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Caso de estudio - la crisis de Peugeot


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2015  •  Tareas  •  4.014 Palabras (17 Páginas)  •  343 Visitas

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Conclusiones:

Peugeot no tomó las debidas precauciones para evitar estar en problemas, pues cuando hubo la primera queja no se hizo nada al respecto para solucionar el conflicto, hizo todo lo contrario, maltrató al cliente y recién reaccionó cuando el problema ya estaba en un grado más avanzado.

El conflicto llegó hasta la sede central en París. Actualmente Peugeot ha perdido ventas en Europa, está en crisis y su única esperanza de levantar esa recaída es Latinoamérica, donde también no está haciendo las cosas bien, por lo menos no en Perú.

Peugeot se preocupó por todo lo comercial, excepto por su imagen. La marca estuvo más enfocada en vender y promocionar sus vehículos nuevos que en atender las quejas que aparecían en las redes sociales, lo que causó el disgusto de muchos clientes, y por lo tanto, causó la pérdida de los mismos. La marca de autos no pensó en la pérdida de ingresos no sólo con la venta de autos, sino también con la pérdida de dinero que se tendrá que hacer para recuperar la imagen, si es que aún se puede.

Peugeot Braillard no pensó en el servicio post-venta, algo muy importante a la hora de elegir un auto, pues este servicio hace que la marca sea recomendada o no a otras personas que en algún momento puedan llegar a ser clientes potenciales. No se supo relacionar de manera correcta la productividad de la empresa con la rentabilidad. Conclusiones:

Peugeot no tomó las debidas precauciones para evitar estar en problemas, pues cuando hubo la primera queja no se hizo nada al respecto para solucionar el conflicto, hizo todo lo contrario, maltrató al cliente y recién reaccionó cuando el problema ya estaba en un grado más avanzado.

El conflicto llegó hasta la sede central en París. Actualmente Peugeot ha perdido ventas en Europa, está en crisis y su única esperanza de levantar esa recaída es Latinoamérica, donde también no está haciendo las cosas bien, por lo menos no en Perú.

Peugeot se preocupó por todo lo comercial, excepto por su imagen. La marca estuvo más enfocada en vender y promocionar sus vehículos nuevos que en atender las quejas que aparecían en las redes sociales, lo que causó el disgusto de muchos clientes, y por lo tanto, causó la pérdida de los mismos. La marca de autos no pensó en la pérdida de ingresos no sólo con la venta de autos, sino también con la pérdida de dinero que se tendrá que hacer para recuperar la imagen, si es que aún se puede.

Peugeot Braillard no pensó en el servicio post-venta, algo muy importante a la hora de elegir un auto, pues este servicio hace que la marca sea recomendada o no a otras personas que en algún momento puedan llegar a ser clientes potenciales. No se supo relacionar de manera correcta la productividad de la empresa con la rentabilidad.

Conclusiones:

Peugeot no tomó las debidas precauciones para evitar estar en problemas, pues cuando hubo la primera queja no se hizo nada al respecto para solucionar el conflicto, hizo todo lo contrario, maltrató al cliente y recién reaccionó cuando el problema ya estaba en un grado más avanzado.

El conflicto llegó hasta la sede central en París. Actualmente Peugeot ha perdido ventas en Europa, está en crisis y su única esperanza de levantar esa recaída es Latinoamérica, donde también no está haciendo las cosas bien, por lo menos no en Perú.

Peugeot se preocupó por todo lo comercial, excepto por su imagen. La marca estuvo más enfocada en vender y promocionar sus vehículos nuevos que en atender las quejas que aparecían en las redes sociales, lo que causó el disgusto de muchos clientes, y por lo tanto, causó la pérdida de los mismos. La marca de autos no pensó en la pérdida de ingresos no sólo con la venta de autos, sino también con la pérdida de dinero que se tendrá que hacer para recuperar la imagen, si es que aún se puede.

Peugeot Braillard no pensó en el servicio post-venta, algo muy importante a la hora de elegir un auto, pues este servicio hace que la marca sea recomendada o no a otras personas que en algún momento puedan llegar a ser clientes potenciales. No se supo relacionar de manera correcta la productividad de la empresa con la rentabilidad.

Conclusiones:

Peugeot no tomó las debidas precauciones para evitar estar en problemas, pues cuando hubo la primera queja no se hizo nada al respecto para solucionar el conflicto, hizo todo lo contrario, maltrató al cliente y recién reaccionó cuando el problema ya estaba en un grado más avanzado.

El conflicto llegó hasta la sede central en París. Actualmente Peugeot ha perdido ventas en Europa, está en crisis y su única esperanza de levantar esa recaída es Latinoamérica, donde también no está haciendo las cosas bien, por lo menos no en Perú.

Peugeot se preocupó por todo lo comercial, excepto por su imagen. La marca estuvo más enfocada en vender y promocionar sus vehículos nuevos que en atender las quejas que aparecían en las redes sociales, lo que causó el disgusto de muchos clientes, y por lo tanto, causó la pérdida de los mismos. La marca de autos no pensó en la pérdida de ingresos no sólo con la venta de autos, sino también con la pérdida de dinero que se tendrá que hacer para recuperar la imagen, si es que aún se puede.

Peugeot Braillard no pensó en el servicio post-venta, algo muy importante a la hora de elegir un auto, pues este servicio hace que la marca sea recomendada o no a otras personas que en algún momento puedan llegar a ser clientes potenciales. No se supo relacionar de manera correcta la productividad de la empresa con la rentabilidad.

Conclusiones:

Peugeot no tomó las debidas precauciones para evitar estar en problemas, pues cuando hubo la primera queja no se hizo nada al respecto para solucionar el conflicto, hizo todo lo contrario, maltrató al cliente y recién reaccionó cuando el problema ya estaba en un grado más avanzado.

El conflicto llegó hasta la sede central en París. Actualmente Peugeot ha perdido ventas en Europa, está en crisis y su única esperanza de levantar esa recaída es Latinoamérica, donde también no está haciendo las cosas bien, por lo menos no en Perú.

Peugeot se preocupó por todo lo comercial, excepto por su imagen. La marca estuvo más enfocada en vender y promocionar sus vehículos nuevos que en atender las quejas que aparecían en las redes sociales, lo que causó el disgusto de muchos clientes, y por lo tanto, causó la pérdida de los mismos. La marca de autos no pensó en la pérdida de ingresos no sólo con la venta de autos, sino también con la pérdida de dinero que se tendrá que hacer para recuperar la imagen, si es que aún se puede.

Peugeot Braillard no pensó en el servicio post-venta, algo muy importante a la hora de elegir un auto, pues este servicio hace que la marca sea recomendada o no a otras personas que en algún momento puedan llegar a ser clientes potenciales. No se supo relacionar de manera correcta la productividad de la empresa con la rentabilidad.

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