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Integradora De Filosofia 1


Enviado por   •  24 de Febrero de 2015  •  2.521 Palabras (11 Páginas)  •  244 Visitas

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Programa Nacional de Formación en Turismo

Planificación Turística

Participantes:

Manuela Rodrìguez

Tu 1220

Barquisimeto, Febrero del 2015

Planificacion Turistica

Uno de los recursos más transcendentales del hombre es el uso de la racionalidad, la cual es la razón de ser de la planificación y al mismo tiempo su propio obstáculo, ya que esta no solo tiene injerencia en el desarrollo de las fuerzas productivas si no incluso en la relaciones sociales de la producción, lo cual da como resultado dos grupos el dominado que es la parte productiva y que deja aun lado las satisfacción de sus propios intereses para atender necesidades del grupo dominante, lo cual conlleva a un distanciamiento en los procesos de crecimiento y desarrollo, que generara el doble beneficio: el de su propio trabajo y el del ajeno. Así, su desarrollo se acelera. Mientras tanto, el grupo dominado se ve privado de algunos de los más importantes resultados de la producción y experimenta un retraso en relación con el grupo dominante.

Con el paso del tiempo esta visualización de intereses no ha cambiado ya que surgen nuevos grupos humanos aun más complejos que han llegado a formar naciones, lo cual trae como resultado el mismo ciclo de dominación y dependencia, pero aplicado a países subdesarrollados (primer mundo) y desarrollados (tercer mundo); esto da como resultado países con desarrollo industrial y tecnológico siendo los mas beneficiados Estados Unidos y Europa, quedando debajo de ellos Latinoamérica; con el paso del tiempo da una nueva conceptualización lograr un equilibrio entre la parte dominante y la dominada, pero este proceso aun hoy en día no ha podido ser del todo equilibrado por ello la planeación constituye una muy útil herramienta en el logro de cambios por la vía de la negociación, generando nuevas alternativas para los países desarrollados. Se retoma con ello la esencia de la planificación: promover la modificación de un estado de cosas hacia niveles de mayor orden, con base en intereses propios de la región.

En consecuencia, el instrumento de cambio que es la planificación sólo puede dar resultados satisfactorios para las comunidades latinoamericanas si se cumplen dichas condiciones.

Es por ello que al percatarse de la actividad turística se ve un beneficio para la economía y sociedad siendo este un fenómeno socioeconómico, donde el turista busca satisfacer diferentes necesidades, tales como alimentación, esparcimiento, descanso, búsqueda de nuevas sensaciones y experiencias entre otras, lo cual conlleva a un traslado, estadía y no participación en los mercados de trabajo y capital de la misma; todo ello constituye el objeto de análisis económico y social de esta actividad, haciendo aplicable la naturaleza económica del turismo permitiendo asimismo que se le implementar la teoría de la planificación económica y buena parte de sus técnicas específicas, a condición de adaptarlas a sus propias peculiaridades,generando un efecto multiplicador en el destino donde se origina.

Dando origen a un producto turístico que adquiere diferentes formas (imperativa, indicativa o mixta), amplitudes temporales; y jurídicas y administrativas.

Los niveles de la planificación estarán dados por el grado de generalidad o la amplitud de análisis que abarquen. Los ámbitos se establecerán según el espacio físico que cubra el proceso de planificación que se emprenda. El producto dependerá del elemento a planificar y, finalmente, los destinos de la planificación turística se determinarán de acuerdo con las clases de turismos hacia los cuales se orientan sus esfuerzos. Lamentablemente aun haciendo uso de este recurso no puede romperse totalmente de la teoría dominador y dominado ya que parte de la estructura turística proviene de extranjeros controlando gran parte del a economía latinoamericana, por ello debe de crearse un sistema turístico con la capacidad suficiente como para generar nuevas empresas y productos que intervengan la nueva realidad mundial de manera directa y que capitalicen las sociedades propias del lugar y generando a su vez la satisfacción de necesidades turísticas fundamentadas en el ejercicio y disfrute del ocio.

La planificación económica del turismo utiliza en gran medida la metodología y las técnicas experimentadas en otras ramas económicas, adoptándolas a sus requerimientos y modificándolas cuando las singularidades de ciertas variables así lo requieran.

Dentro de estas variables deben tomarse en cuenta el contexto político ya que existen cuatro tipos de gobiernos: protector, benefactor, desarrollista y totalitario; los dos primeros no intervienen en la producción, en tanto que los otros sí, considerando a las reservas de recursos naturales y humanos una herramienta que les permita tener cierto grado de autosuficiencia en la generación de satisfactores para su población. Tal es el caso de países como Brasil, Argentina, México, Colombia y Chile.

Otra variable positiva o negativa es la social esta puede repercutir en la aceptación de la sociedad o en su caso contrario crear barreras psicológicas, sociales y culturales a la modernización, los cuales se resisten a este ultimo.

