Forjando una nueva alianza entre Sucesión y Restauración

Forjando una nueva alianza entre Sucesión y Restauración

Puntos clave

1. La sucesión y la restauración están intrínsecamente relacionadas porque la sucesión comprende el cambio de especies y sustratos a lo largo del tiempo y la restauración es el propósito

manipulación de ese cambio.

2. Durante la sucesión surgen patrones tanto ordenados como impredecibles, pero algunos

Las reglas generales ofrecen información teórica y práctica para las actividades de restauración.

Estas ideas no se utilizan a menudo debido a una comunicación inadecuada y

una idea errónea de que debido a que la restauración se centra en un tiempo más corto

escala y está más orientado a objetivos, entonces los conceptos de sucesión pueden no

aplicar.

3. La restauración ofrece potencialmente ideas prácticas sucesivas sobre cómo se reúnen las comunidades, pero una escasez de protocolos científicos en la conducción de

La restauración ha obstaculizado este vínculo.

Introducción

 ¿Cómo se produce la sucesión, después de todo, y cuáles son los ciclos adaptativos, si los hay, y los sistemas de retroalimentación, reglas de ensamblaje y otros funcionales inherentes, evolutivos o simplemente ¿mecanismos dinámicos que hacen que los ecosistemas se desarrollen e interactúen de una forma u otra? Si podemos resolver estas preguntas, bioma por bioma, entonces sin duda seremos mejor ubicado para predecir cuánto tiempo, energía y capital de todo tipo se requerirán, o debe asignarse a la restauración y rehabilitación ecológica. (Aronson y van Andel 2006)

Los impactos humanos en nuestro planeta están aumentando exponencialmente, poniendo en peligro nuestro estilos de vida y nuestra supervivencia. Según una estimación, necesitaríamos otro entero planeta para proporcionar a los humanos en los países en desarrollo la base de recursos actualmente explotada por las naciones desarrolladas (Wackernagel y Rees 1996). Uno enfoque positivo para mejorar los impactos ecológicos, como la pérdida de hábitat y La degradación ambiental implica el rápido desarrollo del campo de la restauración. Ecología.
En las últimas décadas, los practicantes han formado un cuerpo inicial. de teoría, una sociedad internacional y varias revistas profesionales que son ayudándoles a organizar los muchos ejemplos de esfuerzos exitosos y no exitosos para restaurar los ecosistemas dañados. Varios libros recientes han explorado el bases teóricas de la ecología de la restauración (Walker y del Moral 2003, Temperton et al. 2004, van Andel y Aronson 2006) y han definido mejor dónde se sienta en el mundo integrado de la ecología.

La ecología de la restauración es un enfoque multidisciplinario que se implementa en un Conceptos prácticos extraídos de una amplia gama de disciplinas, incluyendo biología de la conservación, ecología de perturbaciones, sucesión ecológica, ecohidrología, biología de invasión, biogeografía de islas y ecología del paisaje (Zedler 2005, Young y col. 2005, van Diggelen 2006). Además, la restauración ecológica incorpora muchos otros temas ecológicos, por ejemplo, biodiversidad, hábitat. heterogeneidad, resiliencia y sostenibilidad. La restauración a menudo aborda cuestiones políticas, económicas y sociológicas también. Como una nueva subdisciplina de ecología, la ecología de la restauración ha sido impulsada principalmente por la urgencia de reparar paisajes dañados. Sin embargo, el éxito de la restauración ecológica en el el ámbito práctico dependerá de la fuerza de los procesos ecológicos y basados ​​en procesos. fundamentos. Un vínculo clave es con la sucesión ecológica, un concepto central en ecología desde Warming (1895) y Cowles (1899 y 1901) reconocieron que El cambio de especie estuvo relacionado con el tiempo transcurrido desde la estabilización en las dunas. La teoría de la sucesión ahora abarca un amplio conjunto de conceptos útiles para explicar el mecanismos de comunidad vegetal y desarrollo de ecosistemas (Glenn-Lewin et al. 1992, Walker y del Moral 2003). La restauración es fundamentalmente la manipulación de sucesión y frecuentemente se enfoca en la aceleración de especies y cambio de sustrato a un punto final deseado (Luken 1990). Si bien exitoso la restauración repara intencionalmente los procesos que impulsan la sucesión, la mayoría de los otros estudios de cambio de vegetación (por ejemplo, cambio climático global, biología de invasión, consecuencias de la degradación regional y de cuencas hidrográficas, y dinámicas de brecha; Davis et al. 2005) se centran en los factores no intencionales que interrumpen la sucesión (Fig. 1.1). Sin embargo, la restauración a menudo continúa con una mayor dependencia de la ingeniería, la horticultura, y agronomía que en ecología (Young et al. 2005). ¿Es esto porque la sucesión no tiene las respuestas, porque la restauración no necesita sucesión, o debido a la falta de comunicación o diferencias irreconciliables entre el dos disciplinas?.

