá. Tranquila.

(Tomo su mano sobre la mesa para darle calma. De pronto la voz del presidente de la República se escucha proveniente de la televisión, estaba dando un mensaje a la nación decretando la cuarentena obligatoria y la perdida de derechos de libre tránsito en los ciudadanos, las calles serían resguardadas por las Fuerzas Armadas. Pronto el rostro de Doña Luz se llenó de angustia y temor.)

DOÑA LUZ.   — ¡Hija! ¡Mira la televisión! ¡No podremos salir! ¡Y no hay suficientes víveres, ni productos de aseo! ¿Cómo haremos desde ahora?

CLARA.               — ¡Podremos salir a comprarlos, tranquila mamá!

DOÑA LUZ.       — ¡Ojalá tu padre estuviera aquí! Él sabría que hacer…

(Clara se acercó para rodear con ambos brazos a su madre en un abrazo que buscaba confortarla y luego negó con la cabeza.)

CLARA.               —Sabes bien que mi padre nunca cuidó de ti.

DOÑA LUZ.       —¡Lo sé! Solo yo lo cuidaba…

(Clara sentía cierto enojo por la conducta machista interiorizada de su madre que desmeritaba sus esfuerzos por el hecho de no ser hombre, y recurría a los pocos buenos recuerdos que tenía con su exesposo.)

CLARA.            —Solo no pienses en eso, madre, solo intenta tranquilizarte, nada ganamos angustiándonos.

Telón

ACTO TERCERO

(Dos semanas habían pasado y las muertes solo ascendían las noticias eran cada vez más desesperanzadoras. Doña Luz cocinaba con los pocos recursos que tenía. La basura estaba acumulada y aislada en un lugar. Los zapatos en la puerta y otro calzado en el interior, detrás de esta. Las ropas sucias estaban colocadas en un espacio, y una botella de alcohol con pulverizador se encontraba en cada habitación de la casa.)

(Doña Luz recibe una llamada, mientras Clara se encuentra trabajando en su laptop)

DOÑA LUZ. — (Con voz aterrorizada) ¡¡¡NO!!!¡MI AMIGA! ¡NO, NO PUEDE SER!¡NO!

CLARA.            —(Se acercó preocupada) ¿Qué pasa, mamá?

DOÑA LUZ.   — (Lloraba desconsolada) ¡MI AMIGA MARIA SE MURIÓ! ¡SE MURIÓ DE COVID! ¡MALDITA ENFERMEDAD!

(Clara consolaba con un abrazo a su madre)

CLARA.          —(Con la voz acongojada) Desde ahora debemos cuidarnos mucho, en especial usted, mamá, ya no salga, desde ahora solo pediremos a domicilio y nadie ingresará aquí, tenemos que cuidarnos en extremo. ¡Desinfectar todo! ¡Y sobre todo… ¡NO SALIR!

...