Tutela Y Curatela

TUTELA Y CURATELA EN EL DERECHO ROMANO

En atención a la capacidad que tenían para gobernarse y ejercer sus derechos, las personas sui juris eran clasificadas de la forma siguiente:

a. Aquellas que estaban bajo tutela

b. Aquellas que se encontraban bajo curatela

c. Las que no tenían tutor ni curador y disfrutaban plenamente sus derechos

En Roma la condición sui juris era diferente según la edad, la cual comprendía:

La impubertad, que duraba hasta los 14 años de edad en el hombre y hasta los 12 en la mujer, período dentro del cual se establecía la tutela

La de la simple minoridad de edad que duraba desde la pubertad hasta los 25 años de edad período en el cual se estaba en curatela

La de la mayoría de edad que comprendía desde los 25 años de edad en adelante, periodo en el cual se tenía en pleno y libre goce y ejercicio de los derechos

*TUTELA

La tutela definida en las instituciones era el poder de una cabeza libre que la ley daba y permitía para proteger a aquel que a causa de su edad no podía defenderse por sí mismo. En un principio instituidas por la ley de las XVII tablas existieron las tutelas legítima y testamentaria y posteriormente por las leyes especiales se estableció la tutela daba por los magistrados denominada dativa.

La tutela tenía como objetivo principal proteger a aquel que a causa de su edad no podía defenderse por sí mismo, a diferencia de la patria potestad, pues la tutela perseguía conservar los bienes del pillo y defender su persona, en tanto que la patria potestad dada al padre la propiedad de los bienes y antiguamente hasta la de la persona sometida a él. La tutela se daba en razón de la edad y estaban sometidos a ella los impúberes.

Asimismo la tutela se establecían en el testamento para los hijos que se hallaban por la potestad inmediata; por tanto, al morir el padre no caían en la potestad otra persona.

Requisitos para ser Tutor

Los requisitos que debía cumplir una persona para ser tutor eran: ser ciudadano y ser apto para desempeñar cargos públicos, pues la tutela era uno de ellos.
La ciudadanía tenía a su favor el derecho de hacer disposiciones testamentarias, instituir herederos y poder ser instituidos.

Tutela testamentaria

El nombramiento de tutor testamentario podía hacerse en forma pura y simple o condición; además, se podía limitar la duración de la tutela o no hacerla comenzar sin hasta cierta época.

Tutela legítima

La tutela legítima se refería al agnado o a los agnados de grado más próximo.
La ley de las 12 tablas confería la tutela a los agnados cuando moría el padre de familia ab intestato, es decir, sin hacer testamento o si lo había hecho y este era nulo o cuando no nombraba tutor en su testamento o si el tutor nombrado moría antes que el testador. Justiniano definió a los agnados al afirmar que son los parientes unidos entre sí por personas de sexo masculino.

Tutela Dativa

Cuando no había ningún tutor legítimo ni testamentario, o cuando no entraba en funciones de tutor, los magistrados nombraban tutor al pupilo, en cuyo caso se llamaba tutor dativo.

En Roma, la facultad de nombrar tutor al principio recaía en el pretor urbano y en los tribunos, en las provincias recaía en el presidente y el cónsul provincial.

Los tutores debían dar cuenta de su gestión al término de la tutela, por llegar a la pubertad el pupilo o por cualquier cosa. Además debía formar un inventario de los bienes del pupilo; tenía la obligación de alimentarlo y educarlo según su clase y la cuantía de sus bienes.

Mientras el pupilo era infans, es decir que no podía hablar ni pronunciar palabras legales, no podía celebrar ningún acto jurídico, en cuyo caso el tutor debía intervenir por sí mismo como si fuera un gerente. Cuando el pupilo había salido de la infancia, cuando ya comprendía el sentido de sus actos, podía figurar solo o con la asistencia de su tutor.

Terminación de la Tutela

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