PADRES BRILLANTES, MAESTROS FACINANTES
charry1319 de Octubre de 2013
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Dr. Augusto Cury
Padres
brillantes,
Profesores
fascinantes
El método más eficaz para formar jóvenes felices,
proactivos, seguros e inteligentes
Noviembre 2005
PARTE 1
SIETE HABITOS DE LOS BUENOS PADRES
Y DE LOS PADRES BRILLANTES
Los niños no necesitan padres gigantescos, sino seres humanos que hablen su
lenguaje y que sean capaces de penetrar en sus corazones
1
Los buenos padres dan regalos, mientras que
los padres brillantes dan todo su ser
Este hábito de los padres brillantes contribuye a
desarrollar en sus hijos: autoestima, protección
emocional, capacidad de manejar la pérdida y la
frustración, y de filtrar los estímulos estresantes,
de dialogar, de escuchar.
Los buenos padres, dentro de sus recursos, se encargan de satisfacer los deseos de sus hijos.
Les hacen fiestas de cumpleaños, les compran zapatos, ropa, productos electrónicos, e incluso
les proporcionan viajes. Los padres brillantes dan a sus hijos algo incomparablemente más
valioso, algo que todo el dinero del mundo no puede comprar: su ser, su historia, sus
experiencias, sus lágrimas y su tiempo.
Los padres brillantes, cuando tienen los medios, dan regalos materiales a sus hijos pero
no los alientan a ser materialistas, porque saben que el consumismo puede aplastar la
estabilidad emocional, así como generar pensión y placeres superficiales. Los padres que
siempre están dando regalos a sus hijos son recordados por un momento. Los padres que se
preocupan por dar a sus hijos una historia se vuelven inolvidables. ¿Quiere usted ser un padre
o una madre brillante? Tenga el valor de hablar con sus hijos acerca de los días más tristes de
su propia vida, y la audacia de hablarles de sus dificultades en el pasado. Cuénteles sus
aventuras, sus sueños y los momentos más felices de su existencia. Humanícese. Transforme
su relación con sus hijos en una aventura. Cobre conciencia de que educar es penetrar en el
mundo de otros.
Muchos padres trabajan para dar el mundo a sus hijos, pero se olvidan de abrirles el
libro de sus vidas. Por desgracia, los hijos solo admirarán a los padres el día que estos
mueran. ¿Por que es fundamental para la formación de la personalidad de los hijos que los
padres permitan que los conozcan?
Esta es la única forma de educar las emociones y crear vínculos sólidos y profundos.
Cuanto mas baja es la escala biológica de un animal, menos depende de sus padres. Entre los
mamíferos, los hijos dependen en gran medida de sus padres, ya que no solo necesitan el
instinto, sino que deben aprender de la experiencia de sus padres para poder sobrevivir.
En nuestra especie esa dependencia es intensa. ¿Por que? Porque las experiencias
aprendidas son mas importantes que las instintivas. Un niño de siete años es muy inmaduro y
dependiente de sus padres, mientras que muchos animales de la misma edad son ya
ancianos.
¿Como ocurre este aprendizaje? Podría escribir cientos de páginas sobre esta materia,
pero prefiero comentar solo algunos de los fenómenos involucrados en el proceso. El
aprendizaje depende del registro diario de miles de estímulos externos (visuales, auditivos,
táctiles) e internos (pensamientos y reacciones emocionales) en las matrices de la memoria.
Anualmente archivamos millones de experiencias, pero a diferencia de lo que ocurre con las
computadoras, los registros en nuestra memoria son involuntarios, producidos por el registro
automático de memoria (RAM).
Con las computadoras, nosotros decidimos que grabar; con la memoria humana, el
registro no depende de la voluntad. Todas las imágenes que capturamos se registran
automáticamente. Todos los pensamientos y las emociones -negativos y positivos- son
registrados involuntariamente por el fenómeno RAM.
Los vínculos definen la calidad de la relación
¿Que registran sus hijos sobre usted? ¿Imágenes positivas 0 negativas? Ambas. Cada día
ellos archivan sus comportamientos, ya sean inteligentes o estúpidos. Usted no se da cuenta,
pero ellos lo están fotografiando a cada instante.
Lo que genera los vínculos inconscientes no es solo lo que usted les dice, sino también lo
que ellos ven en usted. Muchos padres les dicen cosas maravillosas a sus hijos, pero tienen
reacciones terribles frente a ellos: son intolerantes, agresivos, parciales e hipócritas. Con el
tiempo se crea un abismo emocional entre padres e hijos: poco afecto, pero mucha crítica y
fricción.
