Cultivo De Higo En Costa Rica
wvigal31 de Octubre de 2013
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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE COSTA RICA
VICERRECTORÍA DE INVESTIGACIÓN Y EXTENSIÓN
CENTRO DE INVESTIGACIÓN EN BIOTECNOLOGÍA
Informe Final del Proyecto
Desarrollo del cultivo del higo (Ficus carica)
para consumo fresco y procesado, como una
alternativa de diversificación para el sector
agrícola.
Mayo de 2007
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Desarrollo del cultivo del higo (Ficus carica) para consumo
fresco y procesado, como una alternativa de diversificación para
el sector agrícola.
Responsables:
MSc. Dora Flores M.
MSc. Vilma Jiménez B.
Escuela de Biología
Centro de Investigaciones en Biotecnología
Revisión de Literatura
Clasicación taxonómica
Taxonómicamente, el higo pertenece al reino Plantae, filo Magnoliophyta, clase
Urticales, familia Moraceae, género Ficus y especie carica.
Generalidades
La familia de las Moráceas, comprende más de 60 géneros. De las moráceas se
obtiene gran cantidad de productos, como caucho, lacas y productos comestibles.
El género Ficus posee más de 1.000 especies y todas ellas se caracterizan por la
forma cerrada (tipo de higo) de las inflorescencias. Entre las especies de Ficus,
se pueden encontrar árboles, arbustos y trepadoras. La forma y el color de sus
hojas, es sumamente variado. Entre las variedades más conocidas y estudiadas
de Ficus se encuentran la Celeste y Magnolia (Nikovski, 1994).
El higo proporciona un suculento fruto apreciado en casi todo el mundo por su
valor nutricional, como fruta fresca o seca, además, de aportar una alta alcalinidad
y acción laxante en fármacos de preparación (Criticar y Basu, 1986). Los higos
son ricos en azúcares y vitaminas (A, B, C). Dentro de la medicina tradicional
mediterránea, se recomienda para el tratamiento de la tos y enfermedades
respiratorias. De los higos se fabrica alcohol y vinos dulces por fermentación. La
leche de la higuera se emplea para combatir las verrugas. El higo es una rica
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fuente de benzaldehyda, un agente anti-cancerígeno. Contiene enzimas y
flavonoides que ayudan en el proceso digestivo, además, cantidades significativas
de hierro, potasio, beta-caroteno y fibra. En muchos lugares de Asia el higo es
considerado un poderoso afrodisíaco (Wallace, 1999). Como en muchos otros
frutos, algunas variedades de higo requieren de fecundación sexual, otras en
cambio, se reproducen en forma partenocárpica (Nikovski, 1994).
Según Krezdorn y Adriance (1984), la higuera puede ser propagada por estacas,
acodo aéreo e injerto. La propagación por semilla es posible en los tipos que la
producen naturalmente y en los tipos partenocárpicos debidamente polinizados.
La polinización por semilla solo tiene interés para los fitomejoradores.
Descripción botánica
El Ficus carica es un arbusto que oscila en un rango de 6 a 8 metros de altura.
Presenta una copa muy amplia en relación con su altura, pues sus ramas son muy
largas y casi horizontales. Las hojas son muy grandes, ásperas al tacto, con el
limbo palmeado, en ocasiones es entero, pero la mayoría de las veces se
entrecorta en lóbulos más o menos profundos (Rawsui, 1992).
El fruto característico de la higuera llamado sicono, es una infrutescencia formada
por muchos frutillos que se encuentran en un receptáculo carnoso. La parte
comestible del higo no es un tejido ovárico, sino un fruto accesorio (Kerzdorn y
Adriance, 1984).
Distribución Geográfica
Todas las especies del genero Ficus son originarias de las zonas tropicales y
subtropicales de Europa, Asia, África y el Pacífico (Chávez, 1996). La higuera
está adaptada a diferentes regiones y climas, pero su crecimiento es óptimo en
zonas templadas. Países como España, Turquía, Portugal, Brasil destinan
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grandes cantidades de territorio a su cultivo. Por su ascendente valor económico,
en muchos países, cada vez se cultivan mayores extensiones con higo.
En Costa Rica, la zona de Cartago (Tierra Blanca, Prusia), son consideradas aptas
para el cultivo del higo.1
Características del Cultivo
Adaptabilidad y Requerimientos
La higuera está adaptada a una gran variedad de suelos. Puede desarrollarse
exitosamente en suelos desde gruesos y arenosos, hasta pesados y arcillosos; de
igual modo puede crecer en suelos ácidos o básicos. Sin embargo, los índices de
productividad son mayores en tierras fértiles y profundas y suelos aluviales bien
drenados, con elevado contenido de cal o en suelos calcáreos. Normalmente, la
higuera presenta un sistema radical superficial, pero donde el suelo lo permite,
puede formar raíces profundas, con lo que mejora la retención y absorción de
agua y nutrientes, lo cual es fundamental durante periodos secos (Sintes, 1996).
