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La ciudad-estado.


Enviado por   •  15 de Enero de 2017  •  Apuntes  •  2.248 Palabras (9 Páginas)  •  243 Visitas

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LA CIUDAD-ESTADO

La mayor parte de los ideales políticos modernos (la justicia, la libertad, el régimen constitucional y el respeto al derecho) o al menos sus definiciones comenzaron con la reflexión de los pensadores griegos sobre las instituciones y los problemas éticos durante la Ciudad- Estado. Estos filósofos griegos reflexionaban sobre las prácticas políticas muy diferentes a las modernas y también hay que entender que el clima de opinión en el que realizaron su trabajo era también muy diferente al nuestro. Aunque sus problemas no dejan de ser muy parecidos a los actuales no fueron nunca idénticos y el aparato ético con el que se valoraba y criticaba la vida difería mucho del actual.

Para comprender de modo adecuado lo que significaban estas teorías, es necesario darse cuenta del tipo de instituciones y del público al que se dirigían  y su concepción de “ciudadanía” (de hecho y como ideal)

  1. CLASES SOCIALES:

Comparada con los estados modernos la antigua ciudad estado era extremadamente pequeña tanto en área como en población.

Esta población estaba dividida en tres principales clases sociales que eran política y jurídicamente diferentes. En el grado más bajo de la escala social se encontraban los esclavos. Estos eran una tercera parte de los habitantes de Atenas. Es cierto que a pesar de no contar políticamente en la ciudad- estado se da por supuesta su existencia. La simplicidad y sencillez de la vida griega hizo que la mayoría de la sociedad ateniense estuviese compuesta por artesanos, comerciantes o agricultores que vivían del producto de sus ocupaciones. En consecuencia no tuvieron tiempo libre para dedicarlo al ocio. Es cierto que Aristóteles lamentaba este hecho y consideraba deseable que el trabajo manual lo realizaran los esclavos con el objetivo de que los ciudadanos se centraran en la política.

El segundo grupo importante eran los extranjeros residentes o metecos. A pesar de ser un gran número en una ciudad tan comercial nunca llegaron a adquirir una naturalización legal (acceso a la política) y la residencia durante varias generaciones no convertía a los metecos en ciudadanos. El meteco, como el esclavo no tomaba parte en la vida política, aunque era un hombre libre y su exclusión no implicaba una discriminación social contra él.

Finalmente, encontramos el cuerpo de los ciudadanos, o sea quienes eran miembros de la polis y tenían derecho a tomar parte en su vida política. Este era un privilegio que se obtenía por nacimiento pues el griego seguía siendo ciudadano de la polis a la que pertenecían sus padres. Además a lo que daba acceso la ciudanía era a ser miembro de la ciudad- estado es decir a un mínimo de participación política en los asuntos públicos. Este mínimo podía consistir en asistir a la asamblea de la ciudad, cosa que podía tener mayor o menor importancia dependiendo del grado de democracia que hubiera en aquella, o podía también consistir en la designación de cargos públicos. Pero lo que hay que destacar es que para un griego la ciudadanía significaba la participación, cualquiera que fuese su grado. Por lo tanto la idea era mucho más íntima que jurídica puesto que los griegos no consideraban la ciudadanía como algo poseído sino como algo compartido en forma de familia. Significaba que ante los ojos de los pensadores filosóficos el problema no era tanto conseguir los derechos para los ciudadanos sino determinar el lugar que debía ocupar cada especie o clase de hombres en una sociedad sana.

  1. INSTITUCIONES POLITICAS:

Tomamos como ejemplo Atenas, que representa el tipo mejor conocido de la constitución democrática.

  1. El Consejo: la pertenencia a tal consejo era de ordinario prerrogativa de una  clase gobernante aristocrática, como el de Esparta donde el consejo era un senado de ancianos, elegidos de por vida y sin responsabilidad ante la asamblea. El Consejo del Areópago, era lo que quedaba de un senado aristocrático al que la democracia cada vez más presente había ido recortando sus poderes.

 

  • El Consejo de los Quinientos era el órgano ejecutivo y directivo de la Asamblea. Pero 500 era un número todavía demasiado grande para la tramitación de los asuntos y se le reducía a un tamaño más apropiado a su función mediante el artificio favorito de la rotación en los cargos.

Cada una de las diez tribus en las que estaban divididos los atenienses daba cincuenta de los miembros del consejo, y los cincuenta miembros de cada tribu actuaban durante la décima parte del plazo anual de ejercicio del cargo. Este comité de 50 más el consejero de cada una de las 9 tribus en las que en el momento no les tocaba pertenecer al consejo, tenía el control real y tramitaban los asuntos en nombre de todo el consejo. (59). Se escogía para cada día por medio del sorteo entre los 50 a 1 presidente de tal forma que cada ateniense tendría el honor de este cargo al menos una vez en sus vidas. El consejo estaba encargado de:

  • Proponer a la consideración de la asamblea general de ciudadanos las medidas que considerara oportunas.
  • Deberes legislativos
  • Las embajadas extranjeras solo tenían acceso al pueblo por medio del consejo
  • El consejo podía encarcelar a los ciudadanos e incluso condenarlos a muerte o consignar a los delincuentes a uno de los tribunales ordinarios
  • Tenía un control absoluto de la hacienda, administración, de la propiedad pública y los impuestos
  • La flota y sus arsenales estaban también sometidos al control directo y había una multitud de comisiones y cuerpos o funcionarios administrativos adscritos de modo más o menos inmediato a sus órdenes.

  1.  Ecclesia o Asamblea: todo el cuerpo de ciudadanos varones formaba la ecclesia o asamblea, reunión a la que todo ciudadano tenía derecho a asistir desde que llegaba a la edad de los veinte años. La asamblea se reunía regularmente diez veces al año y había además periodos extraordinarios de sesiones si las convocaban  el consejo. Los actos de esta asamblea correspondían a las modernas leyes en las que encarna toda la autoridad pública del cuerpo político. Sin embargo, esto no quiere decir que en la asamblea se formulase la política  sino que la democracia directa regida por todo el pueblo reunido es más bien un mito político que una forma de gobierno.

Cabe destacar que los actos del Consejo dependían enormemente de la buena voluntad de la asamblea. Esta decidía sobre los asuntos que le enviaba el consejo, promulgando medidas legislativas, modificándolas o rechazándolas según le parecía oportuno. Podía referirse al consejo una propuesta que tuviera su origen en la asamblea y viceversa. Normalmente todas las cuestiones importantes, como:

  • Las declaraciones de guerra
  • La conclusión de paz
  • La formación de alianzas
  • La votación de los impuestos directos
  • Las medidas legislativa generales

iban a la asamblea para recibir su aprobación pero al menos en los mejores días de la política ateniense no se consideraba al parecer que el consejo fuese un mero órgano de redacción. En todo caso, todos los decretos que se aprobaban llevaban la confirmación del Consejo y del pueblo.

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