Qué Es La Justicia. -Hans Kelsen-
dkgh_4561 de Julio de 2014
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¿Qué es la justicia?
-Hans Kelsen-
Analizaremos el libro ¿Qué es la justicia? De Hans Kelsen, en cada definición que nos da sobre la “justicia”.
En el primer capítulo de su libro titulado “La justicia como problema de la solución de conflictos de intereses o valores”, define a la justicia como un orden justo que regula la conducta de los hombres de una manera tal que a todos satisface y a todos permite alcanzar la felicidad, sin embargo, vuelve a hacerse una pregunta ¿Qué es la felicidad?, responde que la felicidad depende a menudo de la satisfacción de necesidades que ningún orden social puede lograr.
Si un orden social quisiera hacer feliz a la sociedad entonces nos daría a cada quién lo nuestro, sin embargo, no es posible hacer eso ya que cada uno es especial y único en el mundo, si todos fuéramos iguales y pensáramos lo mismo sería fácil hacernos felices a todos, pero eso es imposible, cuando el orden social haga feliz a una persona hará infeliz a otra por lo tanto no será justo nunca.
Hablaremos de su segundo capítulo titulado “La jerarquía de los valores”. Nos dice que la justicia es un problema cuando hay un conflicto de intereses, es decir, cuando un interés encuentra su satisfacción a costa del otro, o cuando dos valores se encuentran en una situación donde se oponen y es inevitable tener que preferir realizar uno y ponerlo como el más importante, o sea un valor supremo. Todo esto no puede solucionarse de manera racional sino sentimental, es válido para quien lo esté presenciando y como no todos somos iguales ni tenemos los mismos sentimientos va a variar.
Me vino a la mente la condena de muerte de un morelense hace unos meses, algunos podrían opinar que fue un error ya que se atentó contra los derechos naturales del hombre así mismo se violaron algunos aspectos de su proceso pero nadie sabe lo que en verdad pasó, solo los que estuvieron presentes en el momento, yo sostengo que ahí hay un conflicto de intereses tanto para los padres del supuesto policía asesinado por Edgar Tamayo y para la esposa de éste puesto que es un dolor incomparable la pérdida de un hijo y un esposo así como para los padres y familia de Edgar Tamayo al saber que su hijo fue condenado y no bastaron tantos años para pagar su condena sino que también lo tuvieron que asesinar para que pagara algo que no se puede revivir (la muerte del policía), ahora bien atendiendo el conflicto de intereses, los jueces decretaron que la mejor opción era la pena de muerte siendo ese el valor supremo, su nacionalismo, porque defienden a sus ciudadanos, por lo tanto no hay justicia para ambos al final del caso solo para uno, en un supuesto , hubo justicia para la familia del policía. Entonces es ahí cuando volvemos a afirmar que no existió justicia, porque si atendemos al primer capítulo es dar a cada quien lo que le corresponde y hacer feliz mediante un orden social a toda la sociedad y he aquí una vez más que no quedó feliz la familia de Edgar Tamayo. Y como dice Hans Kelsen “esto significa que es válido únicamente para el sujeto que formula el juicio, y en este sentido es relativo”.
Capítulo III titulado “La justicia como problema de la justificación de la conducta humana”. Dice Hans Kelsen que muchos individuos coinciden en sus juicios valorativos. El hecho de que ciertos valores sean en general reconocidos dentro de una determinada sociedad es compatible con el carácter subjetivo y relativo de los valores que afirman estos juicios. El que varios individuos coincidan en un juicio de valor no prueba en ningún caso que este juicio sea verdadero, es decir, que tenga validez en sentido objetivo.
Un rasgo característico del hombre es sentir una profunda necesidad de justificación de su conducta: el tener una conciencia, esto, lo diferencia del animal.
Procura justificar su conducta ante sí mismo y ante los demás y tranquilizar su conciencia con la idea de que su conducta es buena con respecto al prójimo. Pero la necesidad de una justificación absoluta parece ser más fuerte que toda consideración racional. Por esto busca el hombre esta justificación, es decir, la justicia absoluta, en la religión y en la metafísica. El hombre debe creer en la existencia de Dios, es decir, en la existencia de una justicia absoluta, pero es incapaz de comprenderla. Los que no pueden aceptar esta solución del problema de la justicia pero conservan la idea de los valores absolutos con la esperanza de poder definirla racional y científicamente, se engañan a sí mismos con la ilusión de que es posible encontrar en la razón humana ciertos principios fundamentales que constituyen estos valores absolutos que, en verdad, están constituidos por elementos emocionales de la conciencia.
