LA ESCUELA Y LOS ADOLESCENTES

DESAFIOS.

El cerebro sufre grandes transformaciones durante la adolescencia con el impacto que implica para el desarrollo y el comportamiento.

Cada nuevo aprendizaje produce comunicaciones nuevas entre neuronas existentes, y como la adolescencia es una etapa sin precedentes en lo que a cantidad de aprendizajes se refiere, la explosión de conexiones es inevitable. Al mismo tiempo, el cerebro necesita decidir cuáles son las conexiones que conservará y cuáles eliminará para funcionar bien y así es como vacía su papelera de reciclaje podando, o cortando, las conexiones neurales que no se utilizan o necesitan para darle economía a su funcionamiento. Finalmente, se refina el proceso de mielinización, una garantía biológica para la velocidad de procesamiento de la información. Gracias a este proceso, la información viaja más rápido y el cerebro puede dar respuesta más adecuada a los desafíos de cada día.

Psicología:

Estos cambios solo son los cimientos de cambios más profundos: la búsqueda de la identidad, del propio lugar en el mundo, de los roles sociales a asumir, la profesión a elegir, de la formación de relaciones estables… Múltiples cambios que ocurren frente a ojos azorados de padres que, de repente, intentan reconocer debajo de tanto movimiento al hijo que casi sin que se dieran cuenta creció tanto.

En pocos años, los chicos realizarán cambios enormes, atravesarán momentos de inestabilidad emocional intensa, variarán sus relaciones sociales, se sentirán confundidos y perdidos en relación a su futuro, experimentarán por primera vez con diversos tipos de sustancia y se iniciarán en una nueva etapa del ejercicio de la sexualidad. Mucho cambio para ellos, grandes desafíos para nosotros.

Los padres:

En palabras de Feinstein: "más allá de lo que digan, para los adolescentes los padres importan". Y qué tipo de padre tienen, importa más aún. Está establecido que existen al menos tres tipos de estilo de crianza: el autoritario, el permisivo y el democrático. Solo este último cría chicos sanos y felices y cultivarlo es toda una tarea.

El papel que juegan los jóvenes en la sociedad actual

Para mi, en lo personal los jóvenes juegan un papel muy importante en la sociedad actual, ya que si podemos recordar nosotros somos los jóvenes de hoy pero seremos los adultos del mañana. El papel que jugamos en la sociedad es prepararnos para ese propósito que tenemos en la vida. Estudiar, para ser personas de bien, y saber educar a nuestra futura generación, y poder mejorar las condiciones de nuestro país, ya que cada vez esta más feo. México y su población, nos juzga y cree que todos los jóvenes están perdidos por las condiciones en que nos toco vivir. Épocas muy diferentes, a las que nuestros padres vivieron. Pero sinceramente esto depende del joven, ya que todos los jóvenes vivimos en condiciones parecidas y no por eso todos están por mal camino. Aparte el que quiere puede.

LA ESCUELA Y LOS ADOLESCENTES

En términos de probabilidad, los adolescentes que provienen de hogares de nivel socioeconómico bajo tienen menores probabilidades de asistir a la escuela que los que provienen de hogares de nivel socioeconómico medio o alto. Pero a medida que se entra en la adolescencia, comienzan a observarse adolescentes que, si bien no provienen de los hogares con carencias socioeconómicas más profundas, tampoco asisten a la escuela. Y aquí podemos encontrar otra dimensión de análisis, donde intervienen aspectos más relacionados con su subjetividad, sus formas de socialización, sus elecciones e identidades. ¿Qué otros factores pueden estar detrás de la desescolarización de los adolescentes? En el Dato Destacado se argumenta que el análisis del panorama educativo de los adolescentes requiere poner la atención en la coexistencia de dos dimensiones presentes en su dinámica: aquella que remite a su situación socioeconómica y la que es propia de la condición adolescente, y que hace referencia a su subjetividad, sus preferencias y su propia identidad. Los adolescentes con bajos recursos suelen estudiar y trabajar o bien por interés personal en vacaciones los adolescentes buscan algún tipo de trabajo temporal y esto implica nuevos desafios

Las problemáticas y retos de los jóvenes de hoy

Con base en un estudio iberoamericano descriptivo-comparativo, Casullo et al. (2001) afirman que las problemáticas de la juventud hacen referencia a toda situación que vulnera su autoestima o que obstaculiza su satisfacción de normas y expectativas sociales. Para estas autoras, tales problemáticas suponen valoraciones negativas de sucesos o situaciones particulares que impactan tanto el ego como las relaciones con otros sujetos, objetos y eventos. Desde esta perspectiva, establecieron ocho tipos de problemas: personales (enfermedades, imagen corporal, alcoholismo, depresión, crisis de fe, etcétera), pérdidas con significación afectiva (muerte de seres queridos, cambios de lugar de residencia, desempleo, peleas con amigos, etcétera), familiares (separación o divorcio de los padres, discusiones con hermanos o tíos, abandono, negligencia, etcétera), legales/violencia (accidentes, intervención policial, asaltos, robos, abusos, actividades delictivas, entre otros), sexuales (violaciones, embarazos no deseados, conflicto con la identidad sexual, enfermedades sexuales, etcétera), educativos (dificultades de aprendizaje, pérdida de exámenes, confusión vocacional, fracaso escolar, discriminación, entre otros), paternos/maternos (vicios de los padres, castigos físicos por parte de los padres, padecimientos de los padres, nueva pareja de los padres, etcétera) y otros (relaciones de romance, relaciones de amistad, vínculos con pares, etcétera).

Sobre problemáticas de los jóvenes latinoamericanos, Rodríguez (2001) afirma que la juventud es el eje central de los dos principales problemas de la región —el desempleo y la inseguridad ciudadana— y, por si fuera poco, son también un factor de gran relevancia en el tercer gran problema de la región: la fragilidad democrática. Rodríguez también destaca la existencia de problemas como la exclusión social, el aislamiento social, el hueco normativo y la presencia de subculturas marginales y violentas. Por otra parte, Rodríguez asegura que, ante estas problemáticas, las sociedades latinoamericanas muestran una marcada ambivalencia porque miran a sus jóvenes como una “esperanza bajo sospecha”, un grupo del que se espera mucho, pero a la vez se desconfía de sus posibles y temidos “desbordes” juveniles.

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