EL LIDERAZGO CENTRADO EN PRINCIPIOS
Enviado por 1234marys • 9 de Enero de 2013 • 1.931 Palabras (8 Páginas) • 827 Visitas
Todos queremos ser líderes. Todos queremos tener éxito en nuestros negocios, carrera profesional y vida familiar. ¿Como hacerlo? No existe una fórmula mágica ni una receta de cocina. Pero a muchas personas alrededor del mundo les ha funcionado el “sistema de valores” de Stephen R. Covey, conocido como Liderazgo Centrado en Principios.
Este sistema promueve una serie de valores, conductas y características que definen una actitud que conduce hacia el liderazgo; entendido este no simplemente como ser el mejor en algo, sino que abarca un concepto más amplio.
Según esta visión el líder no solo destaca individualmente, sino que ayuda a que otros también lo hagan, goza de los beneficios del éxito y los comparte. No trata de imponerse a los demás sino que los ayuda a mejorar.
Además tiene una sólida escala de valores en la cual basa su toma de decisiones.
En este trabajo se presenta una reseña de los primeros diez capítulos del libro Liderazgo Centrado en Principios, de Stephen R. Covey.
Aprendizaje constante: Los líderes están en constante en aprendizaje, saben escuchar, se esfuerzan por aprender nuevas habilidades, buscan entrenamiento, desarrollan conocimiento. Están claros que entre más aprenden menos saben. Y la motivación para aprender y crecer proviene de ellos mismos.
Según Covey la mejor manera de adoptar esta forma de vida es imponerse pequeñas metas y compromisos, cada vez que se alcanza una meta y un compromiso se pasa al siguiente.
El verdadero líder centrado en principios se educa a través de la experiencia. Lee, toma cursos escucha a los demás y aprende tanto con sus oídos como con sus ojos. Es curioso, formula preguntas y desarrolla nuevas habilidades constantemente. El verdadero líder cuando empieza a crecer en sabiduría se da cuenta que mientras más sabe menos sabe. Conforme se expande su conocimiento, también lo hace su ignorancia.
Orientación hacia el servicio: La vida es una misión, no una carrera. Los líderes están para servir, no para ser servidos. El verdadero líder centrado en principios ve la vida como una misión, no como una carrera. Si uno se esfuerza para centrarse en los principios como un mero ejercicio mental, fracasara. El líder necesita tener un sentido de responsabilidad y actividad. Debe levantarse cada mañana dispuesto a servir.
Irradia energía positiva: Se trata de gente contundente, feliz y amable. Tienen una actitud optimista hacia la vida. Su espíritu es entusiasta, positivo y lleno de fe. El verdadero líder centrado en principios es alegre, placentero e irradia energía positiva. Tiene esperanza y confianza en los demás, sabe que la energía positiva atrae más energía positiva y neutraliza o anula la energía negativa.
El verdadero líder centrado en principios cuando está en medio de una confrontación, trata de ser el pacificador, el que elimina la energía negativa. Sabe canalizar esta energía para convertirla en una herramienta gerencial efectiva provechosa.
Cree en otras personas: Ellos no sobrereaccionan a los errores de otros, a las malas conductas, o las debilidades humanas. No se construyen en base de las debilidades de otros. Al contrario creen en el potencial oculto de la gente. No ponen etiquetas, no creen en estereotipos, categorías o prejuicios. Con esta actitud contribuyen a crear un clima de oportunidad y crecimiento. El verdadero líder centrado en principios no reacciona exageradamente ante las conductas negativas. No se trata de ser ingenuo sino de estar consciente de las debilidades que podemos tener todos.
Un verdadero líder sabe que la conducta y el potencial no son lo mismo. Al no usar estereotipos con sus subordinados trata de no etiquetarlos. Cree en el potencial de todos, propicia un clima para el crecimiento y la oportunidad. Sabe además que las personas egoístas creen que la clave está en ellos, en su técnica en sus enseñanzas a los demás. Sabe que esto solo funciona temporalmente. El verdadero líder centrado en principios, entiende y cree que la clave está en los demás y así acepta, afirma y ve como las cosas positivas ocurren.
Tienen vidas balanceadas: Los verdaderos líderes tienen vidas balanceadas. Leen la mejor literatura, están al tanto de las últimas noticias y disfrutan del intercambio y los retos intelectuales. Tienen una vida socialmente activa y disfrutan de tener una amplia gama de intereses.
No son extremistas, no se basan en el principio de todo o nada, bueno o malo, no dividen el mundo en dos partes. Piensan en términos de continuidad, prioridades y jerarquías, saben discriminar y diferenciar las similitudes y diferencias en cada situación. El verdadero líder centrado en principios no ve las cosas en blanco y negro. Aprende que es mejor errar por un malentendido que a causa de un a exageración. Sabe aceptar un elogio sin parecer presumido y acepta la culpa sin reaccionar mas de lo debido. Comprende que el único verdadero fracaso es no aprender de sus experiencias. Vive de forma sensible en el presente, planifica cuidadosamente el futuro, y se adapta a las circunstancias cambiantes.
Sus acciones son balanceadas, temperadas y moderadas. No son adictos al trabajo, fanáticos religiosos, fanáticos políticos, adictos al placer. Tampoco se autocondenan por cada error que cometen.
Buscan la sinergia: Catalizan sinergias, trabajan tan duro como inteligentemente, son muy productivos pero de maneras creativas y nuevas. En el trabajo en equipo rápidamente crean lazos y buscan como complementar y fortalecer las debilidades. Saben que el todo es más que la suma de sus partes, y que esto es lo que se les llama sinergia.
Saben delegar, les resulta fácil y natural pues creen en las habilidades y conocimientos de otros. También saben separar los problemas de las personas. El verdadero líder centrado en principios fortalece su equipo, lucha por complementar la debilidad a través de la fortaleza de otros. Entiende que la delegación es más fácil y natural si se cree en las fuerzas y habilidades de los demás.
El verdadero líder centrado en principios sabe que cuando las personas se centran en principios se hallan en situaciones adversas, se enfocan en los intereses de las personas en vez de luchar por posiciones.
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