El ser humano es racional, es un ser pensante que posee conciencia, moral y sentimientos. Dice aquí Hans que el fin justifica los medios, las personas sabemos que no debemos causar daños al prójimo, pero hay veces que de verdad es justificable nuestra conducta por ejemplo una mujer que fue violada, consecuentemente se da cuenta que está embarazada y no tuvo ningún contacto sexual con nadie más posterior a la violación, ¿es válido que aborte? Por supuesto que sí ya que no hay deseo ni amor de por medio, entonces cuando aborta la sociedad le dice que ha acabado con la vida de una persona por lo tanto viene el sentimiento de culpa y tiene derecho de justificarse, claro que lo tiene así como hay otras veces que simplemente nos dejamos llevar por el deseo y los actos inconscientes y aun así buscamos una justificación por ejemplo una mujer en una fiesta, está alcoholizada y tiene relaciones sexuales con un extraño, al darse cuenta que está embarazada culpa al alcohol pero en realidad ella fue quien decidió ingerirlo e ir a la fiesta, por lo tanto es injustificable y debe hacerse responsable de sus actos.
Pero no contentos con esta justificación que nos dimos a nosotros mismos ya que nuestra conciencia no quedó satisfecha y seguimos sintiendo “culpabilidad” nos refugiamos en la religión buscando que Dios nos otorgue un perdón que no nos otorgamos nosotros mismos. Y los que no creen en Dios buscan respuestas en la ciencia, en valores absolutos llenos de emociones que sanen su conciencia.
Capítulo IV. “Las soluciones metafísico-religiosas”. Platón crea su célebre teoría de las ideas. Las ideas son entidades trascendentes que existen en otro mundo, en una esfera inteligible, inaccesible para los hombres, prisioneros de sus sentidos. Representan esencialmente valores, valores absolutos que deben ser realizados en el mundo de los sentidos aunque, en verdad, nunca pueden serlo completamente.
La idea de la cual todas las ideas obtienen su validez, es la idea del bien absoluto; esta idea desempeña en la filosofía de Platón el mismo papel que la idea de Dios en la teología de cualquier religión. La idea del bien encierra en sí misma la idea de justicia, esa justicia a cuyo conocimiento aspiran casi todos los diálogos de Platón. Dice Platón que la justicia es un secreto que Dios confía. Jesús proclama la nueva y verdadera justicia, el principio del amor: el mal no debe pagarse con el mal sino con el bien, no rechazar el mal sino el delincuente y amar al enemigo. El amor que enseña Jesús no es el amor de los hombres. Es el amor que harpa que los hombres sean tan perfectos como Dios. Lo más raro de este amor es que debe ser aceptado como compatible con la terrible y eterna persona que será impuesta a los pecadores en el Juicio Final, y por lo tanto, con el más grande temor que el hombre es capaz de sentir: el temor de Dios.
Kelsen nos pone de ejemplo la teoría del bien absoluto de Platón, pero seguimos en las mismas ya que todos los individuos de este mundo tenemos un concepto diferente de lo que es bueno, además su teoría es subjetiva, no se pondría de ejemplo en la realidad e incluso compara su teoría con la del amor que Dios no propone, lo cual es subjetivo también porque nosotros somos seres humanos llenos de sentimientos y jamás podríamos darle todo nuestro amor a una persona que es nuestra enemiga o nos ha hecho daño, todo esto con tal de ser tan perfectos como dios pero eso es verdaderamente imposible. Aparte el amor que dios nos pide para ser como él según su teoría, es injusto y ciego, nos dice que debemos abandonar propiedades, familia, casa e hijos y aún nuestra propia vida y de no ser así no podremos ser discípulos de Dios.
Capítulo V. “Las fórmulas vacías de la justicia”. Se atribuye a uno de los siete sabios de Grecia la conocida frase que afirma que la justicia significa dar a cada uno lo suyo. ¿Qué es lo que cada uno puede considerar realmente como lo “suyo”?. El principio de represalia sirve para expresar la técnica específica del derecho positivo que vincula el mal del delito con el mal de la pena, la represalia en tanto significa pagar con la misma moneda, es una de las múltiples formas bajo la que se presenta el principio de igualdad que también ha sido considerado como esencia de la justicia.
Aplicando el principio de igualdad a las relaciones entre trabajo y producto del mismo lleva a exigir que a igual trabajo corresponda una igual participación en los productos. Esta es, según Karl Marx, la justicia que subyace al orden capitalista, el pretendido “derecho igual” de este sistema económico. En realidad es un derecho desigual pues no tiene en cuenta las diferencias de capacidad de trabajo que existen entre los hombres y por lo tanto, no es un derecho justo sino injusto.
La verdadera igualdad y, por lo tanto, la verdadera y no la aparente justicia, se logra únicamente en una economía comunista, en donde el principio fundamental es: de cada uno
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