Filosofía del derecho - Trabajo final

INTRODUCCIÓN

México es uno de los países con muchas bellezas tanto naturales como arqueológicas, las cuales son muy admiradas por los demás países, pero por otra parte tenemos graves problemas sociales, políticos y económicos; México, país con miles de muertes anuales. Justo así se le concibe a nuestra patria, siempre en lados opuestos de la balanza. Ya que se puede observar un gran contraste en nuestro país por un lado millones de mexicanos en pobreza extrema y por otro lado teniendo políticos que ganan miles de pesos en un mes o tan claro ejemplo teniendo a uno de los hombres más ricos del mundo, el Sr. Carlos Slim, donde es notorio que su fortuna se debe al enorme monopolio que maneja en México. Este, este es mi “México, lindo y querido”. En el cual nuestros políticos con una mano firme reprimen a la sociedad y con la otra mano sellan pactos con el narcotráfico.

Los cuarenta y tres normalistas desaparecidos, hoy en día quizá muertos, familias enteras buscando una respuesta lógica o tan solo un cuerpo al cual poder llorar; Esto, en conjunto sólo es un ejemplo de lo que sucede día a día en el México, no actual, sino el de siempre, ya que no es la primera vez que sucede, tristemente, tenemos como antecedente histórico la matanza estudiantil del 68 y el caso de Acteal.

Una horda de violencia más, un Estado “fallido” que ni si quiera sabe inventar pretextos o dar explicaciones lógicas; Una televisora astuta que trata de ganarse a un pueblo entero, cuando justo ella es participe central en la formación de dicha horda.

Lo acontecido con los compañeros normalistas es un claro ejemplo de algo que resulta cotidiano y cruel a la vez, porque no sólo son cuarenta y tres, ¿En dónde están aquellos que no han tenido reflectores? ¿Quiénes son todas esas personas encontradas en fosas clandestinas? No sabemos el número exacto de desaparecidos, sabemos a ciencia cierta que son simple y llanamente cuarenta y tres, mismos que pasarán a la historia, no como un número más, ellos marcarán la  pauta para concientizar a la población de que nuestra nación está corrompida, que aquellos quinientos pesos que aceptaron miles de personas en las elecciones de 2012 para que el actual presidente Enrique Peña Nieto saliera victorioso, no valen la pena ante las masacres que ocurren día a día.

Lo lamentable aquí, además de todas las desapariciones y muertes, es todo aquello que el Estado realiza para tener controlada a la población mexicana, algo que ha sido así desde años atrás, pero que hoy en día es tan marcado que no puede ocultarse.

Hablamos entonces de no sólo una violencia directa, sino una violencia cultural y estructural, misma que se ha forjado y repetido sin cesar, el paso de los años sólo la fortalece.

El gobierno es consciente de la magnitud de todos y cada uno de sus actos, no así el pueblo, que al ver este tipo de acciones con cotidianeidad las convierten en acciones banales, de menor o mayor magnitud, simplemente.

Este breve ensayo hace alusión a estos tres tipos de violencia (directa, cultural y estructural), las cuales son base en la teoría de Johan Galtung.

Con base en dicha teoría, se explicara el caso de Ayotzinapa, lo acontecido el 26 de Septiembre del año 2014  y que hasta fechas actuales sigue causando mucho revuelo en la sociedad mexicana.

VIOLENCIA DIRECTA

Violencia Directa: Es visible, se concreta con comportamiento agresivo y actos de violencia. Tomando esta breve definición que maneja Johan Galtung sobre lo que es violencia directa, no encontramos con un sin número de acciones que podrían caber dentro de la misma, todas referentes con el caso de Ayotzinapa.

…“La violencia directa tiene como principal característica diferenciadora que es una violencia visible en lo que se refiere a muchos de sus efectos; básicamente los efectos materiales. Sin embargo, también es cierto que algunos efectos aparecen más o menos invisibles (odios, traumas psicológicos, sufrimientos, relaciones internacionales injustas, adicción a una cultura violenta,  concepciones culturales como la de ‘enemigo’, etc.) o no se suelen considerar de tanta importancia como los efectos materiales.”

Desde la raíz de lo acontecido y que fue el estallido principal para toda la horda de descontento social, presenciamos este tipo de violencia.

Desapariciones como la de los cuarenta y tres normalistas, mismas que no son las primeras, y que posteriormente fueron “pequeñas” si cabe la palabra, ya que las fosas que se han encontrado en la “búsqueda” de los antes mencionados, simplemente son incomparables.

El Estado mexicano sabe que sus “problemas” deben atacarse desde la raíz, es por eso que en el caso Ayotzinapa no se ha hablado de muertes o asesinatos “verificables”, ya que, si regresamos el tiempo un poco, nos encontramos con la “Matanza de Tlatlaya”, Estado de México, misma que le causó problemas mayores al mismo Estado.

Ahora bien, dentro de la violencia directa hayamos, además de asesinatos y desapariciones, gritos, golpes, como los que se han acontecido en las marchas que el pueblo mexicano ha realizado, en primera instancia a manera de solidaridad por lo acontecido en Ayotzinapa, después por el descontento en general. Estos gritos y golpes por parte de la policía tienden a sanar, no así la manera en que el pueblo es ignorado.

Así pues, además de generarse violencia en contra de las personas, se considera violencia directa también al daño de espacios naturales, así como también de edificios que tienden a estar constituidos de manera colectiva; como la que generan aquellos “infiltrados” en los mítines y marchas, esas personas que lucran con la estabilidad de los movimientos y que así mismo, hacen que estos pierdan credibilidad, me refiero por ejemplo, a la quema del “Metrobús” cerca de Ciudad Universitaria, y también a la quema de la puerta del Palacio Nacional.

Parece que me estoy desviando del tema central, pero lo anteriormente explicado surge a raíz del mismo; Ahora es momento de pasar a explicar un poco el siguiente tipo de violencia: La cultural.

VIOLENCIA CULTURAL.

Sin hacer a un lado el tipo de violencia anterior, que es como dice Galtung “visible”, se debe buscar y encontrar la raíz de la misma, si bien la violencia directa deja marcas en el cuerpo, que pueden o no borrarse con el tiempo, los siguientes dos tipos de violencia marcan el alma y ser de cada individuo involucrado. Hablaremos entonces, de la violencia cultural que se sufre en el caso de Ayotzinapa.

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