ESCUELA Y CONSTRUCCIÓN DE LA INFANCIA.

ESCUELA Y CONSTRUCCIÓN DE LA INFANCIA

    “Los niños no eran ni queridos ni odiados en los términos que son los sentimientos que se expresan en el presente habría que decir, en todo caso, que los niños eran simplemente inevitables”

 Durante los siglos XLLL y XLV en la cultura occidental no existían los sentimientos hacia los niños, para los adultos no existía la niñez, puesto que desde pequeños se les trataba al igual que a un adulto y se le exigía igual. 

     “Actualmente predomina principalmente la afectividad y los sentimientos, por lo que se genera un cambio en la normalización, la educabilidad, control de los Individuos. De igual manera, ha cambiado mucho la actitud que los adultos tenían hacia los niños a lo largo de la historia. En la antigüedad romana, tal como señala Philippe Aries, la vida era dada dos veces, la primera, al salir del vientre materno, y la segunda, cuando el padre lo llevaba. Esto es coherente con la importancia de los vínculos electivos en la antigüedad respecto a los sanguíneos. Esta situación, comienza a cambiar a partir de los siglos II y III cuando surge un nuevo modelo de familia, que repercute en el niño. Los vínculos carnales, comienzan a ser importantes, uno de ellos es el matrimonio, comienza a predominar sobre otras formas de unión. La infancia, a lo largo de la Edad Media, permanece en las sombras, es a partir del siglo XIV donde comienza a adjudicar cierta importancia a la infancia, esta no era considerada en el plano de las representaciones artísticas. A partir del siglo XVI, en efecto, los niños adquieren valor en sí mismos, Ariés, señala que “el modo de vestir ya se diferenciaba de los adultos en tiempos medievales”, los niños eran representados como adultos en miniatura, sin rasgos ni vestimentas propios de un infante. A partir de esto Aries deduce que la infancia es una construcción histórica que termina de construirse con la modernidad. En el siglo XVII, comienza a marcarse más la ternura en torno a la infancia, sin embargo, existe un sentimiento que contrapone dicha ternura con la severidad que supone la educación. Del siglo XVIII al siglo XVIII, se manifiesta una revolución en la afectividad que parece expresarse o simbolizarse a través de la infancia: la  muerte infantil, durante mucho tiempo provocada luego, solamente aceptada, ha llegado a ser intolerable. Demause postula una evolución más bien inversa, en la que la consideración de  los adultos hacia los niños habría avanzado desde etapas de negación y violencia a una relación cada vez más óptima y respetuosa de la infancia”

     El equipo piensa que hoy en día estamos viendo el surgimiento de un nuevo concepto sobre la infancia. Este proceso está marcado por el juego de varios elementos que, objetivamente, tienden a eliminar las barreras tradicionales instaladas entre la infancia y la adultez. Estos elementos o fuerzas consisten principalmente en los medios de comunicación masivos, la tendencia a la transformación de niños en consumidores, y el debilitamiento de la autoridad de los adultos. En su conjunto, este proceso tiende a deteriorar la idea de infancia como un "jardín de felicidad", indefensa y necesitada de protección. Si bien es cierto que la escuela no es ya el único ámbito en donde circula el saber, la mayoría de las veces, esta aparece "corriendo" por detrás de lo que los niños ya han aprendido en otros espacios. Se observa que la autonomía de la infancia se acelera cada vez más, para potenciar la estimulación de los niños propiciando un desarrollo que modifica las normas del pasado. También podemos ver como se anticipa la etapa de la adolescencia, esto hace que se demore el proceso que prepara al joven para insertarse en la sociedad adulta.

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