LA FORMULACION DEL ESPIRITU CIENTIFICO

LA FORMULACIÓN DEL ESPÍRITU CIENTÍFICO

Cuando tenemos un conocimiento cotidiano, aun en el supuesto de que fuese erróneo, al abandonar la confusión, representa ya un avance en el proceso de construcción del conocimiento ya que facilita el surgimiento del conocimiento verdadero.

La ciencia como en su principio como en su necesidad de coronamiento se opone absolutamente a la opinión. Ya que la opinión piensa mal, traduce necesidades en conocimientos. Nada puede fundarse sobre la opinión: ella es el principal obstáculo a superar.

El espíritu científico nos impide tener opinión sobre cuestiones que no comprendemos, sobre cuestiones que no sabemos formular claramente. Es precisamente este sentido del problema el que sindica el verdadero espíritu científico. Para un espíritu científico todo conocimiento es una respuesta a una pregunta. Si no hubo pregunta, no puede haber conocimiento científico. Nada es espontaneo. Nada está dado. Todo se construye.

Analizando estas situaciones en la práctica, los profesores de ciencias no han reflexionado sobre el hecho de que el adolecente llega a su curso de física con conocimientos empíricos ya constituidos; no se trata pues de adquirir una cultura experimental, sino de cambiar una cultura experimental de derribar los espectáculos amontonados por la vida cotidiana. Es decir poner a la cultura científica en estado de movilización permanente reemplazar el saber cerrado y estático por un conocimiento abierto y dinámico.

Von Monakow y Mourgue han observado justamente esta dificultad de reforma en los métodos de educación, invocando el peso de los instintos en los educadores y comentan que: hay individuos para los cuales todo consejo relativo a los errores de educación que comenten es absolutamente inútil porque esos llamados no son sino la expresión de un comportamiento instintivo.

Para hablar sobre los obstáculos para el conocimiento científico la lectura comenta que nada más ha retardado que el progreso del conocimiento científico que la falsa doctrina de los general que ha reinado, como una doctrina fundamental del saber. El cual es conocido como conocimiento general.

Por lo tanto un científico moderno tiende más a limitar su dominio experimental, más que multiplicar los ejemplos. El científico contemporáneo se funda sobre una comprensión matemática del concepto fenoménico y, a este respecto se esfuerza en igualar la razón y la experiencia. Lo que retiene su atención ya no es el fenómeno general, es el fenómeno orgánico, jerárquico portado del signo de una esencia y de una forma, y, como tal permeable al pensamiento matemático.

En el conocimiento unitario nos dice que para el espíritu pre científico la unidad es un principio siempre deseado, siempre realizado con podo esfuerzo. No hace falta mas que una mayúscula. Las distintas actividades naturales se convierten

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