Actividad integradora literatura etapa 1 Pueblo Unido

Pueblo Unido

Había una vez un niño de doce años por nombre Luis Daniel que vivía junto con sus padres y su pequeño hermano Diego en el pintoresco estado de Jalisco en un pequeño pueblito al norte llamado Lagos de Moreno. Aquel pequeño poblado era seguro y acogedor, un lugar seguro en donde todos los vecinos se conocen y saludan todas las mañanas. Un mañana de lunes cuando Luis Daniel se dirigía a la primaria junto a su madre y a su hermanito, pasaron junto a ellos tres camionetas grandes y lujosas, dos de color negro y una blanca. Pero eso no es lo que les llamo la atención, sino que aquellas camionetas y las personas que las conducían e iban dentro de ellas jamás habían sido vistas antes en el pueblo. Pero Luis Daniel al ser un niño no le dio importancia y siguió su camino a la escuela, pero su madre, doña María, por otro lado, le llamo mucho la atención y después de dejar a los niños en la escuela llego a la panadería, ya que su esposo es panadero y así mismo el dueño del lugar, y lo platicó con él:

-Cariño, hoy por la mañana pasaron por el parque tres camionetas muy extrañas que con tantos años viviendo en este pueblo nunca las había visto por aquí.

Pero el padre de Luis Daniel que estaba cuidando el horno, no le prestó mucha atención, a lo que le decía su esposa y solo le contesto con un simple:

-¿En serio? Qué extraño.

Por lo que su esposa siguió parloteando otra media hora, un poco intrigada y extrañada por lo que había visto. Por la tarde cuando los niños ya habían salido de la escuela, doña María, madre de Luis Daniel y Diego, los llevo al parque a que jugaran un rato, ella estuvo platicando con las demás mamás acerca de las camionetas que había en la mañana y se sorprendió cuando las demás madres le dijeron que ellas también las habían visto, pero todas dijeron que en diferentes puntos del pueblo y que a ellas también les habían parecidas un poco sospechosas. Entonces así acordaron todas que debían de tener cuidado con esos visitantes y permanecer alertas. En la noche después de cenar y antes de acostarse, lejos de los oídos de los niños, doña María le contó a su esposo, ya un poco más atento a lo que le decía su esposa lo que le habían dicho las señoras en el parque y ambos acordaron también estar alerta. Por la madrugada, cuando doña María y su esposo se levantaron para iniciar sus labores y fueron a la sala se dieron cuenta de que faltaban distintas cosas como la televisión, el equipo de sonido, joyas y poco dinero que ellos tenían guardado, además se percataron que la puerta estaba abierta con el picaporte forjado. Doña María alarmada ante la situación que tenía frente a sus ojos corrió preocupada a la habitación de Luis Daniel y Diego para asegurarse que ellos estuvieran sanos y salvo mientras que su esposo le marcaba a la policía. Luis Daniel y Diego todavía permanecían dormidos, no se habían percatado de lo que había sucedido esa noche en su casa, y por suerte estaban bien, solo que un poco asustados y tristes porque ya una vez avisados de la situación y revisando su cuarto inmediatamente se dieron cuenta de que también a ellos les faltaban sus videojuegos y su televisión. El comandante a cargo de lo que ocurría en la ciudad, que era el vecino de Luis Daniel llego a su casa y se encargo de la situación como debe de ser. Ya una vez que estuvo bajo control la situación le dijo a la familia:

-Doña María, lamento informarle que este no es el único robo que ha ocurrido durante esta noche, sino que han ocurrido dos más, robaron el depósito de doña Sol y la papelería de la señora Lucero, en los dos lugares hubo grandes pérdidas, pero ya se levanto un acta de robo en la delegación de policías y ya estamos actuando para atrapar a los presuntos ladrones lo mas antes posible.

Doña María y su esposo, todavía alarmados por lo que habían pasado les informaron a los vecinos para que tuvieran cuidado y estuvieran alerta de todo lo que les pareciera sospechoso y así mismo fueron a levantar una denuncia a la policía donde les prometieron que resolverían la situación lo mas antes posible. El presidente municipal alarmada por la creciente y rara ola de robos puso en marcha un programa de vigilancia de vecinos, donde instaló cámaras de seguridad, puso vigilancia de policías en distintos puntos del pueblo y le informo a toda la comunidad que trataran de no involucrase si pasaba algo, solo que marcaran al teléfono de la delegación, pero no había necesidad ya que en este pueblo, por ende todos sabían o  sospechaban quieres eran los responsables. Durante la noche del martes los vecinos no siguieron las indicaciones que les dieron por su seguridad y  esperaban atentos por los nuevos ladrones, preparados para la situación que se fuera a presentar porque sabían que estaban acompañados de los policías. Alrededor de las 2:15 de la madrugada las camionetas que resultaron sospechosas arribaron silenciosamente y con las luces apagadas a la casa de don Felipe que era el zapatero del pueblo y esperaron al siguiente movimiento. Una vez ya adentro los ladrones, fue cuando actuaron los policías y vecinos, quienes rodearon a los ladrones y los capturaron, aunque los ladrones se negaban a ser atrapados forcejearon con las personas e intentaron escapar, pero como todo pueblo unido lograron apresarlos. Don Felipe agradecido con todos los que lo ayudaron a que no hubiera daños en su hogar levanto inmediatamente una denuncia, y así mismo informaron a las otras tres familias, incluyendo a la de Luis Daniel, que habían sido robadas para que también hicieran lo mismo. Se abrió un juicio en contra de los ladrones donde todos se dieron cuenta que los acusados no eran más que unos jóvenes adultos de alrededor de 20 años que venían de la capital llevando tras de sí una ola de robos a casa-habitación.  Las pertenecías de las tres familias, incluyendo la de Luis Daniel las encontraron en donde los ladrones se estaban hospedando se les regresaron a cada uno tal y como estaban después de una semana terminado el juicio. Así Luis Daniel y su familia, como las otras dos personas, recuperaron felizmente sus pertenencias y arreglaron los daños materiales que hubo en su hogar. Luis Daniel con tanta emoción por que había recuperado sus pertenencias quiso salir a contárselo a su amigos mientras que doña María fue al parque a platicar con su amigas y entre todas ellas acordaron a tener más cuidado, y el esposo de doña María regreso feliz a su local y le platicaba a todas las personas que iban a comprarle pan todo lo que les había ocurrido para que ellos también tuvieran precaución. Y así fue como toda la comunidad se propuso a tener precaución de todas les personas que llegan al pueblo, así como de las que ya habitaban en el.

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