ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA


Enviado por   •  1 de Abril de 2013  •  1.537 Palabras (7 Páginas)  •  507 Visitas

Página 1 de 7

Formación Cívica y Ética:

Enfoque y estado actual de la asignatura

En México se han aplicado diversos enfoques de educación cívica que van desde la mera instrucción y socialización política con un enfoque tradicionalista y clásico del civismo, hasta la actual formación cívica y ética que incorpora una perspectiva crítica y de ciudadanía activa. El civismo clásico se define como la capacitación que recibe el ciudadano en ciernes para conocer sus derechos, obligaciones, el funcionamiento de su país y de las instituciones democráticas. En las clases de civismo clásico, el alumnado no se asume como sujeto activo de la transformación de su entorno pues son los héroes los que nos dieron patria; no asume una responsabilidad en su proceso de aprendizaje, pues éste gira en torno al discurso magisterial; no aprende a participar, a opinar y a argumentar, pues su deber es aprender la información que le transmite el docente o que se establece en las leyes y reglamentos.

Tras la segunda guerra mundial, en un mundo de política económicamente dividido, las fuerzas políticas nacionales entraron en debate por la definición del proyecto de país. Se recrudecieron las re

servas que intelectuales y políticos manifestaban hacia la educación socialista hasta que finalmenteen 1946 el gobierno de Ávila Camacho reformó el Artículo 3º constitucional. El nuevo texto, que fue impulsado por el entonces Secretario de Educación Jaime Torres Bodet, define la

educación como democrática, abroga el carácter socialista, además de que recoge las inquietudes de algunos sectores sociales, la visión gubernamental y los valores suscritos por la

UNESCO en un contexto de posguerra. Así, el texto resultante otorga a la educación pública un sentido formalmente democrático y un carácter nacional con el que se pretendía hacer frente a la diversidad cultural, étnica y social mediante la construcción de una identidad nacional homogénea sustentada en una historia, lengua y cultura comunes

. Al parecer tres objetivos orientaron la educación cívica durante este periodo:

Consolidar la identidad y la unidad nacionales.

Formar una ciudadanía respetuosa de la ley y de las instituciones públicas.

Construir condiciones de civilidad como soporte de la institucionalización de la revolución desde una perspectiva no socialista.

En esta época, el civismo se centró en el estudio de las leyes, el conocimiento de la historia y de las instituciones políticas de México, el nacionalismo, el desarrollo de la conciencia de la solidaridad internacional, el aprecio por la autodeterminación de los pueblos y la valoración de la paz. La Cartilla Moral y la formación de los maestros

de civismo en la normal superior, orientada hacia el estudio del derecho, contribuyeron al fortalecimiento de un enfoque formal, legalista y moralista.

Durante el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958)el Plan de Estudios de Primaria consignaba entre las finalidades de la historia “afi

rmar en los alumnos los ideales democráticos de México”; en el civismo “crear en el educando convicciones y actitudes definidas acerca de los ideales democráticos de nuestro país y de lahumanidad”; y en la secundaria “continuar el desenvolvimiento armónico del individuo, basándose en la comprensión de las actitudes del hombre compatibles con la dignidad humana y encaminadas a prepararlo para la vida dentro de la libertad, la democracia, la justicia y la paz”.

Los libros de texto elaborados en los años setenta incluían las luchas de liberación social y presentaban una posición crítica respecto

de los regímenes totalitarios, tanto de derecha como de izquierda; afirmaban los derechos humanos y los derechos de los niños, y

denunciaban como antivalores el absolutismo, la miseria,

las injusticias, la corrupción, la intolerancia, el fascismo y las guerras. Entre los propósitos de secundaria se encontraba el de fortalecer la solidaridad y la justicia social, así como en proporcionar una formación moral fundamentada en el sentido de responsabilidad y el respeto a los derechos de los demás. Las orientaciones educativas de la época se centraban en la transmisión de conocimientos desde una perspectiva conductista.

En la segunda mitad del siglo XX, en un contexto de emergencia de una sociedad civil que cuestionó de frente las prácticas autoritarias, se fortaleció el civismo clásico a través de los programas de civismo y posteriormente de manera implícita en los de Ciencias Sociales y en las ceremonias cívicas.

Los propósitos de esta instrucción cívica eran la socialización política, la adaptación heterónoma a las normas, procedimientos y valores de la sociedad, la afirmación de la identidad nacional, el desarrollo de sentimientos patrios y el respeto al Estado de Derecho.

Este modelo, así como los principios del Artículo 3º constitucional de

1946, los libros de texto y el enfoque de la educación básica planteado en la reforma echeverrista se mantuvo vigente hasta 1993 cuando en el marco de la Modernización Educativa se realiza una reforma educativa orientada por lineamientos internacionales que establecían una vinculación necesaria entre educación, desarrollo económico y formación de la moderna ciudadanía(Declaración Mundial sobre Educación para todos, 1990a) cuyo perfil incluye los códigos culturales de la modernidad, la educación para el consumo inteligente y la capacidad de participar periódicamente en la elección de sus gobernantes.

De esta manera, tras diecisiete años de un currículo por áreas en el que el civismo se había diluido en las ciencias sociales, la educación cívica en primaria y secundaria formalmente regresa al currículo en 1993 con un enfoque que pretendía eliminar el abordaje de leyes, instituciones y valores sin un

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10.2 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com