Dramaturgia Del Espacio

El contexto nacional que vivía el país en los años setenta, marginaba todas aquellas manifestaciones artísticas que quisieran expresar su pensamiento de repudio contra la dictadura y más aún que hicieran reflexionar a los demás sobre el mal momento que se estaba viviendo. Debido a esto es que surge el “teatro de fin de siglo”, el que se caracterizaba por ser un teatro de la necesidad y la resistencia, que se presenta como una voz frente a la marginalidad de un discurso. Es un teatro basado en el cuestionamiento de la rigidez, de un orden espacial y temporal.

Es así, como la dramaturgia del espacio nace como una narrativa espacial, ligada a un formato universal narrativo que es el rectángulo como: formato histórico de la pintura, del cine, de la fotografía, de la televisión de los escenarios de la salas de teatro, lugar de un lenguaje desde donde componemos miradas. Formato rectangular pre determinado por nuestro campo visual, por nuestra percepción como ser humano. Ahora bien, la dramaturgia del espacio es en sí un método para la construcción de lenguajes escénicos tanto para la poética del texto (escritura) como para la construcción de poéticas de espacio, que se entrelazan permitiendo la construcción de autorías escénicas. Dando un enfoque que resitúa la lectura de la herencia teatral, no desde la fotocopia de un paradigma, sino desde la creación escénica. Entendiendo cómo se construyen y se definen estas poéticas y su relación con el formato escénico.

Por ende la dramaturgia se amplía tanto al texto como a los medios de la puesta en escena, es decir, las operaciones estéticas e ideológicas realizadas por el escritor dramático, el director, el actor, el escenógrafo, el iluminador, etc. Incluso hasta la aparición del teatrista, término que define la condición de un artista de teatro que realiza distintas funciones (técnicas, estéticas e ideológicas) en el marco de la creación de un espectáculo teatral.

Si la noción de dramaturgia puede seguir siendo definida como el arte de componer obras de teatro, aún cuando las prácticas que se incluyen en dicha noción se han ampliado; tal vez lo que en realidad se ha modificado es el entendimiento del término composición. En tanto observamos que las ideas que ilustran esta práctica en el teatro han estado ligadas especialmente a la escritura y notamos que estas concepciones aún siguen presentes a pesar que los fundamentos y los elementos de expresión de la composición se han modificado; algunos usos como dramaturgia de dirección, del actor o de forma grupal.

Entonces se logra entender que la poética del espacio interviene el cuerpo, el gesto, los sonidos, la música, la luz, los objetos, los elementos escenográficos, la construcción de lugares, tiempos, y el uso de los planos y composiciones. El espacio se lee, genera ideas y emociones. Y a su vez la dramaturgia es en sí un método para que el creador escénico disponga de los elementos para generar su modelo y se define como una poética, ya que es un proceso previo a la construcción de un estilo. Entonces cabe destacar que el espacio es la hoja en blanco, en si es la base para la construcción de un lenguaje, discurso. Desde aquí el hecho escénico se construye a partir de la simbiosis (unión) entre la poética del texto con aquella del espacio. Es asi, como la palabra, el texto genera una visualidad espacial como la visualidad espacial genera a su vez un texto. Para Griffero los espacios son sumamente relevantes, ya que ellos tienen connotaciones políticas, sociales, emotivas. La visualidad en un texto existe desde el instante que un actor entra al espacio escénico. Su cuerpo y el espacio ya son composición, visualidad. Él potencia este aspecto en sus trabajos, la narrativa espacial, de atmósferas, de lo que dice el texto plástico. Entonces desde la dramaturgia del espacio, la actuación, el actor no deja nunca de ser orgánico

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