Gestión del estrés y técnicas de relajacion
Jose Maria Perez VeraTrabajo9 de Marzo de 2019
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GESTION DEL STRES Y TECNICAS DE RELAJACION
1. EL STRES
1.1. ¿Qué es el estrés laboral?
El estrés lo podríamos definir como el desequilibrio que se produce entre lo que se espera de nosotros y lo capaces que pensamos que somos para desempeñar una tarea. Nuestro nivel de estrés se potencia todavía más si el fracaso ante dicha tarea puede acarrear importantes consecuencias percibidas de una forma subjetiva.
El estrés surge cuando se produce una discrepancia entre las demandas del ambiente y los recursos de la persona para hacerles frente. Por ejemplo, cuando realizamos la presentación de un proyecto podemos sentir esa discrepancia cuando pensamos que no somos lo suficientemente comunicativos como para expresar lo que queremos decir de una forma correcta.
Es una respuesta adaptativa que en un primer momento nos ayuda a responder más rápida y eficazmente a situaciones que lo requieren.
El estrés significa que nuestro cuerpo se prepara para un sobreesfuerzo. Ello nos posibilita que seamos capaces de procesar más información sobre el problema y actuemos de forma rápida y decidida.
Si el estrés se mantiene durante mucho tiempo y la persona no encuentra una manera de hacer frente a las situaciones difíciles es posible que empiece a sufrir el Síndrome de Burnout o estar quemado. El síndrome de Burnout es un conjunto de respuestas emocionales y cognitivas como cansancio extremo, problemas de sueño, tristeza y ansiedad permanente, dificultades de concentración y de memoria. Esta situación puede tener como consecuencia una incapacidad laboral.
1.2. Factores desencadenantes del estrés laboral
Una vez que sepamos cuales son esos factores podremos empezar a controlar el estrés. Nos centraremos en los factores laborales para ilustrar este punto. Los factores se pueden dividir en dos: demandas del trabajo y características de la persona. Los del entorno, en nuestro caso las demandas de nuestro trabajo. Hacen referencia a todo tipo de exigencias y características del trabajo y de su organización que pueden ser factores desencadenantes del estrés. Además, existen unas características determinadas de personalidad que aumentan la vulnerabilidad de algunas personas, y que asociadas a determinadas situaciones o demandas hace que tenga más probabilidad de sufrir una situación de estrés.
1.2.1. Demandas del trabajo
Sobrecarga de trabajo. El volumen, la magnitud o complejidad de la tarea están por encima de la capacidad del trabajador para responder a esa tarea.
Infracarga de trabajo. El volumen del trabajo está muy por debajo del necesario para mantener un mínimo nivel de activación en el trabajador.
Infrautilización de habilidades. Las actividades de la tarea están por debajo de la capacidad profesional del trabajador.
Repetitividad. No existe una gran variedad de tareas a realizar (son monótonas y rutinarias) y/o son repetidas en ciclos de muy poco tiempo.
Ritmo de trabajo. El tiempo de realización del trabajo está marcado, por ejemplo, por los requerimientos de una máquina, concediendo la organización poca autonomía para adelantar o atrasar su trabajo al trabajador.
Ambigüedad del rol. Existe una inadecuada información al trabajador sobre su rol laboral y organizacional.
Conflicto de rol. Existen demandas conflictivas, o que el trabajador no desea cumplir. Oposición ante las distintas exigencias del trabajo, conflictos de competencia, etc.
Falta de participación. La empresa restringe o no facilita la iniciativa, la toma de decisiones, la consulta a los trabajadores, etc. tanto en temas relativos a su propia tarea como en otros aspectos del ámbito laboral.
Control. Existe una amplia y estricta supervisión por parte de los superiores, restringiendo el poder de decisión y la iniciativa de los trabajadores.
Formación. Falta de entrenamiento o de aclimatación previo al desempeño de una determinada tarea.
Cambios en la organización. Cambios en el ámbito de la organización que suponga por parte del trabajador un gran esfuerzo adaptativo que no es facilitado por la empresa.
Responsabilidad. La tarea del trabajador implica una gran responsabilidad (tareas peligrosas, responsabilidad sobre personas, etc.).
Contexto físico. Problemática derivada del ambiente físico del trabajo que molesta, dificulta e impide la correcta ejecución de las demandas del trabajo, como por ejemplo: ruido, temperatura, luminosidad, calidad del aire, aislamiento, hacinamiento y tecnología.
Aspectos temporales. Sistemas de turnos, horas de trabajo, semana de trabajo intensiva y horario flexible.
