ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Politica Pedagogica Latinoamericana


Enviado por   •  4 de Julio de 2015  •  2.338 Palabras (10 Páginas)  •  366 Visitas

Página 1 de 10

PENSAMIENTO PEDAGOGICO LATINOAMERICANO

Latinoamérica debe tener su propia pedagogía; “Para interpretar la pedagogía popular latinoamericana debe prestarse atención al peso decisivo del desarrollo desigual y combinado de las sociedades latinoamericanas, tanto sobre los discursos pedagógicos dominantes como acerca de aquellos que hablan de los oprimidos, a la pluralidad de las luchas sociales, al carácter organizador de las luchas nacionales articuladas a las luchas de clases en América Latina, y al carácter complejo y no puro de los sujetos sociales a nivel político y pedagógico” (Puiggrós, 1998:21); en esta pedagogía se deben reconocer varios motivos centrales que la definen: la educación debe ser un arma de liberación política y social, la formación integral del ser humano es la meta y la escuela debe contribuir a dicha liberación; y el desarrollo de la razón o el pensamiento como tarea central de la escuela que busca promover el desarrollo humano y la liberación.

La construcción histórica del pensamiento pedagógico latinoamericano vinculado a la proposición de un proyecto político emancipador con la idea de consolidación de un continente libre es uno de los rasgos de identidad sociocultural y político que caracteriza a América latina. La pedagogía Latinoamericana se identifica por la construcción de prácticas educativas humanizadoras, que tematiza la dominación,

Simón Rodríguez “Creía en la vinculación con el trabajo, con el hacer, con la experiencia. A sus desarrapados les enseñaría a trabajar para que formaran una sociedad próspera e industriosa.” (Ministerio de Educación,2014) para él la educación se articula a una propuesta de liberación de las colonias de los países dominantes, una propuesta emancipadora contrahegemónica en su época; una pedagogía democrática que respondiera a las necesidades y demandas de la realidad latinoamericana; la escuela debía vincularse a la producción , debía ser al mismo tiempo que un lugar de transmisión de conocimiento, un taller, un espacio para el trabajo y la creación donde se educara al hombre con otra capacidad de pensar y otra posibilidad de hacer,

Sarmiento precursor de la pedagogía social, héroe de la escuela popular y creador del normalismo sostiene que “El poder, la riqueza y la fuerza de una nación dependen de la capacidad industrial, moral, e intelectual de los individuos que la componen; y la educación pública no debe tener otro fin que el aumentar estas fuerzas de producción, de acción y de dirección, aumentando cada vez más el número de individuos que las posean. La dignidad del Estado, la gloria de una nación no pueden ya cifrarse, pues, sino en la dignidad de condición de sus súbditos; y esta dignidad no puede obtenerse, sino elevando el carácter moral, desarrollando la inteligencia, y predisponiéndola a la acción ordenada y legítima de todas las facultades del hombre” (Sarmiento, Educación Popular, 1849:50 y 51) pero a diferencia de Rodriguez hegemonizó la educación Argentina, lo popular para Sarmiento no incluía a toda la población, existía un parte de la población que eran los no educables.

“Varela también tuvo ideas contrahegemónicas. Escribió un proyecto pedagógico en el que, nutrido por las ideas sarmientinas, las contextualizaba a su tierra y su tiempo y les incluía una fuerte dosis de democratización (Ministerio de Educación, 2014)” dibuja alternativas con potencial contra-hegemónico al modelo de Estado; los pensadores latinoamericanos de la primera mitad del siglo XX, cuestionaron el orden establecido en el mapa pedagógico dominado por el positivismo, ¿qué expresaba José Vasconcelos? “El humanista mexicano dice que la nueva Iberoamérica debe reconstruir su ideología y organizar conforme a una nueva doctrina étnica toda nuestra vida continental. Así expresa: Comencemos entonces haciendo vida propia y ciencia propia. Si no se libera primero el espíritu, jampas lograremos redimir la materia”. Con una filosofía propia, se llegará a la unidad y a la afirmación de la identidad iberoamericana y la integración de los países hermanos en la cultura.”(Ocampo López, 2005: 158), consideraba que nuestro mestizaje regulados por los proyectos propios con la educación como el instrumento de cambio le daban la identidad a la construcción del sujeto latinoamericano, la mezcla de razas y de las culturas de los diferentes países de Latinoamérica constituirían una nueva raza considerada “raza cósmica”; Vasconcelos presenta un proyecto que se puede reconocer cómo un proceso, que en sus principios es contrahegemónico, lucha por construir otros sentidos y se disputa la hegemonía en la organización educativa mexicana, sostiene que hay que desentenderse de los intereses partidarios y de los países desarrollados y conjugar lo mejor de ambas en la búsqueda de una identidad propia que sirva de orientación a la educación mexicana.

Considero que “(…), a partir de la propuesta de José Vasconcelos de la necesidad de incorporar la cultura propia y construir una identidad iberoamericana. Desde las raíces, no el copiar, ni imitar una filosofía propia, tal como plantea Carlos Vergara desde la “acción”. En donde educar es estimular esa actividad, creatividad, esa acción que necesita de un ambiente “permeable y fluído” para prosperar. Y en donde el autor Julio Barcos planteó la necesidad de “una escuela alternativa” en donde el estado social toma protagonismo y se produce la “construcción del pueblo como sujeto social” (Morinigo Rita, 2014),

Esto significa pensar un proyecto pedagógico latinoamericano alternativo al proyecto pedagógico tradicional que estaba basado en la dominación de culturas invasoras y dominantes con realidades ajenas a las de los habitantes oriundos de latinoamérica, cuestionando las bases de la organización política y administrativa de la educación que estaba regulado por el positivismo, pensar proyectos de reforma que tengan un pensamiento transformador que permita articular las necesidades de las habitantes de cada región, que escuche las voces acalladas de los pueblos originarios, negros, blancos, mestizos; un proyecto como el de José Martí, José Carlos Mariátegui, Saúl Taborda que dan respuesta a la crisis del modelo pedagógico hegemónico.

“En el pensamiento de Paulo Freire, tanto los alumnos como el maestro son transformados en investigadores críticos. Los alumnos no son un bote vacío para ser llenado por el maestro” (Gadotti, 2001:61), trató de ser coherente entre lo que decía y lo que hacía. Esta labor permanente lo transformaba cotidianamente, desde su práctica educativa, porque así como trabajaba con campesinos pescadores, los cooperativistas en el Caribe, con los inmigrantes en Europa, en Chile, en Estados Unidos, también

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (15.3 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com