PROFESIONALISMO
mabis8826 de Mayo de 2014
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TEMA 3.- LAS TEORIAS PEDAGOGICAS CONTEMPORANEAS Y LA DISCUSION SOBRE LA ESCUELA POLITICA.
CRISIS DE LA INSTITUCION ESCOLAR
a escuela tradicional fue puesta en duda por los movimientos de la escuela activa; fue una crisis honda, que hizo girar muchos grados el centro de la institución escolar, desde el maestro hacia sus alumnos. Los mismos que apoyan el papel del maestro, problematizan su misión y demandan una radical variación en su papel.
Algunos prefieren aplicar el término “revolución” a la crisis escolar, porque con ella significan cambios y replanteamientos, pero nunca la desaparición de la escuela.
Las innovaciones tecnológicas y la democratización de la enseñanza han convulsionado la educación sistematizada. la enseñanza programada, los ordenadores y computadores; por otra, la educación a distancia. La tecnología educativa ha revolucionado la enseñanza y, como consecuencia, la escuela empeñada en la tarea docente.
La tecnología es un fenómeno de la cultura contemporánea; y no ha sido la escuela el primer lugar a donde a arribado esta forma nueva de hacer. Las máquinas han invadido la escuela: retroproyectores, proyectores, mezcla de imágenes y sonido, casettes y radiocasettes, circuitos cerrados de televisión, reproductoras, máquinas autocorrectoras, radio y televisión.
La explosión educativa es triple: demográfica en las aulas; explosión en la amplia gama informativa: explosión en la esperanza del hombre. Es decir, que a la escuela han llegado mucho más, con exigencias de un saber más ambicioso y cargados de ilusiones, pensando que la preparación y titulación académicas abrirán las puertas que alanaron en la centuria pasada.
La escuela contestada
Ante esta crisis de la institución escolar caben tres hipótesis: Es tal vez el envejecimiento de la escuela que debe desaparecer, porque resulta inoperante, irrentable, innecesaria, entorpecedora de los procesos de personalización y socialización. La crisis es de tal índole que, no obstante la inaplazable reforma, susbista en su esencia; es decir, que continúe enseñando y socializando.
La crisis de la institución escolar es sólo reflejo de otras crisis más profundas en la sociedad. Las hipótesis son tres: desaparición, reforma o continuidad de la escuela. La continuidad no es sostenible, dadas las muchas inculpaciones objetivas que se formulan contra la escuela, la cual produce una disociación entre la vida real y el mundo ficticio en el que se desenvuelve; al menos a de reconocerse el desfase de la escuela, su anacronismo y su empecatada existencia.
Fue Edmond Gillard quien en la década de los setenta se opuso a la simple reforma escolar, yendo más allá, hasta pedir la desaparición de la misma institución educativa. La guerra a la escuela está justificada por dos razones: la imposibilidad de cumplir sus fines con la mera reforma de los burócratas de la enseñanza y la falta de autoridad en los adultos educadores, que quieren manipular pero no liberar.
J. Krishnamurti va más allá de Gillard, y es uno de los rimeros en elaborar una contestación absoluta, pidiendo la desaparición de la escuela. Comenzó criticando la educación y el miedo despertado en la escuela, que impide la verdadera educación, para terminar sumándose al coro de cuantos piden la desaparición de la institución escolar. Krishnamurti está inconscientemente impelido por dos motivos: la cultura india de que procede y el ambiente de tercer mundo en que ha vivido.
La institución escolar de acuerdo con las palabras propias de Illich nos ahorrarán introducciones y comentarios:
Definía escuelas como “el proceso que especifica edad y se relaciona con maestros y exige asistencia a tiempo completo a un curriculum obligatorio”.
“Por escuela no entiendo toda educación formal y organizada: empleo aquí la voz escuela y enseñanza para definir una manera de ocuparse de los niños, y sobre todo un rito de paso, que aceptamos como normal”.
“La escuela es el lugar en que se reúnen seres humanos de una edad dada alrededor de profesores; están sometidos a una presencia obligatoria y a la necesidad de seguir ciertos programas”.
La triple función de la institución escolar es conservar el mito en el que se basa el orden de nuestra sociedad; institucionalizada sus contradicciones; oculta la discrepancia entre la realidad y el mito.
La fenomenología de la escuela comienza en Illich, analizando las funciones latentes desempeñadas por los sistemas escolares modernos: custodia, selección, adoctrinamiento y aprendizaje.
