Cómo debe ser una verdadera educación crítica

¿Cómo debe ser una verdadera educación crítica?

Para algunos la palabra educación remite a procesos de aprendizaje, relación entre maestro y alumno dentro del aula y los conocimientos a adquirir para desarrollar determinadas habilidades y destrezas para realizar determinadas actividades. Para otros es la manera de socializar y transmitir cultura para que un individuo se desarrolle intelectual y moralmente dentro de la sociedad.

Sin embargo la educación definida de las maneras anteriores y otras definiciones que se les parecen dejan en entre dicho una manera fría y vacía del verdadero proceso educativo. En los años 70 se desarrolla un movimiento pedagógico orientado hacia una nueva manera de ver a la educación, no solo con su relación con el aprendizaje sino un análisis profundo del contexto en el que dicho proceso se realiza, este movimiento llamado pedagogía crítica, que es una alternativa a la manera en la que se había estado llevando el sentido de la educación que de alguna manera se centraba en el alumno y sus procesos de aprendizaje. Este giro inesperado dentro de la educación tiene como propuesta una enseñanza que permita que los estudiantes cuestionen, analicen y reflexionen  la realidad social para que sean capaces de responder a las problemáticas sociales del mundo y así lograr la transformación de  éste.

Para que dicha transformación sea posible se debe construir un pensamiento crítico que haga que actuemos críticamente en la sociedad. Ojo en este caso la palabra crítico de la acción de criticar no se limita al acto de juzgar y expresar opiniones deliberadamente sobre algo.  Sino la manera en la que se analiza el contexto social (entendiéndose contexto como el lugar donde el individuo realiza sus actividades cotidianas). Éste pensamiento crítico se va a desarrollar dentro de una sociedad cambiante y consiente de que la educación como se ha estado llevando no ha dado los resultados necesarios para cambiar la manera en la que se vive, en donde hay discriminación, autoritarismo, intolerancia, desigualdad, apatía y una inmensa indolencia por lo que sucede alrededor. Entonces empiezan a surgir pedagogos, teóricos e investigadores comprometidos con una educación diferente que realizan trabajos de investigación desde un enfoque crítico de la educación. Autores como el brasileño Paulo Freire, el norteamericano Henry Giroux, el canadiense Peter McLaren, entre otros. Dichos personajes hacen hincapié en que la educación debe ser crítica para que sea liberadora y posteriormente transformadora.

Los autores que menciono anteriormente se mueven en estas últimas décadas, se puede decir que son contemporáneos inclusive algunos de ellos siguen vivos y activos en éste ámbito. Aclamando ser escuchados, pues han pasado años y los sistemas educativos en la mayoría de los países siguen siendo orientados hacia un enfoque conservacionista, que no cree eco,  perturbaciones y disturbio entorno a la educación.

La economía, la sociedad, la cultura y la tecnología cambian constantemente al pasar los años, estos cambios están a la par de los movimientos sociales y los modelos políticos mundiales. La educación debe de responder a las necesidades de la sociedad con sus respectivos cambios, esa es la idea principal de la educación crítica, educar para ser seres autónomos, libres del yugo de medios opresores, capaces de examinar ideas establecidas y crearlas, analizar problemas y buscar soluciones, así como asumir responsabilidades sociales.

Es por ello que debe haber cambios radicales en las políticas educativas mundiales, en los currículos y centros educativos, en los profesores, en los alumnos y en la sociedad en general. Porque la educación se mueve de acuerdo a los intereses políticos de países capitalistas muy poderosos interesados en dominar al mundo y una manera de mantenernos a raya es metiendo mano negra en la elaboración de los currículos educativos que tienen como fin el de adiestrarnos utilitariamente para desempeñar bién un trabajo. Y luego vienen  las instituciones encargadas de impartir dicho adiestramiento y dentro de ellas los encargados directos de transmitirnos conocimientos: los maestros. Éstos últimos son los encargados de llevar a cuestas la ardua tarea de meternos conocimientos a diestra y siniestra para que desempeñemos un trabajo y sigamos reproduciendo un modelo económico y político capitalista.

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