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albertodmoralesg27 de Junio de 2014

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EL ASCENSO ECONÓMICO DE CHINA:

IMPLICACIONES ESTRATÉGICAS PARA LA SEGURIDAD GLOBAL

Por PABLO BUSTELO GÓMEZ

Introducción

Como consecuencia de los cambios registrados en los últimos 30 años, la

economía de China ha alcanzado ya una dimensión crítica, un ritmo de

crecimiento y un grado de integración en el mundo suficientes para tener un

impacto sustancial (y en clara progresión) a escala internacional. Baste señalar,

por el momento, que China ya es la cuarta mayor economía del mundo, a poca

distancia de la tercera (Alemania), que su crecimiento anual medio en los

últimos tres decenios ha rondado el 10% y que el comercio exterior y las

inversiones extranjeras y en el extranjero suponen ya una parte muy apreciable

de la economía del país.

Este trabajo tiene dos propósitos. En primer lugar, pretende exponer las

principales manifestaciones internacionales del auge económico de China. Los

ámbitos tratados son el crecimiento, el comercio exterior, la energía y otras

materias primas, la inversión extranjera y en el extranjero, las reservas en

divisas, el medio ambiente y el turismo. En segundo término, el texto intenta

desentrañar las principales implicaciones que ese auge está teniendo y puede

tener en la seguridad global, en los ámbitos mencionados.

Contornos del ascenso económico de China

Crecimiento económico

Desde el comienzo de la reformas a finales de los años setenta del siglo XX, el

crecimiento anual medio del Producto Interior Bruto (PIB) ha rondado el 10%,

una tasa sin precedente histórico (durante un periodo tan largo, de 30 años) y

sin parangón internacional. Es cierto que Japón creció durante años también al

10% pero en un período más corto (1956-1973, 17 años). A efectos de

comparación, en los últimos 30 años el crecimiento de la economía mundial fue

del 3% y el de los países de ingreso alto fue del 2,5%, cuadro 1

12

Puesto que el crecimiento de China ha sido sustancialmente mayor que el del

resto del mundo, su peso relativo en la economía mundial ha aumentado de

manera significativa: si en el año 1980 era de apenas el 2%, en 2007 fue del

11%. Durante ese periodo, el aumento de la parte de China ha coincidido con

un descenso del de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón. Como se

aprecia en la figura 1, entre los años 1980 y 2007 la parte de la Unión Europea

en el producto bruto mundial −medido en la Paridad del Poder Adquisitivo

(PPA)− pasó del 29,8% al 22,7%, mientras que la proporción de Estados

Unidos se redujo del 22,5% al 21,4% y la de Japón disminuyó del 8,4% al

6,6%.

13

Todavía más impresionante es el aumento de la parte de China en el

incremento del producto mundial. Entre los años 2000 y 2007 China fue

responsable del 17,5% del crecimiento del producto mundial (en PPA), una

proporción similar a la correspondiente a la Unión Europea, que fue también del

17,5%, y superior a la de Estados Unidos (16,4%).

El auge de China en los últimos años es más un renacimiento o una reemergencia.

Como ha estimado el historiador Angus Maddison, hacia el año

1870 el peso de China en la economía mundial rondaba el 17%, proporción que

todavía está lejos de recuperar.

Comercio exterior

Según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la parte de

China en las exportaciones mundiales de mercancías ha pasado del 2,5% en el

año 1993 al 9,0% en 2007, mientras que su peso en las importaciones

mundiales de mercancías se ha incrementado del 2,8% al 6,9%. En otros

términos, en quince años China ha triplicado con creces su importancia

comercial en el mundo, cuadro 2.

China ya no está especializada únicamente en artículos textiles, confección,

juguetes, calzado, artículos de viaje o de deporte, aunque su presencia en esos

mercados se sigue dejando notar. Gracias al desarrollo de las ventas al exterior

de productos electrónicos avanzados y de maquinaria eléctrica, de oficina, de

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telecomunicaciones y de sonido, las exportaciones chinas son más sofisticadas

de lo que cabría esperar en un país con su nivel de desarrollo, de manera que

compiten de manera creciente con los productos originarios de los países ricos.

El rápido cambio en la especialización de China augura que se adentrará

seguramente en los próximos años en productos como automóviles y sus

componentes, construcción naval, maquinaria de construcción, productos

relacionados con las telecomunicaciones avanzadas o biotecnología.