La escuela es una institución construida el axioma de que el aprendizaje es el resultado de la enseñanza. Y la sabiduría institucional ontinúa aceptando este axioma, pese a las pruebas abrumadoras en sentido contrario. Todos hemos aprendido la mayor parte de lo que sabemos fuera de la escuela.
La escuela es el ídolo de la religión secular, es la iglesia universal de nuestra cultura occidental decadente, es una iglesia secularizada nimbada del halo misterioso propio de la religión.
La escuela es el ritual de consagración mediante el cual los novicios son admitidos en la clase sagrada de los utilitarios progresicos del consumo. Los maestros son una especie de sacerdotes intermediarios entre los poderosos y los humildes; y la escuela es una lotería obligatoria, a la que juegan todos, con desigual fortuna. La escuela es la nueva religión mundial y el mercado de trabajo.
Contra la escuela. Son muchos los argumentos esgrimidos por I. Illich para repudiar la escuela. En primer término, la escuela confunde los métodos de adquisición del saber y los contenidos de la enseñanza; confunde enseñanza y aprendizaje.
La escolaridad obligatoria produce una segregación en el seno de la sociedad, permite igualmente una especie de clasificación entre las naciones, las relaciones del maestro alumno no garantizan el respeto a la libertad individual; la escuela es un reducto de ilusiones utópicas, de espadas a la realidad de la vida de la comunidad; la escuela esclaviza al hombre, la escuela es culpable de la alocada carrera en el consumo.
La desescolarización es el medio más eficaz para cambiar la sociedad clasista, productora y desigual. La revolución social sólo puede conseguirse fuera de la escuela, mediante el uso de las alternativas propuestas para sustituir a la institución escolar. La desescolarización ofrecerá una auténtica igualdad de oportunidades y evitará el injusto reparto por los gobiernos de lo recaudado fiscalmente.
Los cuatro organismos-alternativos de la escuela son:
1º. Servicios de referencia respecto a Objetivos Educativos, que facilitarían el acceso a cosas o procesos para el aprendizaje formal; el acceso a bibliotecas, agencias de alquiler, laboratorios y salas de exposición, museos, teatros, fábricas, aeropuertos, granja.
2º. Lonjas de habilidades por las cuales podríamos confeccionar una lista de habilidades y condiciones necesarias para servir de modelos a otros que deseen aprender esas habilidades.
3º. Servicio de búsqueda de Compañero, que permitiría descubrir la clase de aprendizaje al que desean dedicarse, esperando hallar un compañero en esa búsqueda.
4º. Servicios de Referencia respecto de Educadores Independientes, que facilite la lista de profesionales e independientes, más las condiciones de sus servicios. Este cuarto organismo es la trama de oportunidad formada por los educadores profesionales.
LECTURA: ELEMENTOS DEL PARADIGMA PEDAGOGICO DOMINANTE
En esta lectura, se nos transmite como los padres de la pedagogía mexicana estaban completamente conscientes de cuál era la función que esta debería de cumplir, que era la búsqueda de la integración nacional, basada en la pedagogía como una ciencia para buscar el desarrollo integral de los individuos que conformaban la sociedad mexicana de ese tiempo.
El Dr. Luis E. Ruiz define el campo de la pedagogía como el arte científico de enseñar, ya que está constituido por una serie de reglas que se deben seguir para alcanzar su cometido. Ruiz habla de una complementación entre las reglas para enseñar, que están dentro de la práctica, y de los principios científicos que sirven de base a dichas reglas. Para Ruiz el arte científico de enseñar está basado en la filosofía y la psicología.
Carlos Carrillo afirma que la pedagogía es una verdadera ciencia que se apoya en la moral y la psicología. Da el nombre de pedagogía científica y pedagogía vulgar a las doctrinas que no coinciden con la suya.
Rébsamen nos dice que la pedagógica científica es imprescindible si realmente se quiere educar, que no se necesitan de reglas, de imitaciones de ejemplos ajenos, ni reglas aisladas basadas en la experiencia de otros. El nos dice que se necesita un conjunto sistemático de conceptos seguros, obtenidos por el estudio de la naturaleza humana y de las causas exteriores que influyen en el desarrollo de la misma. Rébsamen hablaba de educación integral y del desarrollo integro de las personas lo cual es retomado en la pedagogía hoy en día.
Gracias a esta forma de ver la pedagogía como una ciencia o con bases científicas, se necesito que los profesores también llevaran a cabo un cambio, que lamentablemente en muchos de los casos no se
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