Lo que se registra nunca se puede borrar, sólo reeditar a través de nuevas experiencias
que se escriben sobre las antiguas experiencias. La reedición es un proceso posible pero
complicado. La imagen que su hijo ha construido de usted no se puede borrar, sólo
sobrescribir. Construir una imagen excelente establece la riqueza de la relación que usted
tendrá con sus hijos.
Otra función importante de la memoria es que las emociones definen la calidad del
registro. Todas las experiencias que tienen un alto volumen emocional generan un registro
privilegiado. Amor y odio, alegría y angustia provocan un registro intenso.
Los medios descubrieron, sin conocimiento científico alguno, que anunciar la miseria
humana atrapa la emoción y genera concentración. De hecho, los accidentes, la muerte, la
enfermedad y los secuestros generan un volumen de alta tensión que conduce a un
almacenamiento privilegiado de esas imágenes, lo que ha convertido nuestra memoria en un
bote de basura. No es de extrañar que el hombre moderno sea un ser tan tenso, que sufre
anticipadamente y tiene miedo del mañana.
Es más conveniente perdonar
Si usted tiene un enemigo, es mas conveniente perdonado. Hágalo por usted. De otro modo,
el fenómeno RAM lo archivara dándole privilegio. Su enemigo dormirá con usted y perturbara
su sueño. Entienda sus fragilidades y perdónelo porque esa es la única manera de deshacerse
de el o de ella. Enseñe a sus hijos a hacer del escenario de sus mentes un teatro de alegría y
no de terror. Indúzcalos a perdonar a la gente que los desilusione y explíqueles este
mecanismo.
Nuestra agresividad, rechazos y actitudes impulsivas pueden generar un alto volumen de
tensión emocional en nuestros niños, dejándoles una cicatriz permanente. Necesitamos
entender cómo están organizadas las características patológicas de la personalidad.
El mecanismo psíquico es el siguiente: una experiencia dolorosa se registra
automáticamente en el centro de memoria. De ahí en adelante se lee continuamente,
generando miles de pensamientos más que, a su vez, se registran nuevamente crean- do en
el inconsciente las llamadas zonas de conflicto.
Si usted comete un error con su hijo, no basta con ser amable con el en un segundo
momento. Peor aun, no trate de compensar su agresividad comprándole o dándole cosas, ya
que de esta manera él lo manipulara y no lo amará. Usted sólo será capaz de reparar su
actitud y reeditar la película inconsciente si penetra en el mundo de su hijo, reconoce su
exageración y le habla acerca de su propia actitud. Haga saber a sus hijos que no son notas
al pie de página del libro de su vida, sino que son las páginas centrales de su historia.
En los divorcios es común que los padres prometan a sus hijos que nunca los
abandonaran. Pero cuando baja la temperatura de la culpabilidad, algunos padres se
divorcian también de sus hijos, de manera que estos pierden su presencia, a veces no sólo
física sino también emocional. Los padres ya no disfrutan, sonríen ni felicitan a sus hijos, ni
tienen momentos agradables con ellos.
Cuando esto pasa, el divorcio genera severos efectos colaterales psíquicos. Si el puente
esta bien construido, si la relación continua siendo poética y afectuosa, los niños sobrevivirán
a la turbulencia de la separación de sus padres y podrán madurar.
Sus hijos no necesitan gigantes
La individualidad debe existir porque es el fundamento de la identidad de la personalidad. No
hay homogeneidad en el proceso de aprender y el desarrollo de los niños (Vigotsky, 1987).
No hay dos personas iguales en el universo, pero el individualismo es perjudicial. Una
persona individualista quiere que el mundo gire a su alrededor, su satisfacción es primero,
incluso si esto implica el sufrimiento de otros.
Una de las causas del individualismo entre los jóvenes es que los padres no cruzan sus
historias con las de sus hijos. Incluso si usted trabaja mucho, emplee el poco tiempo que
tenga para disfrutar de grandes momentos con sus hijos. Ruede con ellos por la alfombra.
Escriba poemas. Juegue, sonría, suéltese. Alborótelos con placer.
Una vez, un niño de nueve años le preguntó a su padre, que era medico, cuanto cobraba por
consulta. Su padre se lo dijo. Un mes después, el hijo fue con el padre, sacó algunos billetes
de su bolsillo, rompió su cochinito y le dijo a su papá con lágrimas en los ojos: “Papi, he
estado queriendo hablar contigo desde hace mucho,
...