En cuanto a las relaciones comerciales de la Unión Europea con China, las

importaciones de la Unión Europea-25 desde China han pasado de 30.000

millones de euros en el año 1996 a 192.500 millones de euros en 2006. China

ha pasado, en ese período, de la cuarta la primera posición en la lista de

suministradores de la Unión Europea-25. China es también un importante

mercado para la Unión Europea (el tercero, detrás de Estados Unidos y Suiza).

Energía y materias primas

El consumo de energía de China se ha multiplicado por 2,7% (esto es, un

aumento de 170%) entre los años 1990 y 2007, un aumento muy superior al

registrado por el conjunto del mundo, que ha aumentado un 40%.

Especialmente notable ha sido el fuerte aumento de su consumo de petróleo,

que se ha multiplicado por 3,4 (esto es, un aumento del 240%), mientras que el

consumo mundial ha crecido un 30%, cuadro 3.

15

China ya supone el 17% del consumo de energía del mundo, el 42% del de

carbón y el 10% del de petróleo.

En los últimos años, China ha tomado medidas para reducir su dependencia

del petróleo importado desde Oriente Medio. Si en el año 2002 los principales

suministradores eran Irán, Omán y Arabia Saudí, en el año 2008 se observa

que el primer suministrador es Angola y que han aumentado apreciablemente

las partes de Rusia, Venezuela y Kazajistán, cuadro 4. Tal cosa indica que

China tiene intención de depender menos de Oriente Medio y más de África,

Rusia, Asia central y América Latina.

Según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el

consumo de energía primaria pasará de 1.742 millones de toneladas de

equivalente de petróleo (mtep) en el año2005 a 3.819 mtep en 2030. China se

convertirá en el primer consumidor mundial de energía hacia el año 2010.

Desde el punto de vista de la seguridad energética, cabe destacar que China

se convertirá en el segundo mayor importador mundial de petróleo en el año

2010 (por delante de Japón) y que sus importaciones de crudo en 2030 serán

similares a las que haga entonces la Unión Europea-27. La dependencia de las

importaciones (en proporción del consumo) pasará del 46,3% en 2005 al 64,0%

en 2015 y al 79,4% en 2030.

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También es de destacar que las importaciones de gas natural se duplicarán

entre los años 2005 y 2015 y se multiplicarán por diez entre los años 2005 y

2030. Inicialmente las importaciones chinas serán todas de gas natural licuado

(GNL) pero hacia el final de ese periodo se estima que China empezará a

recibir cantidades apreciables de gas por gasoducto desde Rusia y Asia

Central. Finalmente, es de destacar que la voracidad energética de China hará

incluso que se convierta en importador neto de carbón (en el año 2005 fue

exportador neto).

En cuanto a otras materias primas, destaca el peso de China en el consumo

mundial de algunos metales, de los que ese país es un gran importador neto:

hierro, zinc, plomo, cobre, aluminio o níquel. En esos seis casos, China supone

entre el 15% y 33% del consumo mundial. China fue responsable de dos

terceras partes del aumento del consumo mundial de los principales metales

entre los años 1999 y 2005, de manera que existe una relación entre el

incremento de la demanda china y el alza de los precios de esos metales. Entre

los años 2000 y 2004, por ejemplo, China fue responsable del 85% del

incremento de la demanda mundial de hierro y del 75% del alza de la demanda

mundial de cobre, como consecuencia del rápido aumento de su producción de

acero, que pasó de 150 millones de toneladas en el año 2001 a 300 millones

en 2004.

Por último, en cuanto a los alimentos, es de destacar que, pese a algunas

previsiones muy pesimistas que se hicieron hace años, China ha conseguido

mantener la autosuficiencia alimentaria. Actualmente China no importa casi

arroz o trigo y nada de maíz, aunque es un gran importador de soja o aceite

vegetal. Es más, China es exportador significativo de algunos productos

alimentarios (manzanas, mandarinas, vegetales, zumos de fruto, pescado y

gambas de piscifactoría, setas, etc.). Todo eso es especialmente notable a la

vista del tamaño demográfico del país (1.300 millones de habitantes), de sus

restricciones geográficas (con la cuarta parte de la población mundial, tiene

sólo el 10% de la superficie cultivable y el 6% del

...

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