7 habitos de la gente altamente efectiva.
Enviado por itzelpazos • 9 de Mayo de 2016 • Ensayos • 2.331 Palabras (10 Páginas) • 392 Visitas
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Nombre del estudiante: Itzel Pazos Argumedo
Nombre del trabajo: Ensayo
Fecha de entrega: 05 de mayo de 2016
Campus: San Rafael
Carrera /Prepa: Administración
Semestre/Cuatrimestre: Sexto
Nombre del maestro: Julián A. Fernández León.
Índice
- Introducción
- Diagrama
- Hábito 1 Ser proactivo
- Hábito 2 Empezar con un fin en mente
- Hábito 3 Establecer primero lo primero
- Hábito 4 Pensar ganar / ganar
- Hábito 5 Comprender y después ser comprendido
- Hábito 6 Sinergizar
- Hábito 7 Afilar la sierra
- Conclusión
- Referencia bibliográfica
Introducción.
Las líneas que a continuación están escritas forman parte de la experiencia personal que tuve a lo largo de la lectura del libro escrito por el Doctor Stephen Covey. El cual me parece sin duda un gran libro lleno de muchas experiencias propias y ajenas en las cuales muchos de nosotros nos podríamos encontrar identificados.
Citas de colegas o de personajes con gran influencia en los lectores hacen que las opiniones y resultados de estudios sean de gran veracidad, y es que no hay mejor aprendizaje que cuando vas experimentando a lo largo de la vida y se van cometiendo aciertos y errores de los cuales debemos aprender para que más adelante no vuelvan a suceder.
Personalmente me fui involucrando en cada una de las experiencias sugerencias y sencillamente en todas las palabras de esta lectura.
Y es por eso que en unos pequeños renglones trato de dar objetivamente mi opinión tomando en cuenta las prácticas para el uso de los hábitos estudiados y recomendados.
Los cuales nos tratan de hacer como el titulo lo menciona efectivos para los ámbitos laborales y personales.
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Hábito 1 Ser proactivo
Sólo cuando pasamos a trabajar en nuestro círculo de influencia, cuando nos centramos en nuestros propios paradigmas, empezamos a crear una energía positiva que nos cambió a nosotros y finalmente influyó también en nuestro hijo. Trabajando sobre nosotros mismos en lugar de preocuparnos por las condiciones, pudimos influir en las condiciones.
En virtud de su posición, su riqueza, su rol o sus relaciones, en algunas circunstancias el círculo de influencia de una persona es más grande que su círculo de preocupación.
Esta situación refleja una miopía emocional auto infligida, otro estilo de vida reactivo centrado en el círculo de preocupación.
Aunque hayan tenido que priorizar el empleo de su influencia, las personas proactivas tienen un círculo de preocupación que es por lo menos tan grande como su círculo de influencia, y aceptan la responsabilidad de usar esa influencia con responsabilidad.
(Covey Stephen R. 2003, Pag. 51)
De acuerdo a las circunstancias de cada persona expuestas ante las condiciones por el ambiente se han determinado la forma de diferenciar a las personas reactivas y proactivas, teniendo cada una un lenguaje y un comportamiento diferente ante las situaciones que se presenten.
Regularmente en la mayoría de los ámbitos se agradecería el desarrollo de personas proactivas capaces de tener una mejor actitud de respuesta y consientes de que pueden ser capaces de enfrentarse a personas totalmente opuestas, y teniendo que sacar adelante muchas de las actividades que los reactivos no estén dispuestos o no se sientan competentes de desarrollar.
Hábito 2 Empiece con un fin en mente.
El segundo hábito se basa en principios de liderazgo personal, lo que significa que el liderazgo es la primera creación. Liderazgo no es administración.
Cuan distintas son nuestras vidas cuando sabemos qué es lo verdaderamente importante para nosotros, y manteniendo ese cuadro en mente, actuamos cada día para ser y hacer lo que en realidad nos interesa.
Si la escalera no está apoyada en la pared correcta, cada paso que demos no hará más que acercarnos antes al lugar erróneo. Podemos estar muy atareados, podemos ser muy eficientes, pero sólo seremos también verdaderamente efectivos cuando empecemos con un fin en mente.
El hábito de «empezar con un fin en mente» se basa en el principio de que todas las cosas se crean dos veces. Siempre hay primero una creación mental, y luego una creación física.
(Covey Stephen R. 2003, Pag. 60,61)
Significa saber a dónde vamos, donde estamos parados y asegurarnos de seguir el camino adecuado en la dirección correcta.
Si hemos elegido el camino equivocado podemos encontrarnos con más obstáculos de los previstos y asimismo podríamos abortar la misión trazada.
No podemos construir un proyecto sin antes haber tenido la idea en mente, sin evaluar las condiciones que nos podrían jugar a favor o en contra. Porque en definitiva el análisis de los cimientos son los que llevan más esfuerzo, más tiempo y más importancia que los detalles finales que nunca serán de mayor relevancia.
Imaginar nuestro futuro es un claro ejemplo de empezar con un fin en mente; vamos trazando metas a corto plazo con un solo objetivo, tratando que los errores a lo largo de ese gran e incierto camino sean los mínimos.
Hábito 3 Establezca primero lo primero.
El tercer hábito es el fruto personal, la realización práctica del primero y el segundo.
El tercer hábito es la segunda creación, la creación física. Es el ejercicio de la voluntad independiente que pasa a ser centrado en principios. Es la puesta en práctica incesante, momento a momento.
El tercer hábito es «Vive el programa». Y vivirlo está primordialmente en función de nuestra voluntad independiente, nuestra autodisciplina, nuestra integridad y nuestro compromiso, no al servicio de metas y horarios a corto plazo ni del impulso del momento, sino de principios correctos y de nuestros valores más profundos, de lo que da sentido a nuestras metas, a nuestros horarios y a nuestras vidas.
Son muchos los que se niegan a delegar en otras personas porque les parece que ello consume demasiado tiempo y esfuerzo, y que ellos mismos pueden realizar mejor la tarea. Pero delegar en otros con efectividad es tal vez la actividad que por sí sola potencia más nuestra fuerza.
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