Con respecto a los requerimientos de temperatura, la higuera puede comportarse
como planta tropical o como planta de zona templada, pero su crecimiento
vegetativo se ve favorecido por las altas temperaturas. En regiones de días
calientes y húmedos con noches tibias, los higos maduran rápidamente. En
regiones templadas, con estaciones bien definidas, las hojas de la higuera se
pierden a finales del otoño y la planta entra en estado de latencia. Así, la planta
puede soportar periodos largos de frío intenso. La aptitud para sobrevivir a bajas
temperaturas, depende de la variedad, el estado del árbol, tipo de madera y modo
de latencia. Existen varios métodos utilizados para proteger los huertos pequeños
y árboles domésticos de las condiciones adversas. El cultivo en invernaderos, es
uno de los métodos más utilizados para mantener las óptimas condiciones de
crecimiento (Krezdorn y Adriance, 1984).
1 Marín E.2002. La Higuera (entrevista). Cartago, Costa Rica.
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Espacio y siembra
En huertos comerciales las higueras se siembran a distancias entre 3 x 3 y 6 x 6m.
Si los árboles no son podados, se sugiere distancias de siembra aún mayores.
Se recomienda que las higueras sean cultivadas en lugares donde reciban
directamente la luz del sol durante todo el día. Las higueras deben ser plantadas
cuando se encuentran en estado latente, de 7.5 a 10 cm más profundo de lo que
estaba en el invernadero, para protegerla contra la desecación o el frío. Debe
aplicarse fertilización al suelo tres o cuatro semanas después de que la planta
produzca hojas (Pereira, 1990).
Formación de las plantas
Generalmente, las plantas provenientes de vivero cuentan únicamente con un tallo
principal. Durante los primeros meses, la planta deberá ser podada, para que
produzca ramas laterales del tamaño adecuado para facilitar las labores culturales
y de cosecha. Para obtener buenas higueras en forma de arbusto, las plantas se
cortan a la mitad de su altura y se deja que crezcan durante una estación. De la
base del tallo principal brotan varios vástagos y durante el invierno siguiente se
escogen de tres a ocho vástagos vigorosos, erguidos y bien separados, para que
formen los tallos principales; el resto se elimina (Pereira, 1990).
Manejo del huerto
La higuera, a diferencia de otras plantas caducas, sigue creciendo mientras las
condiciones ambientales sean favorables. Inclusive, continúa formando frutos en
las axilas de las hojas durante toda la temporada de crecimiento vegetativo. Por
ello el manejo de la plantación es sumamente importante. Entre las prácticas
utilizadas, se recomienda el uso de coberturas vivas, que contribuyen a la
regulación de la humedad, temperatura y aireación del suelo, y con ello a la
obtención de frutos de mayor tamaño y en mayor número.
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Con respecto a la fertilización, la higuera puede producir buenas cosechas en
suelos de baja fertilización, pero el uso de fertilizantes, permite aumentar el vigor y
la fructificación. En general, las higueras deben recibir la misma fertilización que
otros árboles frutales, con la diferencia de que muy rara vez sufren deficiencias de
hierro y zinc, pero si suelen tener deficiencias de nitrógeno. Se recomienda
aplicar de 0.45 a 0.65Kg de nitrógeno por planta al año. Las relaciones de P/N y
K/N, deben ser similares (Grattelin, 1991).
Enfermedades:
Algunas enfermedades que atacan la higuera son:
Pudrición por Alternaria: (causado por Alternaria tenuis) se manifiesta como
manchas pequeñas y redondas, entre cafés y negras, en la superficie del fruto. La
presencia de grietas cuticulares llevan a una mayor susceptibilidad del fruto a la
pudrición.
Pudrición del moho negro: (causado por Aspergillus niger) se manifiesta como
manchas oscuras o amarillentas en el tejido, sin síntomas externos. En etapas
avanzadas la piel y el tejido se tornan levemente rozados y posteriormente se
forma un micelio blanco con masas de esporas negras.
Endosepsis (pudrición blanda): (causada por una variedad de Fusarium) se
manifiesta en la cavidad del fruto, haciendo que la pulpa se ponga blanda, acuosa
y de color café, con un olor desagradable.
Acidosis (Souring): (causado por levaduras y diversas bacterias) es un problema
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