Por ello es necesario implementar una buena planificación turística englobando todas las variables para lograr un equilibrio entre ellas, fomentando estrategias de crecimiento sustentable, basado en el desarrollo local y regional y sustentado en proyectos integrales con una utilización racional del patrimonio cultural y natural, permitiendo un doble objetivo: por un lado, la preservación de culturas y entornos; por el otro, el desarrollo del sector terciario y la creación de empleo.

En conclusion el ensayo anteriormente creado se realizo una perspectiva personal de dos libros; “planificación turística un enfoque metodológico” y “planificación integral del turismo” donde los autores indagan en el tema de la planificación desde la aparición del hombre, dando como resultado la aparición de la racionalidad, partiendo de aquí su razón de ser, ambos relatan la división de una parte dominante y otra dominada la cual ha hecho aparición desde entonces de alguna u otra manera, creando un desequilibrio en sociedades, países y naciones, la cual se ha visto proyectada en el ámbito empresarial, adelantos tecnológicos, economías y clases sociales, es importante partir de este desequilibrio en la planificación ya que si algo busca obtener es el equilibrio entre ambos, siendo causa de estudio todas aquellas variables que pudieran presentarse el planeación turística, ya que este forma parte de un fenómeno socioeconómico, que busca satisfacer necesidades diversas de turismo, como lo son cambio de su habitad temporal, descanso, recreación, creación de nuevas sensaciones y sentimientos; lo cual delimita hacer uso de estudio todo lo que pudiese integrarlo, como la sociedad, el gobierno, los recursos naturales y humanos, para llegar a la construcción de un sistema turístico que beneficie a largo plazo atender con prioridad los servicios, infraestructura y obras que demanda la reducción de pobreza y desigualdades.

Con lo se debe crear una coordinación de programas, presupuesto, regulación de mercados, ideologías y recursos, constantes para ser retroalimentados o bien ajustados a la nueva demanda, para su mejoría.

Concepto de cliente:

Un cliente es aquella persona que recibe cierto servicio o bien, a cambio de alguna compensación monetaria o cualquier otro objeto de valor. La palabra proviene del latín cliens.

Un cliente puede ser catalogado en dos categorías principales: como cliente final, que es el que adquiere el producto por el simple deseo de poseerlo y utilizarlo, o como cliente intermedio, que es el que compra el producto con el fin de volverlo a vender para obtener una ganancia.

Como se puede inferir, la excepción a lo mencionado en el primer párrafo sucede al hablar del cliente intermedio, ya que este compra el producto pero nunca se convierte en consumidor. De igual manera, a la hora de catalogar a los clientes de una empresa o negocio podemos encontrar tres tipos: el cliente complacido, el cliente satisfecho, el cliente insatisfecho.

El cliente complacido es aquel que ha tenido una experiencia con el producto que ha superado sus expectativas, y que es muy probable que no desee cambiar de empresa o de producto en el corto o mediano plazo. Por su parte, el cliente satisfecho es aquel que encontró un producto a la altura pero que podría cambiar de empresa si se le ofrece una oferta mejor. En contraste, el cliente insatisfecho es aquel que tuvo una experiencia mala con el producto y que hará lo posible por no volver a repetirla, buscando a otra empresa incluso aunque le cueste un poco más de dinero.

Fuera del plano económico, en el mundo de la informática un cliente es un software o computadora que se conecta a un servidor para consumir recursos, casi siempre de manera remota. Por ejemplo, los videojuegos en línea utilizan clientes para conectarse a un servidor y así obtener información del juego y de otros jugadores.

En el ámbito político, se denomina "clientelismo político" a la práctica de algunos políticos que consiste en realizar favores a ciertas personas a cambio de obtener apoyo en tiempos electorales. Se utiliza también para referirse al convencer a otros ciudadanos de votar por cierto candidato mediante incentivos económicos u otros artículos.

*Derivado del latín, el concepto de cliente se utiliza para hacer referencia a las personas o entidades que hacen usufructo de los recursos o servicios que brinda otra. El origen de la aplicación de este término debe buscarse en la antigua Roma, siendo el individuo económicamente inferior, quien se ponía al servicio de uno de mayor rango en una relación, que no estaba regulada y que otorgaba, al de mayor rango, un importante prestigio social. Esta definición resulta la esencia del término, que sin embargo se va desmembrando y reinventando de acuerdo con el ámbito que lo utilice. Son muchos los campos que toman el término y lo aplican en su contexto, pero siempre sobre la base de ser una persona u organización que, voluntariamente, recibe algo a cambio de otra cosa que entrega.

