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La Observacion


Enviado por   •  21 de Abril de 2014  •  3.600 Palabras (15 Páginas)  •  213 Visitas

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LA OBSERVACIÓN

Theodore Caplow

De todas las técnicas de observación utilizadas en sociología, la observación es quizás la más importante -y también la más olvidada en estos últimos tiempos. Nada puede reemplazar un contacto directo del encuestador con su campo de estudio, ninguna técnica es capaz de sugerir tantas ideas nuevas. Es difícil imaginar un estudio serio en el que la observación no desempeñe ningún papel. Las formas rutinarias e impersonales de encuesta han de basarse en una fase anterior de observación; si no, el encuestador no tendría ninguna idea real de lo que estudia, y la introducción de medidas elaboradas en fases posteriores del proyecto no permitiría probablemente superar la confusión, la incomprensión y la limitación de puntos de vista de que se daría pruebas al principio de la encuesta. La investigación sicológica ofrece abundantes testimonios de la importancia de la observación. Como ya hemos señalado, la mayor parte de los estudios que han hecho época han recurrido a la observación directa, trátese de los estudios ecológicos de la escuela de Chicago, de los informes sobre Middletown, Tikopia o Yankee City, de las experiencias de Hawthorne, de Street Corner Society, de los estudios sobre hospitales o de organizaciones burocráticas.

No obstante, ningún sociólogo ignora que estos últimos años la observación ha sido un método en constante retroceso. Muchas campañas, entrevistas y encuestas por medio de cuestionarios no preveen ninguna observación sistemática, o bien cuentan con una fase de observación demasiado breve o poco rigurosa para poder extraer datos verdaderamente interesantes. No es difícil comprender las razones de esta negligencia. La observación es la más exigente de todas las técnicas de investigación. Exige un gran entrenamiento, mucha práctica y una tensión intelectual y afectiva penosas para el observador. Es un trabajo que requiere tiempo y, por lo tanto, dinero; si, además, la tarea puede ser distribuida, la coordinación de los diversos observadores es bastante más difícil que la coordinación de un equipo de encuestadores o de analistas de documentos.

La multiplicación de los proyectos de investigación y el aumento de la demanda de los mismos ha hecho que muchos investigadores se hayan visto tentados a abandonar la observación por métodos de recolección de datos más rápidos y más fáciles. La observación es una actividad artesanal, comparada con las entrevistas y las encuestas por cuestionarios, que tienen todas las ventajas de la producción en masa.

Otro factor es la forma de los datos obtenidos: pese a que una entrevista estructurada es menos objetiva que el informe cuidadoso del comportamiento de un sujeto, realizado por un observador, parece no obstante más objetiva.

Hay que admitir que la observación presenta una seria desventaja respecto a técnicas de encuesta más impersonales. El observador debe operar a partir de una posición particular en un espacio físico y social determinado y con una perspectiva limitada. Su posición particular le permitirá ver tan sólo una parte de la situación social o del sistema estudiado. Además, la estructura del sistema puede situarlo en la imposibilidad de cambiar de posición. Por ejemplo, al observador de una batalla o de cualquier otro conflicto organizado le resulta casi siempre imposible desplazarse libremente de un frente a otro. Paralelamente, el observador de un sistema estratificado adquiere siempre un status determinado en el seno de este sistema y, por tanto, se encuentra imposibilitado de observar de cerca la interacción entre personas cuyos status son inferiores o superiores al suyo.

La observación de una situación social o de un sistema puede ser distante o participante, confesada o clandestina. El observador distante queda fuera del sistema o de la situación que estudia; el observador participante asume un papel y entra en los límites de su campo de observación. El observador que confiesa serlo es identificado como encuestador por las personas observadas; el observador clandestino, no. Por otra parte, el observador distante pude ser clandestino o declarado, y lo mismo ocurre con el observador participante.

La observación de Firth en Tikopia fue declarada y participante. Las de tres psicosociólogos que estudiaron un culto milenarista simulado adherirse a él fueron participantes y clandestinas. El observador sentado en un despacho al fondo de la sala de observación era, durante la experiencia de Hawthorne, un observador declarado y distante. La observación realizada por Henle y Hubble, los cuales registraban las conversaciones de unos estudiantes, escondidos debajo de las camas de los dormitorios, era clandestina y distante.

Distanciamiento y participación pueden tener diversos grados. En algunos casos, el observador participante constituye uno de los actores principales de la situación estudiada; es ésta una característica de la “investigación-acción” en la que el mismo observador es un agente de cambio. En otros casos, la participación del observador puede ser relativamente pasiva y consistir, por ejemplo, en asistir a las reuniones. El observador declarado puede anunciar públicamente sus objetivos y sus métodos, o bien limitarse a hacer saber que está haciendo un estudio, sin dar más detalles.

Aunque bajo formas diversas, la observación clandestina ha sido practicada desde los comienzos de las ciencias sociales, es difícil citar un investigación en la que este tipo de observación hay dado resultados importantes. Los problemas sociológicos que pueden justificar la observación clandestina son muy pocos o de escasa importancia. Entre los que fueron estudiados utilizado esta forma de encuesta, están los movimientos multitudinarios, las conversaciones telefónicas y las reacciones de los conductores ante los semáforos. La utilización de la observación clandestina (especialmente cuando requiere un equipo de espionaje: micrófonos disimulados, objetivos telescópicos, etc.) plantea serios problemas éticos.

La observación declarada lleva consigo siempre una determinada distorsión de la situación observada, distorsión imputable a la presencia del observador, ya que, como participante, puede cambiar esta situación, y como simple observador distante puede impedir fenómenos de interacción que se producirían en su ausencia. Para poner un ejemplo sencillo, seria absurdo llevar a cabo un estudio sobre las conversaciones amorosas en los coches estacionados, situando un observador en el asiento de atrás de cada coche.

La influencia del observador sobre la situación observada no es el único problema, ya que hay que tener en cuenta también la influencia de la situación sobre el observador. Varios observadores participantes experimentados

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