1.2.2. Características de la persona
PERSONALIDAD TIPO A: Personas con un interés desmesurado por la perfección, por el logro de metas elevadas y una implicación muy profunda con su profesión. Son sujetos activos, enérgicos, competitivos, ambiciosos, agresivos, impacientes, etc.
DEPENDENCIA: Las personas poco autónomas toleran mejor un estilo de mando autoritario, sin embargo tienen más problemas en situaciones que implican tomar decisiones o cualquier tipo de incertidumbre y ambigüedad.
ANSIEDAD: Las personas ansiosas experimentan mayor nivel de conflicto que las no ansiosas.
INTROVERSIÓN: Ante cualquier problemática, los introvertidos reaccionan más intensamente que los extrovertidos, ya que son menos receptivos al apoyo social.
RIGIDEZ: Las personas más rígidas presentan un mayor nivel de conflicto y de reacciones desadaptadas, especialmente en situaciones que implican un cambio.
LA FORMACIÓN, LAS DESTREZAS Y CONOCIMIENTOS ADQUIRIDOS: Tienen capital importancia como fuente de estrés, por la posible incongruencia que se puede dar entre la posición desempeñada y la capacitación.
MALA CONDICION FISICA Y MALOS HABITOS: Pueden disminuir de alguna manera la capacidad de enfrentarse a los problemas de trabajo.
LAS NECESIDADES DEL INDIVIDUO: Necesidad de contacto social, de intimidad, de reconocimiento personal, de autorización, etc.
LAS ASPIRACIONES: Deseos de logro personal de alcanzar un determinado estatus, de dominar y controlar el trabajo.
LAS EXPECTATIVAS: Esperanzas que el individuo tiene de obtener de su trabajo ciertos beneficios personales, sociales, etc.
Es importante que tengáis en cuenta que el hecho de que os hayáis sentido identificados con alguna característica anterior, no quiere decir que estéis estresados. Hay que tener en cuenta que para poder decir que “sufrimos estrés” deben darse muchos de estos factores y a una intensidad relativamente alta. Hay mucha gente que disfruta con las responsabilidades, es más, muchos de ellos reclaman más.
1.2.3. Proceso de apreciación y proceso de respuesta
El proceso de apreciación de la relación que se establece entre demandas de la situación y los recursos personales puede ser interpretado por la persona de forma positiva o negativa.
La valoración positiva provoca que nuestro cuerpo y nuestra mente se activen de una manera óptima y positiva de manera que haga que saquemos nuestros mejores recursos. Esto hace que estemos perfectamente preparados para afrontar los desafíos de nuestras vidas, por lo que: Nos sentimos motivados y experimentamos estrés (positivo);nos preparamos al ajuste, que significa que empezamos a reflexionar y encaminar acciones para mejorar nuestra situación.
La valoración negativa significa que creemos que va a ser imposible para nosotros superar esa situación y nos invaden pensamientos como: “NUNCA va a mejorar”, “lo único que puedo hacer es resignarme y esperar hasta que pase”, “jamás seré capaz”,... lo que provoca en nosotros: Emociones dolorosas; distrés (estrés negativo); desequilibrio, que podemos notar en sensaciones. Por ejemplo, desesperación, tristeza profunda, ansiedad, desmotivación,… hasta un nivel que nos cuesta levantarnos de la cama.
La valoración que hace el individuo de la situación, le orienta a la elaboración de respuestas específicas para enfrentarse a esa situación. Si lo enfocamos de forma positiva, ¿nos causaría estrés? Claro que sí, pero es un estrés positivo, activador que nos posibilita para preparar un discurso en tiempo record.En el caso de que invirtamos tiempo y esfuerzos en quejarnos y centrarnos en la dificultad de la tarea, entonces emocionalmente estaremos bloqueados y nos costará muchísimo más trabajo y en el peor de los casos, podremos pasar un mal rato.
1.3. Síntomas y consecuencias del estrés laboral
1.3.1. ¿Qué es un síntoma?
Un síntoma es una señal que recibimos, de manera subjetiva, de nuestro cuerpo o mente. Es una sensación que no es visible, sólo el que la padece tiene constancia de ello. Por ejemplo, cuando tenemos gripe, un síntoma sería sentir cambios de temperatura corporal, nadie aparte de nosotros podrá saber si sentimos frío o calor, a no ser que manifestáramos signos de hipotermia o insolación. Os preguntaréis, ¿Qué es un signo?. Tener fiebre sería un signo de gripe, puesto que es un dato que se puede medir, es decir, alguien que no seamos nosotros puede conocer que tenemos fiebre, sin preguntarnos nada, mediante un termómetro.
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