El marketing es una de las disciplinas que más utiliza el concepto: lo entiende como la persona que adquiere un producto, ya sea para hacer usufructo de él, o para obtener una ganancia mayor con él.Las organizaciones viven a base de los clientes, ya que son ellos los que con cada decisión de consumo contribuyen a lo que luego será la ganancia de la empresa. Obviamente que lascategorizaciones que se hagan de los clientes distarán mucho de acuerdo con la clase de empresa o de producto que se considere, pero en todos los casos puede hablarse de clientes satisfechos oinsatisfechos, de acuerdo al resultado que ha tenido, es decir, el nivel en el que la empresa satisfizo sus necesidades (que se sabe, repercutirá en próximas compras). También las empresas analizan a los clientes de acuerdo a su perfil psicológico, su disposición al cambio y sus costumbres en el consumo.

Los clientes son los que dan literalmente de comer a las empresas. ¿El problema? Que a veces resultan muy “indigestos” y que vuelven literalmente locos a los que se suponen que deben estar a sus pies. Sin embargo, y por muy locas que vuelvan a veces a las empresas, los clientes son su sustento y no pueden permitirse el lujo de perder los papeles ante ellos. A continuación, y de la mano de Inc., enumeramos los 13 tipos de clientes más “latosos” y algunos trucos para lidiar con ellos:

1. El oportunista

“Dora la píldora” a las empresas utilizando como señuelo una gran venta para forzar a éstas a redactar exhaustivos informes que después terminan en la papelera.

Cómo lidiar con él: No hay que comprometerse nunca a asumir una carga excesiva de trabajo si el cliente no ofrece algo proporcional a cambio.

2. La bomba de relojería

Habitualmente se muestra racional, pero cuando se le cruzan los cables, no duda en volcar toda su ira en la cara del cliente sin ningún tipo de contemplación.

Cómo lidiar con él: Aprenda a anticiparse a los problemas antes de la bomba estalle y refúgiese en un lugar seguro cuando se produzca la explosión.

3. El indeciso

Admite estar interesado en los productos y servicios de la empresa, pero es tan indeciso que sigue buscando otras opciones en el mercado.

Cómo lidiar con él: Muéstrele al cliente cuánto dinero está perdiendo por retrasar sine die su decisión de compra.

4. El “multitasker”

Tiene tantas cosas en la cabeza que no puede centrarse en la oferta de ninguna empresa en concreta.

Cómo lidiar con él: Póngale fáciles las cosas. A este tipo de cliente le gusta que le den las cosas “masticaditas”. De lo contrario, no se centra en lo que tiene entre manos.

5. El “meteprisas” egoísta

Quiere todo muy rápido, pero cuando la empresa demanda algo de él, nunca tiene prisa en “hacer sus deberes”.

Cómo lidiar con él: Póngase de acuerdo previamente con él un calendario que ambas partes deberán (o al menos intentarán) cumplir a rajatabla.

6. El desaparecido

Se compromete a mantener reuniones con la empresa, pero después nunca aparece. Siempre hay una “urgencia” que le impide acudir a la cita.

Cómo lidiar con él: Hágale entender que su tiempo es valioso y que lo que tiene que venderle merece realmente su atención.

7. El “don nadie”

Aparenta ser un pez gordo que toma todas las decisiones, pero en realidad es sólo la marioneta de algún otro “mandamás”.

Cómo lidiar con él: Desármelo con preguntas sutiles como ésta: “¿Cómo se toman las decisiones de compra en su empresa?”.

8. El “quiero y no puedo”

No tiene la autoridad suficiente para autorizar compras dentro de la empresa para la que trabaja, pero simula tenerla para ganar visibilidad interna dentro de su departamento.

Cómo lidiar con él: Sígale el juego y ponga a su disposición las herramientas necesarias para cerrar la venta con él como intermediario “estrella”.

9. El “encantador de serpientes”

Se sabe dueño de un irresistible encanto personal e intenta utilizarlo en su propio beneficio en su relación con la empresa.

Cómo lidiar con él: Muéstrese firme y no deje que sus conversaciones con él se vayan por derroteros que vayan más allá de lo que es el mundo de los negocios.

10. El “guardaspaldas”

Su principal objetivo es que el gran “mandamás” al que guarda las espaldas sea molestado lo menos posible por “gente pequeña” como usted.

Cómo lidiar con él: Explíquele pormenorizadamente por qué su empresa necesita hablar directamente con su “protegido”.

11. El “señor No”

Siempre se saca de la chistera alguna excusa para decir “no”.

Cómo lidiar con él: Rebata sus constantes objeciones con razones realmente fundamentadas.

12. El despistado

Finge no entender nada de lo que su empresa está hablando.

Cómo lidiar con él: Explíquele en palabras y frases lo más sencillas posibles lo que se empresa le está vendiendo y cómo le beneficiará a él personalmente y a su compañía.

13. El aguafiestas

Cuando parece que la venta se va a cerrar definitivamente, el “aguafiestas” se saca de la manga alguna demanda de última hora que pone a la empresa contra las cuerdas.

Cómo lidiar con él: No se doblegue. Insista en que su oferta es la mejor que su empresa está en posición de ofrecerle

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