Este libro sostiene que la superposición entre restauración y sucesión tiene

aún no se ha explorado adecuadamente y esa restauración y sucesión ecológica

puede y debe forjar una alianza más fuerte que la que existe hoy. Voluntad de restauración

desarrollarse de manera más coherente si integra mejor las ideas generadas a partir de un siglo de estudios de sucesión ecológica. Además, la restauración tiene un gran pero

potencial subutilizado para ayudar a dilucidar los procesos fundamentales que controlan la sucesión ecológica al monitorear cómo responden los impulsores clave del sistema

tratos. En este libro, se identificará una variedad de tipos de restauración que

difieren en escalas espaciales, impulsores ecológicos y objetivos de restauración. Los datos serán

presentado de actividades de restauración en todo el mundo que provienen de hábitats

representando gradientes de precipitación, temperatura, edad del suelo y estabilidad,

fertilidad y toxicidad de sustratos. Al explorar entornos tan contrastantes,

buscaremos generalizaciones que vinculen la teoría sucesional con la práctica de

restauracion.

Una pregunta central de este libro es: "¿Cuál es la cantidad mínima de información biofísica y sucesional necesaria para restaurar un paisaje específico o

¿zona?" Además, podemos preguntar: "¿Qué valores objetivo o indicadores ofrecen los medios?

evaluar el éxito relativo o el progreso de estrategias particulares de restauración?

Intentaremos definir qué parte de esa información proviene de sucesión teoría y qué factores ambientales clave se pueden utilizar para mejorar y medir restauración exitosa. La urgencia de reparar paisajes dañados lo hace crítico para buscar generalizaciones sobre el proceso de restauración. Sugerimos que examinar la restauración a la luz de la sucesión ayudará en esta búsqueda. Ambos de estos temas son centrales para la ecología: la sucesión como el estudio de lo temporal dinámica y restauración como una aplicación crítica de principios ecológicos a un Necesidad social urgente.

La restauración generalmente aborda escalas de tiempo más cortas que los estudios sucesionales, pero, sin embargo, depende de los patrones sucesionales de cambio más amplios por su éxito (Palmer et al. 1997). La práctica de la restauración fuera del marco de sucesión puede compararse con la construcción de puentes sin prestar atención a Las leyes de la física. Los patrones de desarrollo sucesional pueden ofrecer referencias sistemas para la evaluación de acciones de restauración y percepciones críticas sobre el roles de dispersión de especies, interacciones de especies, interacciones planta-suelo y suelo desarrollo. A su vez, la restauración ofrece una prueba práctica de teorías sucesionales. en el desarrollo de un sistema estable y restaurado dentro de las limitaciones socioeconómicas demandas.

Tanto la restauración como la sucesión pueden centrarse en la estructura y la composición (por ejemplo,

la distribución vertical y la acumulación de biomasa y especies) o función

(p. ej., procesos del ecosistema como el flujo de energía o el ciclo de materiales).

Sin embargo, si bien la sucesión generalmente se limita a un ecosistema dado, la restauración puede abordar escalas espaciales más amplias y abarcar ecosistemas adyacentes,

cuencas y paisajes.

Al considerar formas de restaurar un hábitat, paisaje, ecosistema o cuenca hidrográfica, debemos abordar las preguntas sobre por qué, dónde, cómo, qué y cuándo. Las razones por las que queremos restaurar están influenciadas en gran medida por los valores sociales y el imperativo económico de recursos y servicios sostenibles, y son abordados por la economía social y las políticas gubernamentales (Costanza et al. 1992). Dónde restaurar puede ser evidente, pero en muchos casos, el área objetivo (por ejemplo, un área inundada) es simplemente un síntoma de un problema más amplio (por ejemplo, extenso tala de árboles y mayor recarga en la capa freática) que necesita atención a mayor escala espacial. Cómo restaurar con éxito un área depende en gran medida en el nivel de comprensión de los principales impulsores del sistema general, un claro definición de puntos finales, el nivel de degradación (quizás un nuevo estado del sistema), tecnologías disponibles y limitaciones económicas (Walker y Reuter 1996). Lo que se restaura está determinado por las condiciones existentes, actitudes sociales, políticas y demandas económicas, y por limitaciones ecológicas. Biodiversidad, estabilidad, y la función del ecosistema están vinculadas a los objetivos particulares de restauración, como lograr una composición de especie particular, asegurando la duración de un cierto tipo de comunidad y la provisión de bienes del ecosistema necesarios o deseados y servicios. Determinar cuándo restaurar es complejo y la decisión puede ser limitado por demandas competitivas de financiamiento o amenazas percibidas a las plantas, animales y humanos. Desde una perspectiva ecológica, muchas acciones secuenciales. durante un largo período de tiempo es más probable que produzcan los resultados deseados que una sola acción. Tal cambio incremental en el tiempo define la sucesión ecológica. Finalmente, la evaluación de lo que constituye una restauración exitosa es más informativa cuando se coloca en el contexto ecológico más amplio de expectativas basadas en conocimiento sobre sucesión.

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