LA PARADOJA. Un relato sobre la verdadera esencia del liderazgo

LA

PARADOJA

Un relato sobre la verdadera esencia del liderazgo

James C. Hunter

Gabriela Villegas Grajeda

MBA Finanzas

La Paradoja

El libro nos cuenta la historia de John Daily, a finales de los años noventa, que según todas las apariencias su vida era un éxito absoluto. Trabajaba para una empresa de producción de vidrio plano, en la que ocupaba el puesto de Director General. En la época que lo promocionaron al puesto, Jonh fue el Director General más joven en la historia de dicha compañía.

John tiene una hermosa familia formada por su esposa Rachel quien es licenciada en Psicología, ellos se conocieron cuando estudiaban en la Universidad de Valparaiso. Lucharon contra la esterilidad durante varios años y decidieron adoptar un hijo, al cual llamaron John. Dos años más tarde Rachel quedó embarazada de una niña a la que llamaron Sarah.

De pronto se enfrenta a varios problemas laborales y familiares. Rachael se estaba sintiendo infeliz en su matrimonio por falta de comunicación, la relación con los hijos se estaba deteriorando. El trabajo no era la excepción, John estaba teniendo muchos problemas debido a insatisfacciones sobre su desempeño, incluso en su pasatiempo que era entrenar a un equipo de béisbol las cosas no iban bien, varios padres de familia se estaban quejando del estilo de John como entrenador.

Buscando una solución John decide formar parte de un retiro de una semana en un pequeño monasterio cristiano donde se imparte un curso de liderazgo. Allí conoce a Simeón quien a lo largo de 7días le enseña las bases del liderazgo y la relación con los demás.

Hace mucho tiempo que un libro no me llamaba tanto mi atención, pasaban las horas y no podía dejar de leer, sin lugar a dudas el tema del liderazgo ha cobrado peso en la actualidad, ya que nos encontramos en un mundo globalizado y competitivo, que demanda dar lo mejor de nosotros mismos a cada paso.  

Capítulo 1

Las Definiciones

Primer día en el monasterio, John aún se siente confundido e inseguro con su participación en el retiro, para él la vida y las costumbres de los monjes no hacían mucho sentido. Demostraba poca motivación y disposición. Su única ilusión era conocer Leonard Hoffman quien había estado en la guerra y al terminar ésta, había sido un exitoso líder empresario. Leonard Hoffman a su llegada al monasterio recibió el nombre "Simeón" coincidía con el nombre que venía persiguiendo a John desde su nacimiento, ya que en su bautismo, confirmación y en su matrimonio lo había escuchado en los versículos que le leían los pastores, y John tenía mucho tiempo teniendo un sueño muy recurrente donde alguien le decía "¡Encuentra a Simeón, encuentra a Simeón y escúchale!".

La primera vez que John conoce a Simeón se queda asombrado pues nunca había mirado a otro par de ojos más compasivos y receptivos, sus ojos brillantes transmitían un espíritu y una energía que solo era común percibirla en los niños.

El primer día de clases que impartiría el hermano Simeón comienza con la una dinámica de presentación de todos los participantes del retiro, seis personas con personalidades y profesiones muy distintas. El único denominador común era que cada uno de ellos tenía un puesto de liderazgo en sus respectivas organizaciones.

Durante la presentación de los asistentes John es sorprendido cuando Simeón le pide que hiciera un resumen sobre las razones de una de sus compañeras para asistir al retiro. John en lugar de poner atención a lo que sus compañeros estaban diciendo, se encontraba con un dialogo interno sobre que iba a decir cuando fuera su turno de participar. Simeón toma la oportunidad para mencionar que escuchar es una de las capacidades más importantes que un líder puede decidir desarrollar. Luego de la presentación comenzaron las enseñanzas por parte de Simeón, quien los trata a todos como líderes ya que les recuerda que siempre que dos o más personas se reúnen con un propósito, hay una oportunidad de liderazgo.

Se hace mención que la gestión y el liderazgo no son sinónimos ya que, se gestionan cosas y se lidera a la gente.              

Y es así como durante la primera clase se comienzan a definir una serie de términos:

Liderazgo: Es el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común.

Poder: La capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque prefiera no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza.

Autoridad: El arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal.

