ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Practica Docente


Enviado por   •  16 de Febrero de 2014  •  2.178 Palabras (9 Páginas)  •  250 Visitas

Página 1 de 9

LA PRÁCTICA DOCENTE Y LA FORMACIÓN DE MAESTROS

Por: E. ROCKWELL y R. MERCADO

El trabajo de maestro se realiza dentro de un espacio social específico: La institución escolar. Parecería obvia esta afirmación, pero a pesar de ello existe poca reflexión acerca de la relación entre la práctica del maestro y la escuela, que es su contexto cotidiano de trabajo. Esta carencia es especialmente palpable en las instituciones de formación y actualización docente, en las que se expresa una queja constante frente a la gran desvinculación entre los contenidos de formación y la realidad escolar que enfrentan los maestros al regresar.

Entre las propuestas de formación docente y la práctica de los maestros siempre media una realidad institucional preexistente, dinámica, compleja, que establece formas de relación social, concepciones educativas y jerarquizaciones específicas de trabajo docente. ¿Qué implica el contexto escolar en la definición, jerarquización y transformación del contenido y del sentido de la práctica docente? ¿Cómo puede recuperarse la realidad escolar dentro de los proyectos de formación y actualización de maestros?.

Antes de ofrecer algunas respuestas a estas preguntas, trataremos de aclarar la concepción de institución escolar que enmarca nuestra reflexión y a la que fue posible llegar sólo después de desechar la noción de “norma” como eje de la definición del concepto de institución; en su lugar, hemos avanzado hacia la comprensión de los procesos sociales que constituyen, a través de la historia, cada escuela.

Las condiciones materiales de ésta, los saberes del maestro, considerado como sujeto, y el cruce de la biografía personal y la historia social ofrecen tres aproximaciones distintas a la práctica docente en su relación con la escuela. Esta reconceptualización, finalmente, tiene implicaciones para la práctica de formas docentes, y para las tareas de investigación y las formas de participación de los maestros.

La Conceptualización del Contexto Institucional

Existe la tendencia de aproximarse al maestro con un enfoque tan estrecho que se le aísla del contexto en que trabaja. Aun cuando se reconoce que trabaja en un sitio llamado escuela, con frecuencia se supone que la actuación como docente depende más de rasgos de personalidad, intenciones conscientes y formación profesional o cultural previa, que de cualquier característica de la institución escolar que enmarca y constriñe, y también posibilita, su trabajo. Se refleja en esta tendencia investigativa cierta concepción teórica, pero a la vez un trasfondo moralista, una propensión a responsabilizar al maestro de los resultados de la educación, a enjuiciarlo o bien a defenderlo, pero rara vez a conocerlo o estudiar el contexto en el cual trabaja.

¿Pero qué significa el “contexto” de la práctica docente?. Este término, sin mayor clarificación, resulta ser demasiado general, ya que abarca desde la situación inmediata en que actúa el maestro frente al grupo hasta la “totalidad social”. Cada escala de contexto tiene su propia lógica, sus propias posibilidades o sus deficiencias explicativas. Los estudios existentes que ligan la práctica del maestro con el contexto se encuentran polarizados, unos en lo “micro”, otros en lo “macro”. En el caso de la escala más próxima, la situación de interacción verbal, la investigación sociolinguística ha reconstruido la lógica del discurso, pero tiende a perder de vista el lugar en que ocurre esa interacción: la escuela. En el otro polo se recurre a la posición del docente en los llamados aparatos ideológicos de Estado para explicar su práctica, pero igualmente se tiende a perder de vista las condiciones concretas de trabajo del maestro y su actuación en tanto sujeto.

Entre estos polos encontramos la relativa ausencia de una escala importante, la escuela, diferenciable tanto del salón de clases como del sistema escolar, que tienden a ser las unidades de análisis de la investigación educativa existente. La observación en el salón de clases muestra que ahí ocurren cosas inexplicables dentro del marco del propio salón. Las acciones y las prioridades de los maestros, las respuestas de los niños y las múltiples interrupciones cotidianas remiten constantemente a lo que se encuentra más allá de las cuatro paredes del aula. Por otra parte, las grandes relaciones del sistema escolar, como la constante que se da entre el fracaso escolar y la clase social, aparecen en el salón mediadas por características propias de la institución escolar que propician, legitiman y en casos contrarrestan esas relaciones. Así, para comprender la práctica docente resulta ineludible mirar la escuela.

Identificada la escuela como contexto pertinente para comprender la práctica docente, se presenta el problema del concepto de institución. Nuestro propio acercamiento a la escuela implicó un proceso de reconceptualización de la institución. A lo largo de las primeras observaciones de campo constatamos la enorme distancia entre dos planos que categorizábamos, entonces, como “norma y realidad”. La concepción de institución desde la cual mirábamos inicialmente a las normas, especialmente a las oficiales o estatales. Desde esa perspectiva la práctica de maestros y alumnos tiende a verse como una actuación conforme a lo prescrito por las normas, o como “desviada” de ellas: la práctica “desviada” no parece, en ese caso, corresponder a la institución.

Pero esta concepción de institución nos planteaba muchos problemas al observar y analizar cada escuela concreta. Cuando la práctica cotidiana de los sujetos no corresponde a la norma, como era el caso, ¿dónde quedaba la escuela?. No podía quedar sólo en la norma oficial, en reglamentos que tenían poca vigencia real, como si todo aquello que observábamos no “debía ser” la escuela. Replanteamos entonces el problema en términos de dos normas, una “oficial” y otra “real”, que se tendría que inferir de la práctica cotidiana de los sujetos en la escuela. Pero ¿de cuál práctica? ¿De la recurrente o “normal”? ¿De la reconocida o expresada por los sujetos? Aun así nos encontramos con prácticas heterogéneas. En caso de poder determinar la “norma real”, ¿dónde quedaban las prácticas que no correspondían a esa norma real? ¿Fuera de la escuela como institución aunque ocurran cotidianamente dentro de la escuela como lugar? ¿O es que existen múltiples normas en la escuela?.

Tal vez un ejemplo haga más claro el dilema al que nos enfrentamos . En la enseñanza de la lectura y la escritura, en primaria, la práctica del maestro

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.9 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com