Durante otra dinámica Simeón pidió hacer una lista de las cualidades que tiene la persona que ha tenido autoridad en nuestra vida, alguien por quien estaríamos dispuestos a hacer cualquier cosa, de dicha dinámica arrojó el siguiente listado:

• Honrado, digno de confianza
• Ejemplar
• Pendiente de los demás
• Comprometido
• Atento
• Exige responsabilidad a la gente
• Trata a la gente con respeto
• Anima a la gente
• Actitud positiva, entusiasta
• Aprecia a la gente

Todas las características antes mencionadas son comportamientos; y el comportamiento es materia de elección. Y como elección el reto de todo líder consiste en identificar aquellos rasgos en los que necesita trabajar. Es un reto que tenemos que aceptar para cambiar nuestros hábitos, nuestro carácter, nuestra naturaleza y eso requiere un gran esfuerzo.

En otras palabras el liderazgo consiste en conseguir que la gente haga una serie de cosas o tareas y cuando trabajamos con gente, cuando queremos conseguir que la gente haga cosas nos encontramos con que tenemos la tarea a realizar y la relación humana. Un buen líder tiene que saber equilibrar la balanza ya que no podemos centrarnos solo en la realización de la tarea o en nutrir la relación humana. Si solo nos enfocamos a la tarea, tendremos rebeldía, falta de compromiso, falta de calidad. De igual manera si no solo prestamos atención a la relación humana corremos el riesgo que la tarea no se cumpla adecuadamente y el incumplimiento no es el objetivo.

Finalmente podemos decir que la clave del liderazgo es llevar a cabo las tareas asignadas fomentando las relaciones humanas. Y podemos lograrlo si somos capaces de satisfacer las necesidades legítimas de "nuestros clientes", y si somos dignos de la confianza de esas personas. La confianza nos permite cimentar los distintos elementos de una relación.

-Comentarios Personales-

Me impacto la frase: “Escuchar es una de las capacidades más importantes que un líder puede decidir desarrollar”. Oír y escuchar no es lo mismo, son pocos los que tienen desarrollada esa capacidad. Yo misma necesito desarrollarla, pues me sentí totalmente identificada. Con el ajetreo del día a día estamos en un modo automático, podría decirse que estamos y no estamos presentes, olvidamos el nombre de aquella persona que acabamos de conocer, nos perdimos a la mitad de una plática porque nuestra mente está en otro lado. Y eso manda señales negativas a la gente con la que nos relacionamos. He decido aprender a escuchar, he decidido desarrollar esa habilidad en todos los aspectos de mi vida.

Respecto a las definiciones sobre liderazgo, autoridad y poder, éstas son aplicables en todo tipo de organizaciones y en la vida personal. Entender la diferencia entre los diferentes conceptos es primordial, muchas veces consideramos líder a un jefe que solo utiliza el poder para conseguir los logros laborales, pero no consigue tener el respeto, el entusiasmo y el apoyo de la gente con la que trabaja. La diferencia la hacen los que son capaces de desarrollar liderazgo o autoridad, ese arte de influenciar, que la gente haga tu voluntad voluntariamente en pro del bien común.

Me puse a reflexionar e hice mi lista personal sobre las cualidades que tiene la persona que tiene más influencia en mi vida, mi padre, y curiosamente coincido con las características mencionadas en el libro, es un hombre honrado, siempre animando a la gente, atento, comprometido, respetuoso, siempre trata de superase y busca la superación de los demás. Él se ha convertido en un verdadero líder para la familia.

El tema de fomentar las relaciones humanas, tiene mucho sentido con la definición de liderazgo, cómo podemos influir en las personas si no las conocemos. La vida es de relaciones, relaciones con uno mismo, con nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, clientes, etc. Es indispensable reconocer que relacionarnos con personas es complejo pues no todos pensamos y actuamos de la misma manera, ahí es donde radica la importancia de cultivar las relaciones. Y la confianza es la clave para que cualquier relación funcione.

Me gusta la sencillez con la que el autor presenta el tema y que podemos ponerlo en práctica inmediatamente, con la familia, el noviazgo, los amigos, compañeros de trabajo, aprender a escuchar y cultivar las relaciones humanas no solo nos ayudará a mejorar nuestras habilidades como líderes sino que también traerá innumerables beneficios a nuestra vida, ser mejores personas para poder ser mejores líderes.

Capítulo 2

El paradigma antiguo

Durante el segundo día John se encuentra con Simeón y este le hace notar su mala costumbre de interrumpir a la gente. Cuando se corta a la gente, dejándola con la palabra en la boca los mensajes no verbales que estamos emitiendo son poco positivos. Damos a notar que no estamos escuchando con atención, puesto que nuestra mente estaba ocupada en dar una rápida respuesta, también se da a notar que no valoramos mucho la opinión de quien está hablando al hacer sentir que lo que nosotros tenemos que decir es más importante. Todos estos son mensajes de que indican una falta de respeto, que como líder no nos podemos permitir; la clave es que nuestros sentimientos de respeto sean acordes con nuestros actos de respeto.

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